Aragón baraja admitir viajes navideños solo los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero

Hay una "preocupación" alta en los gobiernos autonómicos por el impacto que las celebraciones navideñas puede tener en la expansión de la covid. Lo reconoció este miércoles, en el Consejo Interterritorial celebrado Zaragoza, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que insistió en la necesidad de lanzar un mensaje para que "nos quedemos en casa". "Merece la pena", aseguró, pues considera que las restricciones actuales son ya "medidas drásticas que limitan la movilidad y reducen la posibilidad de contacto".

Su opinión contrasta con la de Sira Repollés, consejera del ramo en Aragón, que aboga por reducir la posibilidad de viajar fuera la Comunidad del 23 de diciembre al 6 de enero a solo los días clave de las fiestas. La DGA negocia ya con las autonomías limítrofes, con las que "comparte situación epidemiológica", admitir en Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo los viajes más allá de los límites fijados.

Illa se niega a dejar fuera de las cenas navideñas a los "allegados", pues "todos entendemos" a qué se refiere este concepto. No lo tenía nada claro el presidente de Aragón, Javier Lambán, que criticó el viernes que las visitas a allegados supondrían "una barra libre" para los desplazamientos. Tampoco contempla la DGA, según explicó la consejera, dejarlos fuera, aunque Murcia y Andalucía estudian hacerlo. Sí mantendrá Aragón el toque de queda a las 23.00 durante las fiestas, excepto en Nochebuena y Nochevieja, que será a la 1.30.

Un plan de desescalada

Si la incidencia de la pandemia se rebaja, Repollés tiene previsto presentar la próxima semana un plan de desescalada, que incluirá la flexibilización de aforos en comercios y hostelería, la apertura de gimnasios y la posibilidad de dar servicio en el interior de bares y restaurantes hasta completar un 25% del aforo. Aunque no se prevé por ahora aceptar el 50% que pide el sector, no se descartan más ampliaciones si la situación sanitaria está controlada. La consejera reiteró que la ocupación de las ucis, que ronda ya el 36%, será clave a la hora de modular las restricciones en la hostelería, la restauración, los gimnasios y la cultura.

Aunque las cifras, al menos de momento, acompañan, preocupa la incidencia de los días festivos de esta última semana. "El puente ha sido un examen y tenemos que ver las consecuencias del incremento de la movilidad. Los próximos días serán determinantes para decidir si se relajan las medidas", advirtió Repollés. Se refirió, además, a las aglomeraciones: "Cada vez que vemos esas imágenes de los centros y las plazas nos llevamos las manos a la cabeza". Se mostró convencida de que "se cumplían las condiciones de seguridad", no obstante, anunció que el Ejecutivo autonómico seguirá "vigilante" para "evitar situaciones de peligro".

La campaña de esquí, en el aire

Volvió a dejar el ministro Salvador Illa en el tejado de las comunidades autónomas la decisión sobre la apertura de las estaciones de esquí. Se limitó a reiterar que "el esquí no presenta peligro, sí ciertas actividades asociadas y hay que tener cuidado", y se comprometió a respaldar las decisiones que adopten las autonomías. En Aragón, el fin del confinamiento provincial podría aportar una mayor rentabilidad a las pistas del Pirineo y la Ibérica turolense. La decisión, en todo caso, se adoptará la semana que viene, después de la protesta que el sector llevará a cabo el próximo sábado.

Aunque no asistió al Consejo Interterritorial, el presidente de Aragón, Javier Lambán, comió con Illa; el epidemiólogo Fernando Simón; la ministra de Política Territorial Carolina Darias, la delegada del Gobierno, Pilar Alegría, y Repollés en el edificio Pignatelli.