Desescalada

Los niños y su inocencia recuperan su espacio en el Colegio Británico de Aragón

El centro ha reabierto este martes sus puertas para 34 pequeños de 2 a 5 años bajo estrictas medidas de seguridad

El Colegio Bitánico de Aragón ha reabierto sus puertas este martes para los alumnos de Educación Infantil, de 2 a 5 años. 34 niños de estas edades han acudido al centro donde también se ha abierto el servicio de comedor.

Una fila de niños de 2 y 3 años que salen de las aulas de su colegio y se dirigen al comedor para disfrutar de la comida. Una escena que podía parecer tan cotidiana, ha cobrado este martes en el Colegio Británico de Aragón, situado en Zaragoza, un sentido casi extraordinario. Este centro ha sido de los pocos que ha abierto esta mañana sus puertas para pequeños de 2 a 5 años bajo estrictas medidas de seguridad. Se trata de una pequeña victoria más en esta vuelta a la normalidad.

En total, han sido 34 niños, alrededor de un 30% de los habituales 115 pequeños de Infantil, los que han acudido a este nuevo primer día de colegio. A pesar de ello, las habituales imágenes de lloros a las puertas del centro por dejar a papá y mamá, en esta ocasión han sido inexistentes. "Se han pegado 3 meses en casas con sus familias y la socialización en infantil es vital", ha explicado el director del centro, Miguel Cendegui. Así, para esta reapertura , el Colegio Británico ha extremado las medidas de seguridad e higiene. Entre las más destacadas, se encuentran la entrada y salida escalonada de los niños, distancia de seguridad en las aulas, el comedor y para la siesta y el cumplimiento de la ratio de que haya un adulto para cuatro niños de 2 años  o para seis alumnos de 3 a 5 años. "Es lo más difícil de cumplir del protocolo de seguridad e higiene", ha reconocido el director. 

Asimismo, también han mantenido el servicio de comedor, pero adaptado a las nuevas circunstancias. Las mesas en las que habitualmente se sientan ocho niños, distribuidos en filas de cuatro a cada lado, ahora se utilizan por una cuarta parte y se sientan cuatro niños en dos mesas juntas debido a la distancia de seguridad y a la ratio. "Los niños vienen muy sensibilizados de casa de que hay que tener cuidado, pero hay que ser conscientes de que son niños y se alegran de ver a sus compañeros. Puede haber cercanía y es nuestra obligación como adultos seguir manteniendo la educación para mantener la distancia", ha precisado Cendegui. Además, la comida que en una situación normal se cocina allí, ahora viene transportada. "Nos garantiza una mayor trazabilidad", ha asegurado el director. 

Por otro lado, entre las medidas también está que los niños no pueden llevar ningún objeto de casa. "El peor de los casos sería un sintomático. Automáticamente se clausura la instalación", ha indicado. Entre el equipo del centro, también se han adoptado medidas. "Hemos pasado todos la prueba de la covid. Las 17 personas que estamos aquí y la vamos a pasar cada ocho días y cada sábado hay una limpieza nebulizada de todo el edificio", ha explicado.

A pesar de tantos cambios y de nuevas situaciones, si algo parece permanecer inalterable es la inocencia infantil. Los niños esperaban con ansia que llegara la comida y miraban con curiosidad todo el movimiento que ocurría a su alrededor. Sus sonrisas y sus preferencias culinarias han amenizado a la espera y la normalidad de antaño parecía abrirse paso. Por fin, ha hecho acto de presencia el primero, arroz con tomate, y su atención ha recaído en el plato. A pesar de la corta edad, intercambiaban teorías sobre mascarillas y sobre el virus y si sobre en verano ya no iba a estar.

Este no era el primer intento de apertura del Colegio Británico de Aragón, porque el pasado 25 de mayo, al entrar en vigor la fase 2, ya abrió sus puertas, aunque tuvo que cerrar porque el Departamento de Educación le instó a ello. Ahora, vuelven a reabrir con la idea de cuidar la conciliación. "Para que los que trabajen, puedan trabajar. El colectivo infantil ha sido uno de los más afectados porque han hecho una labor de custodia de 24 horas", ha destacado Cendegui.

Por el momento, el centro permanecerá abierto nueve días hasta el final de las clases. En este tiempo, la inocencia infantil y su alegría darán un pasito más para poder ir recuperando la normalidad. O encaminarse hacia una nueva normalidad.

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