entrevista

Pilar Badía: "Debemos incluir a los animales en nuestro círculo de respeto"

Profesora de Lengua castellana y Literatura en el IES Conde de Aranda de Alagón, Pilar Badía (Zaragoza, 1982) compagina la docencia con la concienciación en las aulas aragonesas sobre los derechos de los animales.

La profesora Pilar Badía con su perro
La profesora Pilar Badía con su perro
Guillermo Mestre

Dice que su último trabajo ‘La voz de los animales’ es un libro sobre ética animal dirigido a los adolescentes en el ámbito educativo…

Sí, porque a esa edad es cuando empiezan a cuestionarse el mundo que les rodea y surgen los dilemas éticos que condicionarán su forma de ser y de relacionarse con los demás y con los animales. Había cuentos para niños y ensayos para adultos. Pero no existían textos adaptados al lenguaje de los adolescentes.

¿Cómo se aborda este tema en la escuela?

Se habla de los animales desde el punto de vista de sus características físicas, pero no de cómo se sienten o de cómo los tratamos.

¿Y qué pretende con su libro?

Que, a través del pensamiento crítico, reflexionen sobre el trato que nuestra sociedad da a los animales. Y demostrar lo importante que es trabajar la empatía hacia ellos como motor de desarrollo de conductas respetuosas para promover actitudes sociales positivas. Prevenir la violencia contra los animales ayuda a prevenir cualquier tipo de violencia. Ser más empáticos con ellos nos hará ser mejores personas

¿Qué sienten los animales?

Está demostrado que sienten un amplio espectro de emociones, al igual que los humanos (dolor físico, tristeza, alegría, se divierten...). Por eso, el libro plantea cuestiones del tipo:¿cómo te sentirías tú si vivieras toda tu vida encadenado o en una jaula a miles de kilómetros de tu entorno natural, en un zoológico?

Los jóvenes muestran ya una especial sensibilidad hacia el mal trato animal...

Sí. Cada vez están más implicados, igual que en otras causas de justicia social, el feminismo, la lucha contra el racismo...

Es curioso, pero respetamos a unos y a otros no, ¿por qué?

Es una cuestión cultural. ¿Por qué nos comemos a las vacas y no a los perros, si ambos son animales y sienten por igual? Nos resulta muy cómodo vivir así y no queremos plantearnos qué tenemos en el plato o con qué nos vestimos, cuando existen formas de alimentación alternativas más éticas y justas con los animales e igual de sanas. En Aragón, por ejemplo, se han prohibido los circos con animales, porque se considera que hay otras formas de entretenimiento, sobre todo para los niños, y no ha pasado nada.

Pero hay animales que viven mejor que algunos niños...

Son cuestiones que deberían ir de la mano. Debemos incluir a los animales en nuestro círculo de respeto.

¿Cómo les ha afectado la covid?

En el confinamiento hubo muchas peticiones de adopción, simplemente, para poder salir a la calle a pasear al perro. También se registraron muchos abandonos.

Seguro que los Reyes Magos han dejado esta noche en las casas algún perrito. ¿Un consejo?

Que un animal no es un juguete.

¿Y qué le han traído a usted?

Material de montaña para cuando podamos volver al Pirineo a disfrutar de la naturaleza.

¿Qué le parece todo el revuelo que ha generado la Ley Celaá?

Ha pasado de puntillas entre el profesorado, absorto en gestionar una pandemia en las aulas. Aunque la nueva ley hace alusión al respeto a los animales, elimina la obligatoriedad de la asignatura de Ética en secundaria. ¿Cómo vamos a formar personas más concienciadas si quitamos el cauce para lograrlo?

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