entrevista a la consejera de sanidad

Sira Repollés: "La crisis sanitaria se ha gestionado razonablemente bien a pesar de haber estado al borde del colapso"

Ginecóloga de profesión, ha asumido la Consejería de Sanidad en plena pandemia convencida de poder aportar su experiencia tras trabajar en primera línea.

La nueva consejera de Sanidad, Sira Repollés, en la plaza de la Convivencia en Zaragoza, junto a la sede de la consejería.
La nueva consejera de Sanidad, Sira Repollés, en la plaza de la Convivencia en Zaragoza, junto a la sede de la consejería.
José Miguel Marco

¿Durante esta pandemia, cuando estaba trabajando como ginecóloga, disponía de material de protección suficiente?

En mi servicio sí, pero con la lógica incertidumbre del principio que no sabías qué tipo de material debías llevar, en qué condiciones te lo tenías que poner... Más o menos estuvimos abastecidos.

En la mayor crisis sanitaria decidió asumir las riendas de la consejería de Sanidad. ¿Por qué?

En alguna ocasión me lo habían ofrecido y entonces pensaba que mi sitio era mi profesión. Pero las prioridades cambian y en situaciones en las que te ves golpeado por algo inesperado piensas en lo que puedes aportar tras haber estado trabajando en primera línea. No podía decir que no porque lo que necesitaba la consejería era una persona que supiese cómo se estaba trabajando.

¿No le dio vértigo?

Pues mucho, muchísimo. Tampoco tuve mucho tiempo para reflexionar, pero asumo los retos y soy consecuente. Lo consulté con mi familia, amigos y compañeros y me hicieron ver que mi obligación era estar aquí.

Es una de los 370 sanitarios que firmaron una dura carta exigiendo al presidente Lambán la dimisión de la anterior consejera. ¿Le condicionó aceptar el puesto?

La verdad es que te diría que no, pero por otra parte pensé que yo había podido criticar, o a lo mejor comentar, una circunstancia, unas declaraciones que me parecieron desafortunadas, y haberme podido quejar de la falta de cercanía. Si soy sincera puede que sea la primera vez que lo pienso, pero creo que me movió más mi responsabilidad.

Las declaraciones de Pilar Ventura desataron las críticas.

Sentaron mal. Desde mi punto de vista como sanitaria, ese día había salido del quirófano a las 6 mañana, donde estuve operando desde las 23.00 con un equipo de protección individual. Salí exhausta. Tengo un grupo de amigas científicas y manifestamos nuestro descontento con esas declaraciones, pero en absoluto podía prever las consecuencias más inmediatas de lo que consideraba que era mi papel como sanitaria en esos momentos.

Dice que ya le habían ofrecido el cargo de consejera.

Sí. En la anterior legislatura.

¿Pero entonces no lo aceptó?

No se daban las condiciones, Ahora sí que creo que puedo aportar algo estando aquí.

¿Ha hablado con Ventura?

No he tenido ocasión, y vuelvo a decir, como hice en mi toma de posesión, que soy absolutamente consciente de que es mucho más difícil tomar decisiones acertadas en puestos de gestión. Ahora que estoy aquí veo que las cosas no son tan fáciles pero intentaré hacerlas bien.

¿Cree que se ha gestionado bien la crisis sanitaria en Aragón?

Yo creo que se ha gestionado razonablemente bien porque el sistema sanitario público ha podido soportar el envite en los momentos más agudos de la pandemia y cuando más necesidad había de camas de uci y respiradores sin colapsarse, aunque sí al borde del colapso. Somos una comunidad que ha trabajado todos a una para poder gestionar este tsunami y salir razonablemente exitosos, aunque lamentando la pérdida de vidas humanas, especialmente en algunos colectivos tan vulnerables como las personas mayores.

De hecho, las más castigadas han sido las residencias de ancianos.

Han sido las más castigadas por las características de la población aragonesa, muy envejecida. Desde el primer momento se fue altamente eficaz en intentar solucionar las deficiencias que tenían estas residencias de ancianos, pero inevitablemente las primeras fases de la pandemia nos cogió por sorpresa, como todo, y aunque fue arbitrado de forma rápida las necesidades específicas de asistencia de las residencias lamentablemente hubo que lamentar la pérdida de muchas vidas.

¿Hay suficiente material ante otra oleada de contagios?

