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Colombia, en un laberinto de protestas y violencia: "El número de muertos y desaparecidos sube cada día"

Aragoneses residentes en el país latinoamericano y colombianos que viven en la Comunidad analizan la crisis desatada tras el proyecto de reforma tributaria del Gobierno, que ha llevado a la población a echarse a la calle.

Arriba, la periodista Lucía Benavente. En el medio, el investigador Roberto Sancho (d) y el periodista colombiano Frascén
Arriba, Lucía Benavente. En el medio, Roberto Sancho (izquierda) y Fransuá Martínez. Abajo, Pilar Sevilla, Néstor Buitrago (centro) y Pedro José Castañeda. 
Heraldo.es

"La gente está harta no solo de la reforma tributaria sino, en general, del manejo que ha tenido el Gobierno de Iván Duque en las políticas de EstadoAquí hay personas que todos los días pasan mucha hambre, y no pocos. Cuando uno tiene hambre y se da cuenta de que es porque el Ejecutivo ha tomado decisiones muy malas, la gente sale a la calle como haríamos cualquiera". Son palabras de la periodista aragonesa Lucía Benavente -afincada en Bogotá desde hace nueve años- para explicar la espiral de protestas, que han derivado en violencia, que se vive estos días en Colombia.

El año pasado, tal y como recuerda el investigador aragonés Roberto Sancho, la pobreza era del 42,5%. "Significa que 21 millones (de 50 en total) viven con 32 euros al mes. Y en 2021 vamos a otro incremento parecido", ahonda. Mientras, Benavente añade: "Es un país muy desigual. Tiene un Gobierno muy de derechas, muy capitalista, que ha dado muchos beneficios a las empresas y no a la población. Esto ha generado que la gente de clase media y baja no pueda más".

El proyecto económico del presidente (que al final retiró por la presión de la calle) fue la gota que colmó el vaso en un país castigado duramente por la pandemia. Según la Fiscalía, las manifestaciones han dejado al menos 11 muertos confirmados, aunque organizaciones sociales elevan esa cifra a 31 personas. Mientras, la Defensoría ha informado de que 89 personas están desaparecidas, pero el fiscal general del país, Francisco Barbosa, asegura que 38 de ellas ya han sido "ubicadas".

Aragoneses como Benavente, Sancho y el hermano marianista Pedro José Castañeda cuentan cómo están viviendo esta crisis 'in situ'. Asimismo, colombianos residentes en la Comunidad (cerca de 7.700, según los últimos datos del INE) como Pilar Sevilla, Fransuá Martínez y Néstor Buitrago analizan también una realidad que les preocupa. Estos son sus testimonios.

Roberto Sancho: "En Colombia cualquier conflicto se lleva rápidamente al espacio de la confrontación física e incluso armada"

El aragonés Roberto Sancho, experto en conflictos armados, en su casa en la ciudad colombiana de Bucaramanga.
El aragonés Roberto Sancho, experto en conflictos armados, en su casa en la ciudad colombiana de Bucaramanga.
R. S.

El aragonés Roberto Sancho Larrañaga, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y experto en conflictos armados, subraya que lo que está pasando en Colombia es un reflejo de la polarización política que vive el país. La ciudad en la que reside desde 1997 -al norte, muy cerca con la frontera de Venezuela- no está tan marcada por la violencia como otras (Cali es el epicentro), pero muchos días a las 5.00 todavía oye a manifestantes con sus arengas y protestas alrededor de las casas. "Hay que encauzar esta situación si no vamos a seguir en conflicto. Hay unos estados de ánimo muy caldeados por parte de todos", avisa.

No obstante, Sancho indica que todo se está complicando porque muchos sectores se están uniendo a unas marchas lideradas "por los jóvenes" y en las que el papel de las redes sociales ha sido "clave". "Los dos grandes problemas sociales que tiene este país son el conflicto armado y la pandemia. Cualquier conflicto se lleva rápidamente al espacio de la confrontación física e incluso armada. Hay una dificultad de encontrar espacios de mediación y de acuerdos", explica. En este punto, hace hincapié en que los manifestantes piden cosas "muy etéreas". "Hablan de acabar con el sistema capitalista... No hay un objetivo común claro que permita sentarse a negociar y canalizar la protesta", dice el autor de 'Colombia enferma de plomonía', su último libro.

"Que haya 21 muertos y más de 1.000 casos de abuso policial -denunciados por la propia ONU- es algo impresionante"

Por otro lado, el investigador aragonés denuncia el recurso a la fuerza por parte de la fuerza pública y cuestiona que el Gobierno de Iván Duque plantee ahora un consenso (tras retirar el proyecto de reforma tributaria) que debería haber buscado desde el inicio. "Había un paquete de reformas con una mirada evidentemente neoliberal. Ahora se protesta por las muertes que ha habido en las marchas anteriores. Que haya 21 muertos y más de 1.000 casos de abuso policial -denunciados por la propia ONU- es algo impresionante. Además, está la necesidad de las fuerzas de orden público de controlar los saqueos, que están destruyendo bienes públicos y privados", destaca.

