Sanidad cierra la puerta a los test de antígenos en farmacias y dice que la propuesta no está madura
Según Sira Repollés, hacer estas pruebas acarrearían una serie de problemas, ya que habría que sectorizar las farmacias, repensar la notificación de los resultados o adecuar el sistema informático.
Sanidad cerró este viernes la puerta a los test de antígenos en farmacias de cara a la Navidad, una propuesta defendida por PP y Ciudadanos y por los colegios de farmacéuticos de las tres provincias, que incluso habían trasladado un protocolo al Gobierno de Javier Lambán. La consejera, Sira Repollés, aseguró que la propuesta "no está madura", y que solo se recurrirá a ella "si las circunstancias cambian", ya que la Comunidad "no está al límite de su capacidad" para la realización de test.
A su entender, hacer estas pruebas acarrearían una serie de problemas, ya que habría que sectorizar las farmacias, repensar la notificación de los resultados, adecuar el sistema informático... También podrían generar una falsa sensación de seguridad y contribuir a la relajación de las medidas sanitarias durante las cenas de Nochebuena y Nochevieja, dado que proporcionan una "foto fija" que no permite valorar la situación epidemiológica real. "Como propuesta me parece razonable, pero hay que hacer un análisis más fino", aseveró.
Aunque la popular Ana Marín y Susana Gaspar, de Ciudadanos, aseguraron que esta apuesta permitiría desaturar la Atención Primaria y recordaron que en Madrid se están preparando cursos específicos para el personal y dobles circuitos en las farmacias, Repollés advirtió de que la carga no se rebajaría en exceso y les complicaría la vida, ya que el mayor volumen de trabajo de los ambulatorios se centra en el rastreo. Aseguró, en todo caso, que su Departamento está estudiando el protocolo.
La planificación
El Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza había planteado crear zonas aisladas que garantizasen la privacidad, la confidencialidad y una atención personalizada, así como circuitos de entrada y salida diferenciados. Proponía incluso hacer las pruebas fuera del horario de apertura para evitar el contacto con otros usuarios.
En el protocolo presentado a la DGA incidía, asimismo, en la necesidad de disponer de un sistema de eliminación de residuos y que las pruebas y el acompañamiento del paciente fuera realizado por un farmacéutico que hubiese actualizado su formación.
La seguridad, agregaba, se garantizaría en todo momento con el uso de mascarillas FFP2, batas desechables y doble guante; y una vez finalizado el procedimiento, el farmacéutico debería desinfectar el espacio utilizado.
