Los contenidos esenciales y las nuevas metodologías marcarán un curso insólito

Los centros contarán con planes de concienciación sobre el virus y emocionales. Se insistirá en el manejo de las tecnologías y en enseñar a los alumnos a trabajar de forma autónoma.

Una familia compra libros de texto en la librería Siglo XXI.
Una familia compra libros de texto en la librería Siglo XXI.
Francisco Jiménez

Con el foco de atención puesto en las medidas sanitarias y de seguridad para evitar que el virus entre en los colegios y el trabajo a contrarreloj para adaptarlas a las cambiantes instrucciones de Educación, poco se ha hablado del aspecto académico. Lo que está claro es que los temas de las asignaturas que se quedaron en un cajón o en las páginas de los libros sin leer por el cese de la actividad lectiva presencial se integrarán en la programación de este curso.

"Va ser un año de contenidos mínimos y esenciales". Es una visión que comparten Eva Bajén, directora del IES Cinco Villas de Ejea de los Caballeros y también presidenta de la Asociación de Directores y Directoras de Institutos de Educación Secundaria de Aragón (Adiaragón) y José Luis Ruiz, jefe de estudios del ceip Torre Ramona de Zaragoza.

Ruiz recuerda que aunque hubo centros que optaron por adelantar materia durante el confinamiento, tiene que volver a impartirse, o reforzarse, para paliar los déficit de alumnos que no pudieran trabajar en condiciones en sus hogares, muchos de ellos por falta de ordenador, o los generados por la enseñanza a distancia.

No quiere decir esto que la nueva programación sea una suma del tercer trimestre y del curso 2020/2021, sino que se trata de recortar y simplificar el temario eliminando lo redundante y ordenar en el tiempo lo que se va a dar.

El carácter helicoidal de la mayoría de las asignaturas, en las que de un curso a otro se refuerzan y amplían conocimientos sobre los mismos temas principales, facilita esta adaptación. "El problema puede presentarse en materias que no tienen continuidad como Música, que en 4º de la ESO pasa a optativa, pero pueden incorporarse algunos de sus contenidos a Lengua o Historia", explica Bajén.

Esta docente entiende que no hay que pensar que los alumnos van a perder conocimientos. "Como profesora de Lengua, por ejemplo, las cuestiones imprescindibles de comprensión, expresión y mecanismos lingüísticos estarán allí, y luego siempre se puede implementar. Los currículos son muy amplios", apunta. "No nos tenemos que obsesionar con los contenidos, sino que los alumnos tienen que adquirir herramientas para obtenerlos e ir avanzando".

Evitar una carrera para recuperar

En el propio plan de refuerzo pedagógico aprobado por la DGA el pasado junio se insistía en que en estos primeros días "hay que evitar caer en una carrera desenfrenada por intentar recuperar aquellos contenidos curriculares no abordados".

"En estos primeros días hay que evitar caer en una carrera desenfrenada por intentar recuperar los contenidos curriculares"

Algunos sindicatos han criticado que la ministra de Educación, Isabel Celaá, no apostara por hacer una regulación común sobre las medidas académicas a aplicar y la selección de los aprendizajes esenciales. Es responsabilidad de los centros bajo la orientación de cada comunidad autónoma.

Las primeras semanas se dedicará tiempo a concienciar a los escolares sobre la pandemia y los hábitos a seguir en las instalaciones. También se van a poner en marcha planes emocionales para superar esos posibles temores o la ansiedad que la atípica rutina escolar puede provocarles tras casi medio año alejados de las aulas.

Algunos docentes de primaria estiman que cada día dedicarán cerca de una hora a los lavados y desinfección de las manos, salidas y entradas escalonadas y otras prácticas, un tiempo que también dependerá de la edad de los alumnos.

Desde el principio también se va a intentar que los estudiantes se familiaricen lo máximo posible con la plataforma digital que se utilice en el centro en previsión de que toda una aula tenga que guardar cuarentena, durante la que las clases seguirían de forma telemática o tutorizadas a distancia, o si se cierra todo el colegio o se decreta un confinamiento.

Para Bajén también hay que aprovechar este momento excepcional para aplicar nuevas metodologías como la clase inversa Consiste en sacar la teoría del aula para ocuparla con los ejercicios, es decir, lo contrario a lo que se viene haciendo. El alumno se prepara por su cuenta el tema, para lo que puede contar con explicaciones en vídeo del profesor, y en el aula se resuelven dudas y se hacen las aplicaciones prácticas. El Departamento ya ha abierto un nuevo periodo de inscripción, con 400 plazas, para cursos sobre esta técnica.