Lucía Benavente: "La gente continúa portestando ya no tanto por la reforma tributaria sino por el abuso de la autoridad"

La periodista aragonesa Lucía Benavente en su casa de Bogotá.
La periodista aragonesa Lucía Benavente en su casa de Bogotá.
L. B.

Desde su casa en Bogotá, la periodista ejeana Lucía Benavente ve continuamente helicópteros sobrevolando la ciudad y, todas las noches, escucha el sonido de las caceroladas de una población "muy crispada" que sale a la calle a manifestarse. "La gente continúa portestando ya no tanto por la reforma tributaria sino por el abuso de la autoridad durante las protestas. Hasta el tema del coronavirus ha quedado en un segundo plano y eso que estamos en el 95% de ocupación de las ucis ", explica.

La joven aragonesa lleva viviendo en Colombia desde 2012, donde ha trabajado para diferentes medios de radio y televisión y en estos momentos ejerce en el área de comunicación de la empresa de acueducto y alcantarillado de la capital. "No salgo de casa porque puedo teletrabajar. La red de transporte la están cortando, queman puntos de atención que tiene la Policía en diferentes barrios...", detalla.

"Como pasa con todas las protestas, en algún momento se calmarán, pero tendrán un saldo muy alto de víctimas"

Benavente ve muy complicada una salida ante la realidad tan explosiva que atraviesa el país y resalta que en el pasado se tomaron decisiones "muy malas" que no tienen vuelta atrás. "La parte de orden público es la más peligrosa en este momento; el número de muertos y desaparecidos cada día sube más con las protestas. Como pasa con todas las protestas, en algún momento se calmarán, pero tendrán un saldo muy alto de víctimas", sostiene esta periodista, que informa de que detrás también hay grupos de delincuentes "con intereses". "Si hay vías cortadas y puntos en los que no se puede acceder, tienen más vía libre para el narcotráfico. A ellos les conviene que haya desorden y van a intentar explotar esta situación al máximo", advierte.

Pedro José Castañeda: "Hay mucha prepotencia del Gobierno. Dicta leyes sin propiciar la participación de los actores sociales"

Pedro José Castañeda con alumnos del Colegio Espíritu Santo Marianistas, del que es director, en la ciudad de Girardot.
Pedro José Castañeda con alumnos del Colegio Espíritu Santo Marianistas, del que es director, en la ciudad de Girardot.
P. J. C.

El hermano marianista Pedro José Castañeda -de 62 años y natural de Huesca- lleva toda una vida en Colombia: desde 1988. En estos momentos, vive en Girardot (a 130 kilómetros de distancia de Bogotá) donde la comunidad Marianista dirige un colegio con 800 alumnos (Castañeda es su director) y cuenta con una parroquia. Se trata de una ciudad de "tierra caliente" (a las 7 ya hay una temperadura de 28 grados), donde las cosas son "más tranquilas" que en otras partes del país. Sin embargo, las protestas también han llegado hasta allí. "Las manifestaciones son pacíficas y hay que tener cuidado porque hay infiltrados", comenta.

Castañeda asegura que los colombianos están en desacuerdo con el Ejecutivo porque no está teniendo en cuenta los intereses del pueblo y sí los del "macroestado". Señala que la gente sencilla lo está pasando mal, que las reformas gubernamentales son "muy opresivas" y que hay muy poco diálogo entre los partidos políticos. "La indignidad con el Gobierno está muy generalizada. En el campo de la salud, por ejemplo, quiere aumentar el copago. Las leyes son impuestas y las formaciones más significativas para la clase media y baja son ignoradas. La gente siente que se le toma el pelo y eso hace que las protestas se estén alargando", sostiene.

"La indignidad con el Gobierno colombiano está muy generalizada"

Para este hermano marianista, un talante democrático "de búsqueda de consenso" ayudaría mucho a encauzar la situación. "El diálogo abierto no se da. Hay mucha prepotencia del Gobierno. Dicta leyes sin propiciar la participación de los actores sociales. Y la represión policial con quienes se manifiestan con cierta violencia es desproporcionada (hay inflitrados incluso de la guerrilla)", añade.

Fransuá Martínez: "La situación de pobreza es muy grande y no hay forma de que la gente pueda pagar más impuestos"

El periodista colombiano Fransuá Martínez.
El periodista colombiano Fransuá Martínez en Huesca.
F. M.

El también periodista colombiano Fransuá Martínez, de 33 años y natural de Cali, salió exiliado de su país hace más de un año tras tener "problemas" en el ejercicio de su profesión. "Trabajaba en Caracol Televisión. Soy reportero de guerra y cubría conflictos armados", explica desde Huesca, donde reside junto a su mujer y su hijo pequeño y estudia un máster de consultoría, información y comunicación digital de la Universidad de Zaragoza. 

