terrorismo

La etarra era "bajita, de mofletes rollizos y ojos negros"

El juez Pedraz valora el reconocimiento del testigo protegido de la presunta colaboradora del autor del asesinato de Manuel Giménez Abad.    

Itxaso Zaldúa y Mikel Carrera Sarobe, alias 'Ata'
Itxaso Zaldúa y Mikel Carrera Sarobe, alias 'Ata'
HA

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz decretó ayer prisión provisional comunicada y sin fianza para la etarra Miren Itxaso Zaldua, una donostiarra de 48 años, por su presunta implicación en el atentado de quien fuera presidente del PP en Aragón, Manuel Giménez Abad, el 6 de mayo de 2001. Ella negó los hechos y se limitó a asegurar que nunca estuvo en Zaragoza.

El auto de prisión considera que «al menos» intervino «como colaboradora» en el asesinato y lo basa en el reconocimiento fotográfico de un testigo protegido en la Policía, que lo ratificó el pasado día 7 en el Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional. Considera que es un reconocimiento que se realizó de forma «libre, segura y espontánea».

Además, lo refuerza en sendos informes del servicio de Información de la Guardia Civil y de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional sobre los integrantes del entramado Basajaun, que pudo cometer el atentado de Manuel Giménez Abad. A él pertenecieron Mikel Carrera Sarobe, alias Ata, y Miren Itxaso Zaldua, alias Sahatsa, cuya integración en la banda terrorista se desconocía cuando se cometió el atentado en mayo de 2001.

Fotografía desconocida 

Por esas fechas su fotografía no se había mostrado después del atentado a los testigos. El juez Pedraz valora en el auto de prisión que cuando la Policía expuso la imagen de Itxaso Zaldua a un testigo no se había mostrado nunca (ni a ciudadanos ni a medios de comunicación), por lo que el reconocimiento (que fue en noviembre de 2019 y se ratificó este mes) adquiere más rango.     

El juez dicta un auto de procesamiento de la etarra, que fue reconocida por un testigo como «una mujer bajita, de mofletes rollizos, ojos negros», que vestía de color negro y un gorro tipo ‘bombín’ y abrigo largo a pesar del mes de mayo, que daba seguridad a cierta distancia al autor de los disparos (disparos que fueron realizados con el mismo arma que sirvió para asesinar a Joseba Pagazaurtundua en febrero de 2003), a la que entregó un objeto que no puede precisarse (podría ser la pistola), huyendo ambos en direcciones opuestas: Ata a la carrera y la mujer «con paso ligero».

El auto de procesameinto recuerda que los hechos ocurrieron entre las 18.00 y las 18.30 de aquel 6 de mayo de 2001 cuando el que fuera presidente del PP en Aragón, Manuel Giménez Abad, se dirigía con su hijo Francisco de Borja Giménesz Larraz al estadio de la Romareda cuando al llegar a la calle Princesa, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias Ata, abordó al señor Giménez Abad por la espalda y, sin mediar palabra, realizó tres disparos sobre su cabeza, quie le produjeron la muerte en el acto. 

A continuación, el autor de los disparos huyó corriendo del lugar de los hechos cruzándose por el camino con varios testigos a los apuntaba con la pistola, mientras el joven Francisco de Borja (tenía 16 añosd) le increpaba al grito de "cabrón, me has jodido la vida, ETA asesina".  

Asimismo, el juez se basa en la pertenencia de los dos etarras del comando Basajaun de ETA (que ya estaba operativo desde octubre del 2000) en la documentación intervenida en diciembre de 2002 en una casa de Tarbes (Francia), donde vivía el etarra Juan Fernández Iradi, alias Susper.

En febrero de 2001 se produjo un encuentro entre Ata y la dirección de ETA, según aparece en un fichero informático denominado ‘seguiritateak’. Ahí aparecen instrucciones para cometer acciones terroristas y objetivos concretos en Zaragoza o Fraga, entre los que se incluiría el atentado de Giménez Abad.

El auto justifica que los contactos de la dirección de ETA con los dos miembros del comando Barajaun no se conocieron hasta intervenir los documentos en Tarbes y por eso los testigos consultados por la Policía no la pudieron reconocieron los días posteriores.

La etarra fue trasladada ayer a la prisión de Soto del Real, donde le comunicarán por videoconferencia su procesamiento el próximo lunes.

La abogada Carmen Ladrón de Guevara, que ejerce la acusación por la familia del presidente del PP de Aragón, destacó la «colaboración ciudadana» en identificar a la etarra, junto con los dos informes de la Guardia Civil y la Policía, para que vaya a ser juzgada como colaboradora, junto con Mikel Carrera como autor material del asesinato.

«Es un paso más para llegar al juicio en un atentado del que ha pasado tanto tiempo y estaba sin resolver. Esperamos que se celebre pronto y sigamos adelante para resolverlo», manifestó la abogada.

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