El sector del ocio educativo pide las colonias con pernocta a partir de 7 años y que se permitan las acampadas

Bajo la premisa de una situación excepcional y la prudencia ante los contagios por coronavirus, los niños aragoneses menores de 12 años no pudieron disfrutar durante el verano pasado de colonias con pernocta por el territorio de la Comunidad y las acampadas al aire libre se suspendieron. Una situación que supuso un mazazo para la Asociación de Empresas de Ocio Educativo y Animación Sociocultural de Aragón (Aesersoc) que quiere que no se repita este año ya que las circunstancias ham cambiado, especialmente por el avance de una vacunación que en los meses estivales podría llegar al 50% de la población. El sector ha solicitado al Gobierno aragonés que, en función de la incidencia de la pandemia y de diferentes escenarios, se permita que las colonias con pernocta en edificios -casas de colonias, albergues, hoteles....- se abran a niños a partir de 7 años, como venía siendo habitual, y que se permitan los campamentos en tiendas de campaña.

Son algunos de los planteamientos que esta agrupación, que reúne a más de una veintena de empresas de la Comunidad de las 80 que hay, ha trasladado al Ejecutivo autonómico a la espera de conocer las medidas que finalmente serán decretadas. "Queremos poder empezar a planificar las actividades veraniegas, que la Administración dé a conocer ya las directrices y protocolos y no ocurra como el año pasado. No queremos ser más que nadie, pero tampoco menos. Llevamos varios meses trabajando este tema y ya les hemos trasladado nuestros planteamientos", ha reivindicado Víctor López, presidente de Aesersoc que este jueves ha comparecido en rueda de prensa junto a Pilar Alcaraz y Javier Oquendo, miembros de la junta directiva.

Además, el sector también plantea que en los alojamientos que se usen se permita el mismo aforo que en cualquier establecimiento hotelero y que se entienda como burburja a toda la colonia y no solo los subgrupos de 10, incluido el monitor, como ocurrió el verano pasado. Asimismo, reclama la vacunación de los monitores y otros profesionales vinculados a estas actividades. López ha señalado que las empresas ya han empezado a lanzar su oferta de plazas de cara a las vacaciones estivales, aunque no están cobrando ninguna reserva a la espera de conocer en qué condiciones van a poder llevar adelante su programación.

La respuesta concreta que exigen puede llegar en breve, ya que el Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ) tiene previsto dar a conocer este viernes las medidas acordadas con Sanidad que se van a aplicar. Otra cosa será que las condiciones de realización de las actividades satisfagan sus pretensiones y ayuden de verdad a reactivar el sector a corto plazo.

Aunque los campamentos y las colonias de verano son sus programas "más vistosos y conocidos", López también ha reclamado que se les reconozca como "una actividad educativa y esencial", ya que gran parte de su trabajo se centra también en las actividades extraescolares en los colegios además de viajes de estudio, ludotecas, centros de tiempo libre y casas de juventud. Ha lamentado que en este año de pandemia nadie  "se ha acordado" de ellos. Asimismo, ha insistido en que las actividades son "seguras y respetuosas con el protocolo sanitario", se llevan a cabo muchas de ellas al aire libre y en el medio natural, el espacio aconsejado en esta crisis sanitaria, y se ocupan de una parte tan importante para los niños y adolescentes como es su desarrollo físico, emocional, intelectual y social.

Excluidos de las ayudas directas

Aesersoc también ha alzado la voz porque este sector ha quedado excluido de los 95 que podrán beneficiarse de los 7.000 millones de euros de ayudas directas del Gobierno de España. Por ello, ha explicado el presidente de la agrupación, han pedido al Ejecutivo autonómico que si tienen "algún margen para ajustar" este listado a la realidad de cada territorio se les incluya. Al mismo tiempo están luchando con este tema también desde la Federación Estatal de Organizaciones Empresariales de Ocio Educativo y Socio-Cultural (Foesc).

La declaración del estado de alarma frenó su actividad en seco. Se estima que las pérdidas en el sector ascienden a más de cuatro millones de euros y que alrededor de una decena de empresas han cerrado y otras se encuentran al borde de la quiebra. De este perjuicio económico, ha explicado López, se han excluido las ayudas que han podido recibir algunos alojamientos que forman parte de la asociación como establecimientos turísticos. Genera en la Comunidad más de 1.200 puestos de trabajo, cifra que se incrementa en temporadas de mayor actividad, y moviliza en los meses estivales a más de 30.000 niños y jóvenes. Su actividad se ha reducido en un 90% y la mayoría de los trabajadores se encuentran en ERTE u otros, a los que se contrata por temporada, se han quedado sin empleo.