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"No hay que tener miedo a crecer partiendo de poco"

Los hermanos Santolaria son ganaderos de ovino y productores de cereal en Alerre.

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Francisco, Carlos y Alberto Santolaria, con algunos de los ejemplares de su explotación ovina.
F. S.

Francisco, Carlos y Alberto Santolaria son los titulares de una explotación familiar en Alerre (Huesca) de ovino en extensivo y cereal de secano y regadío. Cuentan con una cabaña ganadera de 2.400 ovejas y una explotación agrícola de 600 hectáreas. Socios de la cooperativa Oviaragón, la producción de su carne luce el reconocido sello de calidad de la Denominación de Origen Ternasco de Aragón. Gestionan sus subproductos para reducir al mínimo el impacto que los animales pueden provocar en el medio ambiente y participa en punteros programas de selección por prolificidad de la raza rasa aragonesa.

Su pasión por la actividad ganadera tiene tradición familiar. Su padre ya se dedicaba al ovino y al cultivo de cereal, pero cuando ellos llegaron a la explotación apenas contaban con 80 ovejas y 45 hectáreas. "Fuimos dimensionando el negocio, ampliando con tierras propias y de alquiler y adquiriendo nuevos animales", explica Francisco, que señala que junto con los tres hermanos trabajan otros dos empleados.

"No hay que tener miedo a crecer, aunque se parta de muy poco", señala Francisco, que asegura que lo que la clave del éxito para ir ganando el necesario y más rentable tamaño es "tener las ideas muy focalizadas".

Defiende además este ganadero oscense la necesidad de gestionar la explotación como una auténtica empresa. "Hay que tener personal, no es necesario dedicarse uno solo a trabajar de sol a sol, porque no se trata de que la explotación sea toda tu vida, sino de que tú vivas de la explotación", insiste.

Convencido de la importancia de la diferenciación, Francisco Santolaria destaca la importancia de transmitir a los "que llegan ahora al sector" la necesaria apuesta por las marcas de calidad. "Es fundamental invertir en todo lo que pueda suponer un plus de calidad, porque a la larga el consumidor lo va a demandar".

Para Francisco (que se formó como capataz agrícola jefe de explotación en la Escuela de Capacitación Agraria de Cogullada y como técnico Especialista FP Rama Agraria en Huesca), la formación especializada es imprescindible. Pero también lo es, señala, "recorrer un poco de mundo y conocer distintas explotaciones en zonas diferentes, para, a partir de ahí, diseñar tu propia explotación".

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