Sí, hay reservas estratégicas para al menos seis semanas en condiciones extremas de utilización, tanto de infraestructuras como de materiales, sistemas de información o test. Es nuestra obligación tener reservas porque ahora sabemos que existe esa posibilidad. Hay materiales suficientes con las consiguientes dificultades de encontrar suministradores estables. Para intentar paliar esta dificultad hemos conseguido reconvertir algunas industrias aragonesas de manera que se especialicen en realizar epis, concretamente batas y mascarillas. Aun así, como estas no serán suficientes para abastecer a la comunidad autónoma, nos hemos tenido que garantizar mercados internacionales no solo de esos productos sino de los materiales necesarios para fabricar estos productos. Respecto a capacidades estratégicas de camas tenemos un hospital de campaña con 400 camas en la Feria de Zaragoza dispuesto y perfectamente estructurado para ponerse a funcionar en cuatro o cinco días desde que decidamos que hay que utilizarlo. Nuestra obligación es tener reservas estratégicas porque ahora ya sabemos que existe esa posibilidad, tenemos que estar preparados por si se produce una segunda oleada.

¿Se va a mantener?

Sí, mientras el Ministerio nos lo exija por si existe la posibilidad de que se produzca una segunda oleada o llegue una vacuna eficaz.

¿Qué acuerdos hay con las clínicas privadas por si tienen que volver a aportar recursos al sistema público?

Con ocasión de la pandemia se dictó una orden mediante la cual quedaban a disposición de la sanidad pública para poderlos utilizar en caso de necesidad. Afortunadamente no tuvimos necesidad de hacer ningún traslado de la sanidad pública a la privada, pero desde luego la relación es excelente.

Marzo y, sobre todo, abril fueron los peores meses de la pandemia, con las ucis al límite y los profesionales desbordados. Se suprimieron los permisos, muchos sanitarios cogieron la baja al ser infectados, otros cambiaron de puesto para atender la presión covid… ¿Van a poder recuperar los sanitarios los permisos que no disfrutaron durante la crisis?

No se ha vuelto a la situación precovid, pero se está concediendo algún permiso de forma puntual. El estado de alarma impuso esta medida por la necesidad imperiosa de tener disponibles todos los profesionales que fueran posibles para atender la pandemia. Posteriormente vino el confinamiento, con lo cual esos permisos siguieron estando suspendidos. Tendremos que devolverlos en algún momento.

¿Se van a garantizar las vacaciones de verano?

Sí, es un derecho que yo creo que se va poder garantizar. Incluso en previsión de una segunda oleada se ha procedido a un esfuerzo intensísimo de contratación de recursos humanos tanto en Atención Primaria como de especializada para el abordaje de listas de espera quirúrgica, se han ofrecido tantos puestos de trabajo como mir salían en kas especialidades, incluso han quedado ofertas de trabajo vacantes porque no hay suficientes facultativos para la cantidad de plazas que hemos ofertado. Nos hemos aplicado en tener cubiertas todas las necesiades para hacer frente al periodo estival y abordar las listas de espera.

¿La gratificación a la que se refirió en las Cortes de Aragón es económica?

Se interpreta como económica, porque es así como se dirigió a mí el señor Morón en las Cortes, cuando yo hablo de un reconocimiento, un prestigio, una mejora en las calidades de nuestros puestos de trabajo, con más seguridad, estabilidad, no solo para profesionales sanitarios sino para otras profesiones que se han entregado en esta pandemia. Hablamos de mejoras en todos los sentidos, no solo pecuniarios. Como sanitaria, el reconocimiento de la población ha sido algo entrañable, que a nosotros a las 20.00 nos ha hecho llorar, nos ha dado muchísima fuerza, nos hemos sentido apoyados, respaldados, pero también hemos sentido que teníamos que aplaudir al resto de la ciudadanía por su comportamiento. Ha sido una situación de estrés pero eso nos reconfortaba. Y en ese reconfortar tiene que incluirse mejoras consolidadas, nuestro puesto trabajo nos exige mucho, solemos dar mucho porque es nuestra vocación. Sentirnos reconocidos es la mejor gratificación que podemos encontrar.

Los sindicatos piden negociar reclamaciones laborales históricas.

Ya nos hemos reunido. La prioridad absoluta es acabar con la covid e inmediatamente después abordar estas reivindicaciones.

Ahora toca atender la abultada lista de espera. ¿Cómo se va a abordar esta demora?

Tenemos que priorizar patologías. Es fundamental contar con dos recursos: profesionales y quirófanos. Esa limitación es real, hemos procurado que la limitación de recursos humanos sea la mínima posible porque hemos contratado a todos los profesionales que han acabado la especialidad este mismo año, intentaremos poder paliar la escasez de profesionales. Y respecto a las instalaciones podremos disponer no solo de las instalaciones públicas, sino privadas, por conciertos. Se ha hecho un esfuerzo de contratación para el abordaje de listas de espera quirúrgica incluso en verano. No obstante, es una cuestión a medio o largo plazo que no se solucionará hasta 2022.