Martínez señala que en su ciudad -de tres millones de habitantes- se nota de forma acusada la desigualdad social. "A un lado viven los ricos y al otro, los pobres. Los jóvenes, los estudiantes, las clases populares y los sindicalistas han salido a las calles a protestar; exigen un cambio total. En Colombia hay una crisis social muy grande desde hace muchos años; no hay oportunidades ni empleos ni educación pública accesible. Y con la pandemia se ha agravado la situación: hay más pobreza, hambre y desesperación. Las poblaciones rurales viven en total olvido estatal. Lo que existe en esas zonas apartadas son grupos armados y una economía ilegal (marihuana, cocaína); la oportunidad de los jóvenes es ser paramilitar y la guerra. Y la de los pobres en las grandes ciudades, vivir con los pandilleros", cuenta.

"Con la pandemia se ha agravado la situación: hay más hambre y desesperación"

Para este periodista, detrás de las protestas por la reforma tributaria hay "un cúmulo" de cosas. "El Gobierno, que también tiene necesidad de recursos económicos, ha dado mal manejo al país. La reforma es un exabrupto. La clase media y los pobres están colapsados. La situación de pobreza es muy grande y no hay forma de que la gente pueda pagar más impuestos. Además, no se lo pide a los grandes empresarios para que estos puedan sustentar lo que ocurre económicamente en el país", denuncia Martínez, quien reclama que la comunidad internacional actúe de forma urgente para visibilizar la situación de Colombia. "Hay graves violaciones a los derechos humanos".

Pilar Sevilla: "El Ejecutivo ha fallado a los ciudadanos"

Pilar Sevilla (izquierda) con una bandera de Colombia junto al Monumento a Simón Bolívar en el parque José Antonio Labordeta, acompañada por  Luz Mary (vocal de la asociación).
Pilar Sevilla (izquierda) con una bandera de Colombia junto al Monumento a Simón Bolívar en el parque José Antonio Labordeta de Zaragoza, acompañada por Luz Mary (vocal de Asocol).
Heraldo.es

A Pilar Sevilla, presidenta de la Asociación Diverso Cultural Colombiana en Zaragoza  (AsoCol), se le "empañan" los ojos al hablar de Colombia. "Vivo la situación con mucho dolor y nerviosismo", dice esta mujer, de 47 años, que llegó a Aragón hace 23 desde un pueblo cercano a Baranquilla, en la costa norte del país latinoamericano. "Queremos enviar nuestro apoyo y fuerza al pueblo colombiano", destaca.

Sevilla afirma que las protestas son reflejo del malestar que hay en la población porque las cosas "no se están haciendo bien" y hay "mucho abuso". Habla de un sistema sanitario desbordado, de personas muriendo en la calle por la covid, de gente en paro y sin ninguna fuente de ingresos. "Hay un cansancio y justo ahora, en plena pandemia, el Ejecutivo aprueba el alza de impuestos. ¿Cómo te van a subir los precios si no tienes ni para comer? La gente quiere un cambio y sale a la calle a manifestarse. Empezó como una marcha pacífica y tranquila y ha derivado en violencia, con muertos, heridos, robos... Se está mezclando todo. Y la Policía y los militares se están viendo también desbordados. Los más desfavorecidos son lo que están viviendo las consecuencias de lo que está pasando", indica.

"Empezó como una marcha pacífica y ha derivado en violencia. Se está mezclando todo"

La presidenta de AsoCol, que tiene a su madre y a hermanos viviendo en el país, admite que la situación es complicada: "El Gobierno le ha fallado al pueblo colombiano; no lo ha hecho bien".

Néstor Buitrago: "Los políticos colombianos solo miran por su bien y no por el bienestar del pueblo"

El colombiano Néstor Buitrago en su tienda latina de alimentación en Zaragoza.
El colombiano Néstor Buitrago en su tienda latina de alimentación, en la calle de Conde Aranda, en Zaragoza.
N. B.

Néstor Buitrago, de 52 años y también de Cali, regenta una tienda latina de alimentación en Zaragoza, donde vive desde hace 26 años. Está lejos de Colombia, pero sigue muy cerca su devenir. "Es la patria y ahí está la familia", comenta triste y preocupado por las noticias que llegan desde el otro lado del Atlántico. "Las revueltas son muy grandes y tengo hermanos con comercios que no pueden abrir; prefieren tener la persiana abajo antes de que les saqueen sus negocios. Desgraciadamente, en las protestas también salen los delincuentes a delinquir", sostiene.

Buitrago se muestra muy crítico con la actuación de los políticos colombianos y considera que, en lugar de ser un país cada día más desarrollado, está retrocediendo por unos dirigentes "que no valen para nada". "Es una rosca que no tiene fin. Los políticos y los grandes empresarios se favorecen entre ellos; son los que realmente se comen el pastel. La situación es desastrosa. Los políticos solo miran por su bien y no por el bienestar del pueblo. Es algo que no es coherente. Todo el mundo tiene derecho a ganar y a trabajar, y si miraran por los ciudadanos el país no estaría como está", afirma.

"En lugar de ser un país cada día más desarrollado, está retrocediendo por unos dirigentes que no valen para nada"

Asimismo, recuerda que el pueblo no está de acuerdo con las políticas económicas del Gobierno y espera que la situación comience a mejorar con la intervención de organismos internacionales, como Naciones Unidas. Precisamente, este martes la ONU denunció amenazas y disparos contra la misión de Derechos Humanos en Cali. 

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