Las arcas autonómicas

La pandemia provoca un desplome del 39% en la recaudación de impuestos de la DGA

Hacienda ingresa 92 millones menos en el primer semestre por la caída de la actividad y la moratoria fiscal aprobada mientras solo los contratos de emergencia para afrontar la crisis suman 34 millones.

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La crisis económica asociada a la pandemia está haciendo estragos en las cuentas públicas hasta el punto de provocar un desplome superior al 39% en la recaudación de impuestos de la DGA en el primer semestre del año. La Consejería de Hacienda ha dejado de ingresar 92 millones de euros como consecuencia de la caída de la actividad y la moratoria fiscal aprobada, una cuantía con la que se podría pagar de golpe el nuevo hospital de Teruel.

El roto presupuestario es más que considerable, especialmente cuando se multiplican al mismo tiempo los gastos generados para hacer frente al coronavirus. Solo los 401 contratos de emergencia suscritos por las distintas consejerías suman casi 34 millones. Y suponen una mínima parte del dinero que se está destinando.

Tanto los tributos propios como los cedidos sufren una caída idéntica, del 40%, lo que da una idea del parón económico provocado por la pandemia. Únicamente se salvan las tasas y aún así la recaudación se ha reducido un 11,5% al haber menos demanda de servicios de la Administración, desde los permisos de caza y pesca y las inspecciones sanitarias de animales hasta las actividades industriales, mineras o comerciales. En este último caso, el dinero que ha entrado en la DGA se ha reducido a 7,4 millones, 1,4 millones menos que en el primer semestre de 2019.

En el extremo contrario está el impuesto de matriculaciones, que se ha hundido en un -71,55%. Fuentes oficiales indicaron que la simbólica venta de vehículos explica que se haya pasado de ingresar 8,2 a 2,3 millones en el mismo semestre de 2019 y 2020, respectivamente. La esperanza está puesta en las ayudas aprobadas por el Estado para reactivar el sector, con las que podrían repuntar los ingresos.

La falta de actividad económica por la pandemia se refleja de forma muy clara con el impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que grava la venta de pisos o vehículos entre particulares y los arrendamientos. De los 66 millones que se ingresaron en el primer semestre de 2019 se ha pasado a los 45,2, casi una tercera parte menos.

Algo parecido ocurre con el impuesto que soportan las grandes superficies, que ha caído un 83,7%. En este caso se explica en gran medida por la bonificación impulsada para compensar el obligado cierre con la declaración del estado de alarma. Lo mismo ocurre con la tasa del juego, del 74%, ya que a los empresarios se les ha reducido el importe en función del periodo de suspensión, total o parcial, de la actividad.

Si se repasan todos los tributos, el que más cae en términos absolutos es el de Sucesiones y Donaciones, de 61 a 30 millones. Desde Hacienda indicaron que la modificación legal aún repercute en la recaudación, al igual que la moratoria aplicada en las autoliquidaciones hasta octubre, cuya prórroga se amplió hace dos semanas.

Las estimaciones tampoco son halagüeñas en el cómputo del ejercicio, ya que las proyecciones apuntan que Aragón dejará de recaudar más de 200 millones pese que el Gobierno central ha mantenido las entregas a cuenta con la previsión inicial de crecimiento del 1,6% del PIB y no lo ha ajustado con la previsión de su caída, que según los distintos organismos variará del 10,9% al 14,14%. Eso sí, tocará devolver el dinero al Estado dentro de dos años y supondrá varios cientos de millones, como ya ocurrió con la anterior crisis, en 2009.

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