En opinión de Bajén, tras el confinamiento también es hora de que el estudiante sea más activo en su aprendizaje, algo que muchos tuvieron que improvisar cuando les tocó seguir las clases desde casa. "Hay que trabajar competencias como la autonomía personal y la autoregulación del aprendizaje. Que aprendan a aprender", concluye.

JAVIER GONZALEZ ( DIRECTOR DEL I.E.S. FELIX DE AZARA ) / 04/09/2020 / FOTO : OLIVER DUCH [[[FOTOGRAFOS]]]
Javier González, director del instituto Félix de Azara de Zaragoza
Oliver Duch

Javier González, director del instituto Félix de Azara de Zaragoza

"No hay que agobiar al alumno con un exceso de materia, se trata de ir a lo fundamental"

Una queja generalizada es que los contenidos que estudian los alumnos suelen ser muy extensos y memorísticos y este año sí que habrá que ir a aprendizajes esenciales. De esta opinión es Francisco Javier González, director del instituto Félix de Azara de Zaragoza, con 32 años de experiencia en aulas y al frente de un centro con 780 alumnos y 77 profesores.

"No hay que agobiar al alumno con un exceso de contenidos, hay que ir a lo esencial y fundamental", dice. Y lanza un mensaje de tranquilidad a las familias: "No van a perder ningún tipo de aprendizaje. Estamos poniendo todo nuestro empeño para mantener el nivel y la calidad de la enseñanza".

Para ajustar los temarios, explica González, se cuenta como punto de partida con los informes que se dejaron hechos a finales del curso pasado. Por un lado está la memoria final de cada departamento, en la que se refleja lo que se aprendió en el tercer trimestre del confinamiento y lo que no se llegó a desarrollar. Además, de cada alumno se cuenta con un informe valorativo individualizado que, en opinión de González, es "primordial" en el caso de los escolares que pasaron de curso con asignaturas suspensas y con las que en circunstancias normales no hubieran promocionado.

La plataforma educativa ‘online’ Aeducar, basada en Moodle, que ha creado la DGA le parece un "paso necesario", aunque hay libertad para que los centros continúen con las que ya venían utilizando. "Para implantar la semipresencialidad hemos comprado 10 cámaras que enfocarán la pizarra y grabarán las explicaciones del profesor para que luego el alumno pueda descargarlas en su casa", señala. "Los estudiantes van a tener que empezar por familizarse con estas herramientas".

Alejandra Escalada, directora del colegio pública de Alfamén
Alejandra Escalada, directora del colegio público de Alfamén
Macipe

Alejandra Escalada, directora del colegio público de Alfamén

Cuando faltan aulas, docentes y medios, el plan de refuerzo pasa a segundo plano"

"Cuando faltan aulas, maestros y medios de higiene y protección, el proyecto de refuerzo pasa a un segundo plano, aunque, lógicamente, se esté trabajando en él". Quien habla así es Alejandra Escalada, directora del colegio Mateo Valero de Alfamén y miembro de la junta gestora de la Asociación de Equipos Directivos de Infantil y Primaria de Aragón (Aedipa).

Ella asegura que tiene "suerte" al estar al frente de una escuela pequeña con unos 145 alumnos y una plantilla bastante estable de 13 profesores (uno a media jornada), que no está sufriendo las "graves carencias" de otras escuelas sobre todo de poblaciones más grandes. Aún así, se ha encontrado con que una de las maestras de infantil no se incorpora hasta este mismo lunes después de la última adjudicación de plazas. Agradece al Ayuntamiento los medios de protección y de señalización que les ha facilitado. De la DGA no ha recibido nada hasta ahora.

"Espacio de más no tengo y al no contar con comedor la puesta en marcha del plan de contingencia es más sencilla, aunque hemos tenido que darle muchas vueltas y cambiarlo conforme Educación iba publicando nuevas directrices", cuenta.

Está convencida de que estos primeros días van a ser "un continuo ensayo de prueba y error" en el que habrá que ir puliendo las medidas. Aquí los niños pasarán de reencontrarse en los parques y las calles a hacerlo al aula, "la mayoría se están viendo continuamente".

Para abordar el plan emocional quiere echar mano del teatro. "Vamos a tratar de hacer algo de formación para mostrar a los niños la forma de expresarse a través del teatro", explica. "Aunque es toda la comunidad educativa la que necesita un plan emocional".

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