Transporte público en aragón

La recaudación de los buses interurbanos cae un 80% y deja al sector en "situación crítica"

La patronal urge las indemnizaciones que ha comprometido la DGA ante el grave problema de liquidez y las compañías avisan de que no pueden recuperar todos los servicios ante el desplome de la demanda. 

Un grupo de viajeros espera a subir al bus en la estación de Zaragoza, este sábado por la mañana.
Un grupo de viajeros espera a subir al bus en la estación de Zaragoza, este sábado por la mañana.
José Miguel Marco

"Llevamos tres meses parados y los pocos autobuses que circulan transportan aire. Las ayudas e indemnizaciones comprometidas por la Administración deben llegar ya porque la situación es crítica". Este es el llamamiento que la secretaria general de la Asociación Empresarial de Transportes Interurbanos de Viajeros en Autobuses de Aragón (Aetiva), Rosa Cavero, hace a la DGA ante el desplome del tráfico de pasajeros en todas las líneas interurbanas durante la pandemia. Esto ha provocado que la caída de la recaudación supere el 80% respecto al mismo periodo del año pasado y ha puesto a muchas compañías al límite, con graves problemas de liquidez.

Rosa Cavero hace  una radiografía demoledora al relatar que dos de los pilares del negocio, las rutas escolares y los servicios discrecionales, quedaron suspendidos a mediados de marzo, mientras las concesiones de transporte metropolitano e interurbano han sufrido una auténtica sangría por el confinamiento. "A los viajeros se les ha dicho que no se subieran al transporte público, por lo que ahora tenemos la ardua tarea de convencerles de que es tan seguro viajar en un autobús como en un avión porque se renueva el aire de forma constante", asevera.

Las empresas del sector, con el respaldo de Aetiva, negociaron una serie de indemnizaciones con la DGA por las rutas escolares y rurales contratadas y que no han podido cubrir desde hace dos meses y medio. El problema es que el dinero no llega y solo han podido facturar a la Dirección General de Transportes una mínima parte, la correspondiente a las rutas rurales sujetas a un contrato-programa. Y esto tampoco les arregla su balance, dado que solo está presupuestado para todo el año dos millones de euros.

Voluntad de la Administración

Lo que sí reconoce Cavero es la voluntad del director general, Gregorio Briz, quien decidió paliar el retraso crónico en el pago de las indemnizaciones por débil tráfico a las compañías e implantar el pago a cuenta. De este modo, las empresas cobrarán a lo largo del verano la misma cantidad recibida en 2019 y antes de fin de año se ajustará la cuantía con la partida extra presupuestada, que ha pasado de 1,8 a 2,2 millones para cubrir parte del déficit de 2019.

Briz señala que ha adelantado el pago lo que ha podido y recordó que hasta ahora se llegaba a abonar a dos años vencidos. "Lo que no puedo es saltarme los procedimientos administrativos", añade antes de trasladar su compromiso a la hora de reclamar una compensación "justa" al Ministerio de Transportes, que ha comprometido 800 millones en ayudas para el sector.

En el caso de Educación, el acuerdo pasa por abonar el 59,9% de los kilómetros no recorridos, lo que permitirá cubrir los costes fijos de las rutas escolares con la partida de 14 millones habilitada para la prestación del servicio. El importe final variará en función de las compañías porque, explican fuentes oficiales, "hay algunas que sí han estado prestando servicios durante el estado de alarma, como puede ser el transporte de temporeros, y autónomos que se han acogido a otras ayudas". El problema es que Intervención aún no ha dado su visto bueno, lo que está alargando su tramitación.

La secretaria general de Aetiva considera que esta indemnización es "justa" y "muy moderada" en comparación con otras autonomías. "Extremadura va a abonar el 100% y Galicia, el 80%", añade.

Mientras las indemnizaciones siguen sin llegar, las compañías se verán obligadas desde este lunes a incrementar el número de expediciones pese a la baja demanda. La directora de Ágreda Bus, Cristina Luque, deberá cubrir dos viajes a la semana de Zaragoza a Biel, de 95 kilómetros, cuando antes de la pandemia solo llevaba 14 viajeros al mes, o cinco servicios de Alagón a Boquiñeni, cuando la media no llega a un viajero y la recaudación del año pasado se limitó a 680 euros. "Es irracional, la Administración debe ser consciente de la realidad. Esto implica dar de alta vehículos y sacar a trabajadores del ERTE sin poder cubrir siquiera los costes. Es una drama", dice.

Costes unitarios disparados

El director de la división norte de Avanza, José Ramón Lasierra, tiene 105 autocares dados de baja en Tráfico ante los "niveles drámaticos" de actividad: hasta ahora solo cubre el 15% de las expediciones, con las que ha transportado a 3.427 frente a los 235.000 viajeros que registró en el mismo periodo del año pasado.

En un territorio despoblado, la complementariedad con las rutas escolares y servicios discrecionales es imprescindible para que salgan los números. Y esto se ha volatilizado con la pandemia, por lo que "los costes unitarios sobre la producción se han multiplicado por tres y por cuatro".

El director general de Hife en Aragón, Juan Carlos Fuentes, detalla que tiene medio centenar de rutas escolares paradas entre Zaragoza y Teruel y un agujero en lo que se refiere a viajeros interurbanos: en dos meses y medio se han subido 2.464 usuarios en el área que cubre, el Bajo Aragón, cuando el año pasado eran 68.000. "Tenemos un problema para recuperar la confianza después de semanas desincentivando que suban", apostilla.

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