coronavirus

Carlos Moraga: "Algunos amigos alaban mi supuesto valor por ponerme la vacuna, otros me dan por muerto"

El periodista aragonés, de 45 años y afincado en Moscú desde hace diez, es el primer extranjero al que se le ha administrado la Sputnik V, la vacuna rusa contra el coronavirus.

El zaragozano se vacunó voluntariamente y no ha notado efectos secundarios
El zaragozano se vacunó voluntariamente y no ha notado efectos secundarios
Russia Today (RT)

¿Cómo surge la oportunidad de recibir la vacuna?

Desde el primer día tuve claro que, en cuanto saliera la vacuna, intentaría ponérmela. Mi pareja, periodista como yo, estuvo trabajando sobre el tema y en cuanto apareció la posibilidad de participar como voluntarios nos informarnos. Para ella, siendo rusa, fue más sencillo. Para mí era más difícil al principio, pero luego las autoridades abrieron la posibilidad de que participasen también extranjeros. Además, la televisión en la que trabajo, RT, nos facilitó la gestión.

¿No le dio miedo exponerte a un fármaco en fase de desarrollo?

El miedo siempre existe. Mucha gente me preguntó por qué lo hacía y eso no te da demasiada seguridad durante los días de espera, pero ya llega un momento en el que piensas que si te echas atrás te vas a arrepentir. Las posibles ventajas eran mucho mayores que los eventuales inconvenientes que pudieran surgir.

Las cribas para ser voluntario serán muy estrictas

Sí, antes de administrarte las vacunas te hacen una serie de análisis y pruebas médicas. Te pesan, te miden, te preguntan por enfermedades crónicas, alergias, medicamentos que tomas habitualmente, consumo de estupefacientes... También te hacen las pruebas del VIH, de la hepatitis y, claro, los PCR para saber si tienes el virus y un análisis de anticuerpos. Hay gente a la que rechazan en este proceso.

¿Qué tipo de seguimiento médico se hace tras la inyección?

Tras la vacunación te hacen instalar una ‘app’ donde vas rellenando una especie de diario. Apuntas cómo te encuentras y si has tenido alguna molestia o reacción. Además, durante los tres primeros días te llaman para preguntarte por tu estado. La frecuencia en las llamadas se amplía a semanas y meses, excepto en los días de la administración de la segunda vacuna, a los 21 días de la primera. También te entregan una pulsera que va recogiendo tus constantes vitales y transfiriéndolas a la ‘app’. Y tienes un número de teléfono para hablar con el médico que lleva tu caso.

¿Se siente bien? ¿Ha notado algún tipo de efecto?

Yo no he tenido efectos secundarios, todo ha ido muy bien. En ocasiones sospecho que podría haberme tocado placebo, algo que no me gustaría, porque la idea es estar vacunado en el caso de que finalmente funcione… Durante el primer día creía notar algo, cierto agotamiento y un malestar tenue, como si tuviera la cabeza embotada. Pero no experimenté dolores ni fiebre, que son dos de los efectos secundarios que al parecer experimentan más o menos la mitad de los voluntarios, según he leído.

¿Les aconsejan los médicos reposo total u otra medida?

No podemos ingerir alcohol durante tres días antes y después de la administración de la vacuna ni hacer deporte uno o dos días después. La idea, luego, es que hagamos vida normal, precisamente para ver si la vacuna es efectiva o no. La única excepción son los 21 días entre la primera y la segunda vacuna, cuando se aconseja que no haya contacto con ninguna persona que tenga síntomas de gripe o resfriado.

¿Tus amigos y familiares en Aragón entienden que te hayas presentado voluntario a la prueba?

Hay de todo. Algunos amigos están muy orgullosos y alaban mis supuestas generosidad y valentía, que yo creo que para nada son tales, más bien al revés. Después están los que bromean con el tema y me dan por muerto directamente, que son los menos.

El aragonés es el primer extranjero al que se le ha administrado la vacuna.
El aragonés es el primer extranjero al que se le ha administrado la vacuna.
Russia Today (RT)

¿Qué impulsó a un periodista zaragozano a marcharse a Rusia?

Cumplo once años en Rusia dentro de unos días. Vine aquí a trabajar en la web del canal de noticias en español RT y a los pocos años me cambié a otro departamento, a Programas. El hecho de que lleve este tiempo ya indica más o menos si estoy bien o mal.

Desde la lejanía parece un país complicado

La vida aquí es relativamente parecida a lo que era en España, con alguna que otra incomodidad motivada por el idioma. Vivir aquí ha supuesto un camino de autoconocimiento y de aprendizaje que me ha convertido en quien soy. He conocido a gente maravillosa de muchos países, no solo de Rusia -como mi pareja y su familia-, también de Latinoamérica.

¿Qué echas de menos de tu barrio, de tu ciudad?

Nací en el Mediterráneo, pero a los meses nos mudamos a Zaragoza. Tengo allí a parte de mis mejores amigos y a mi madre; mi hermano vive en sus adorados Pirineos. Mi familia biológica y la elegida, que son los amigos que hice en Las Nieves (Casablanca), La Jota y La Magdalena, son lo que más echo de menos.

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