Las operaciones inmobiliarias caen un 40% en Zaragoza hasta junio, según un informe de GTI Asesores Inmobiliarios

El descenso en la compraventa de viviendas no ha afectado por ahora a los precios. El Centro y la Romareda siguen siendo los distritos más caros en venta de pisos, mientras en alquiler es el casco antiguo

Pese a ser la construcción uno de los sectores menos castigados por la pandemia y haber registrado un repunte inicial durante la desescalada por operaciones que habían quedado aplazadas, la gran incertidumbre que existe ha acabado «haciendo mella en el inversor». Ni el particular que busca vivienda propia, ni el pequeño y mediano promotor ni los grandes fondos de inversión –que ya antes de la crisis estaban reduciendo su volumen de compra– se atreven. Algo que se traduce, según un informe de mercado elaborado por GTI Asesores Inmobiliarios correspondiente a este primer semestre, en que se haya producido una caída del 40% en transacciones inmobiliarias tanto en venta de pisos como de oficinas, naves o locales donde «el descalabro ha sido superior ya que vienen arrastrando la crisis desde 2018», explicó ayer Ricardo Murillo, del departamento de Estudios de Mercado de esta firma con más de 30 años de experiencia.

Según el informe de GTI Zaragoza, el descenso en Aragón habría sido algo inferior, del 30%, siendo la capital aragonesa –que concentra más del 50% de las operaciones de toda la Comunidad– donde habría alcanzado ese 40%. Sin embargo, «la caída de los precios ha sido mucho menos significativa» porque, explicó Murillo, «en el caso de la obra nueva los precios estaban ajustados a la situación precrisis; y en segunda mano, porque el propietario confía en que la situación revierta en poco tiempo y prefiere posponer la venta a rebajar el precio». Si bien, advirtió que «esto podría cambiar en caso de que se prolongue la crisis más de lo deseado».

Asimismo, el analista de GTI recordó que «todas las operaciones de obra nueva en Zaragoza siguen en marcha, así como las que estaban en precomercialización, al tener vendido el 70% u 80% de las viviendas». De acuerdo al informe de GTI, el hecho de que tanto vivienda nueva como de segunda mano en venta mantengan los precios podría «paradójicamente beneficiar al mercado de alquiler si un mayor número de inmuebles, al no encontrar comprador, se incorporan a este mercado», lo que a su vez implicaría «moderar el precio del arriendo». Sin embargo, por ahora «se mantiene en parecidos niveles a los trimestres precedentes», según el informe, y en cuanto al volumen, en alquiler, las operaciones sí se han reducido por el descenso en población flotante: estudiantes, turistas, etc.

En cualquier caso, indica el informe de GTI, «el Centro y la Romareda siguen siendo los distritos más caros en cuanto a pisos y la zona de Ruiseñores para la tipología de vivienda unifamiliar». Respecto al alquiler, «el distrito más caro es el casco antiguo, seguido muy de cerca por los distritos Centro, Romareda y Universidad, en niveles muy similares». Es en el casco histórico de Zaragoza, precisó Murillo, donde menos locales se han cerrado. «Hay mucho más tráfico peatonal, son zonas ‘prime’ de mayor tránsito de gente y, por eso, donde más se mueven los negocios. El que quiere abrir uno, sea particular o franquicia, suele buscar local en las calles Alfonso, Don Jaime o el Coso».

Desde GTI reconocieron «estar aún muy lejos de encontrar la solución definitiva a tanto local cerrado en la capital aragonesa», pero se mostraron confiados en que la aprobación, el 4 de julio, por parte del consistorio zaragozano de la modificación de la normativa urbanística que regula los usos admitidos en los locales de la ciudad pueda servir para darles más salida. Sin embargo, Murillo avisó de que «la caída en la demanda de locales comerciales es un problema generalizado en todos los barrios de Zaragoza salvo para aquellos que están en las calles principales». Y aún con todo, el último Observatorio de locales de GTI apunta a que en Gran Vía-Sagasta hay una gran oferta de locales con un precio de alquiler muy por debajo de la media mientras que en Independencia-Cesar Augusto también hay muchos disponibles.

Por último, Murillo aseguró ser optimista en cuanto a que el sector inmobiliario resista. «Tiene una de las rentabilidades (5%) más altas», dijo, si bien para hablar de recuperación habrá que esperar 18 o 24 meses, hasta 2022. 

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