entrevista

Aurelio López de Hita: "Hay que inventar otra ley de segunda oportunidad para el empresario que ha fracasado por la covid"

El presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme-Aragón) pide a las instituciones que ayuden "de verdad" a los dueños de los negocios que tengan que cerrar

Aurelio López de Hita, presidente de Cepyme-Aragón, en la calle Delicias
Aurelio López de Hita, presidente de Cepyme-Aragón.
Oliver Duch

En un 2020 que Aurelio López de Hita describe como complicado desde el punto de vista médico, económico, político y social, el presidente de Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa Aragonesa (Cepyme-Aragón) aboga por afrontar el nuevo año con esperanza. "Si caemos en el pesimismo sería horroroso", alerta.

¿Cómo ve el futuro de las pymes aragonesas a corto plazo?

Si todos los medios se vuelcan en paliar las consecuencias de la pandemia y en tratar de recuperar el tejido productivo cabe un cierto margen para la esperanza en 2021.

¿Cómo será la recuperación cuando se supere la pandemia?

Va a ser lenta, difícil, costosa... Hay sectores que lo van a tener muy complicado: la hostelería, el pequeño comercio, el ocio y la cultura. Cuando se hayan recuperado, se habrán quedado por el camino un porcentaje muy elevado, en algún caso del 30%, de empresas y trabajadores a los que habrá que ir reabsorbiendo en otros negocios.

¿Implicará un cambio de modelo?

Yo lo del cambio de modelo creo que es un concepto subjetivo. Hay que evolucionar en la supresión de tantas microempresas como hay ahora. Tras la crisis de 2008, hubo mucha gente que se fue al paro y aprovechó la indemnización para montar un negocio. Para ellos fue una tabla de salvación. De cara al futuro hay que replantear el modelo de empresa que queremos.

¿Se están centrando los esfuerzos en combatir la crisis sanitaria dejando de lado la crisis económica?

Lo primero es la salud, eso es evidente. El problema es que no ha habido coordinación suficiente a nivel nacional para promulgar normas que sean lo suficientemente eficaces partiendo de una base de sensatez. Hay cosas sobre las que no se puede improvisar, y lamentablemente ha habido mucha improvisación y mucho golpe de efecto.

¿Debería asumir la gestión de la crisis sanitaria el Gobierno central?

Sí, pero en coordinación con las comunidades, una coordinación real, sin mirar matices políticos.

¿Son suficientes las ayudas para los sectores más afectados?

Hay que ayudar, pero habrá que plantearlo con criterios objetivos y pragmáticos. Lamentablemente van a desaparecer muchas empresas, bares, pequeños comercios. Habría que inventarse una ley de segunda oportunidad de verdad que ayude a todos los empresarios que desgraciadamente han visto cómo su negocio ha fracasado, e independientemente del rastro que haya dejado su negocio, sin mirarles como delincuentes porque no hayan pagado algún recibo.

¿Aumentarán los despidos cuando se cierre el paraguas de los ERTE?

Van a incrementarse. Será inevitable.

En Aragón tenemos la estrategia de recuperación. ¿Por dónde se debería empezar a aplicar en 2021?

Tenemos la suerte de que el diálogo no se ha interrumpido en Aragón en ningún momento, que la colaboración es muy estrecha. Es insuficiente, pero al menos se está intentando por todos los medios que lo disponible llegue a quien lo pueda necesitar.

¿Cuál sería su receta para afrontar el nuevo año?

Que cuando empecemos a levantar el vuelo se apoye a todos los que quieran retomar una actividad empresarial independientemente de lo que les haya ocurrido durante este tiempo y que se suprima el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, una normativa que discrimina y maltrata a estos trabajadores como se ha visto en la covid.