Las familias del colegio Miraflores de Zaragoza remitieron recientemente una carta al consejero de Educación, Cultura y Deporte de Aragón, Felipe Faci, para transmitirle su malestar tras el retraso en la sustitución de una baja por enfermedad. La fisioterapeuta asignada a este centro, que atiende a un grupo de alumnos con discapacidad motora, lleva enferma desde mediados de enero de baja. Dos meses después, este puesto, inciden, continúa sin ser ocupado por un sustituto. Fuentes de Educación aseguran que se trabaja en ello, pero que hasta ahora no se ha encontrado a nadie que pueda ocupar la vacante.

La situación actual se produce tras la última baja de la fisioterapeuta, que ya tuvo que ausentarse del centro escolar entre el 30 de octubre y el 30 de noviembre a consecuencia de otra dolencia. Dos incapacidades temporales a las que el Departamento de Educación, de momento, no ha podido dar una solución y que tiene como resultado que hasta 12 menores con necesidades motoras de relevancia dejen de recibir este servicio esencial para ellos.

Las familias critican, además, que en septiembre solo se incorporó uno de los dos fisioterapeutas que habitualmente están contratados. "Desde hace muchos años son dos los profesionales que atienden la rehabilitación de nuestros pequeños y el número de alumnos y la gravedad de sus patologías no han hecho más que crecer", recalcan.

Un problema que viene de largo

Al mismo tiempo detallan que la ratio de profesionales no debería basarse en el número de niños, sino "flexibilizarse en función de las patologías de cada uno y de su evolución". "Patologías muy graves que no han hecho más que empeorar, en este largo proceso de confinamiento, desescalada, vacaciones escolares y baja médica de la única fisioterapeuta que se incorporó al inicio del presente curso", puntualizan.

Tras la segunda baja de la única profesional asignada al centro, la dirección del colegio ha tenido que suspender el programa postural de bipedestación y la utilización de andador dentro del recinto escolar que, para los que lo usaban hasta la baja de la fisioterapeuta, "es el medio de desplazamiento más adecuado a las capacidades físicas de cada niño". Recuerdan, además, que la bipedestación facilita la respiración, aumentando la capacidad pulmonar y de oxigenación, así como la mejora del sistema circulatorio.

Desde el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón señalaron que se han activado "todos los mecanismos" para sustituir a la persona que se encuentra en estos momentos de baja. Sin embargo, la casi inexistencia de personal sanitario disponible ha provocado que esta contratación todavía no se haya podido llevar a cabo. Para solventarlo a la mayor brevedad posible, fuentes de Educación indicaron que ya se ha sacado la plaza en el Instituto Aragonés de Empleo (INAEM), una de las últimas alternativas existentes en la contratación. De momento, sin éxito: los menores continúan sin fisioterapeuta.