¿Cuánto dinero se destinará a esos conciertos?

Estamos estudiando porque esta situación excepcional nos ha obligado a que algunos conciertos haya que rehacerlos o prolongarlos. Nuestra intención es arbitrar medidas para retomar conciertos desde el minuto uno, desde ya.

La covid cambió el modelo en los centros de salud potenciando la telemedicina. ¿Se va a mantener?

Sí, esta pandemia nos ha permitido descubrir potencialidades y evolucionar en las consultas virtuales en un tiempo récord. Este sistema es más eficiente y eficaz. Disminuir la frecuentación de pacientes a los centros de salud no redunda en un empeoramiento de su asistencia, sino todo lo contrario. Va a ser mixto y nos va a permitir una interrelación entre profesionales sin desplazamientos y eliminar la carga burocrática.

¿La sanidad como la conocíamos ha dejado de existir?

Ha evolucionado. Hay una parte de la sanidad que nunca dejará de existir, que es la cercanía, pero lo haremos de otra manera. En poco tiempo toda la población se ha acostumbrado y lo estamos haciendo de forma mucho más natural, más en consonancia con los tiempos que corren.

¿Se van a mantener los dos circuitos en los centros de salud para pacientes covid o con sospechas y no covid?

De momento sí, porque así nos lo exige las condiciones de alerta epidemiológica, hasta que tengamos una vacuna efectiva o nos aseguremos de que no hay contagio del virus.

¿Hay problemas para encontrar facultativos?

Hay más oferta que médicos disponibles para poder trabajar. De las 125 plazas ofertadas esta semana, se han adjudicado 38, el resto se volverá a ofertar y si no saldrán por bolsa.

¿Ese exceso de oferta puede perjudicar a zonas despobladas? ¿Hay algún plan de incentivos?

Se ha arbitrado algún incentivo que se traduce en más tiempo de contratación para los médicos que acudieran a zonas rurales más desprotegidos, especialmente especialistas.

¿Podrán ver los habitantes del Bajo Aragón esta legislatura terminado su hospital de Alcañiz?

Esperemos que sí. Ahora ha habido una rescisión del contrato con la empresa constructora, vamos a recibir la obra y está pendiente de licitar. Esperemos que los trámites sean los menores posibles.

¿El ritmo de obra del hospital de Teruel se ha visto retrasado por la pandemia?

Todo se ha visto afectado, pero el hospital de Teruel sigue en marcha.

Aragón tiene ya más de 5.800 contagios notificados por PCR. ¿Cree que se actuó bien respecto a los test al inicio de la pandemia? 

Como todo, al principio de la pandemia hubo problemas con los test. Con el tiempo nos hemos dado cuenta de que existía mucha confusión respecto a la validez de los test. Al principio se actuó haciendo test a pacientes sintomáticos, lo que entonces se recomendaba a nivel nacional. Ahora se hacen unos 1.400 test diarios y tenemos incluso capacidad para realizar 1.000 más al día si fuera necesario. No tenemos ninguna restricción respecto a criterios para realizar test, salvo las epidemiológicas. En cada momento se actuó con lo que teníamos, con las directrices que teníamos y con lo que se consideraba en ese momento mejor. 

¿Piensa que va a volver otra oleada?

Bueno, nos tenemos que basar en modelos epidemiológicos. Se puede comportar como el virus de la gripe y se puede intensificar, sobre todo en otoño. Hasta que no tengamos una vacuna eficaz o que sepamos que el virus no se transmite tenemos que basarnos en modelos epidemiológicos, que dicen que es posible un rebrote en otoño. 

"Me afecta que no se haya podido proteger a los profesionales"

Aragón tiene ya 827 profesionales contagiados confirmados, lo que representa el 14% de todos los casos registrados en la Comunidad. Unos datos ante los que la consejera de Sanidad, Sira Repollés, que dejó su puesto de ginecóloga en el Hospital Clínico de Zaragoza y la docencia para relevar el 14 de mayo a Pilar Ventura, mostró ayer su preocupación:"Me afecta profundamente que no se haya podido proteger a los sanitarios". En este sentido, indicó que la mayoría de infecciones ocurrieron al inicio de la pandemia del coronavirus, "en el periodo que no sabíamos que no teníamos el virus con nosotros y no podíamos habilitar las medidas adecuadas".

En este sentido, añadió: "Considero que era una circunstancia imprevisible e inevitable. Actuar a tiempo era muy complicado, no solo para nosotros, sino para todas las comunidades autónomas y todos los países. En ese momento, los mercados estaban desabastecidos, se llegaron a comprar materiales a 80 veces su precio habitual, no había ‘stock’ en los mercados. Realmente tengo que decir que se hizo lo que se pudo".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión