Aperturas "testimoniales" y escasez de clientes tras casi dos meses de parón por el coronavirus

Comercio y hostelería iniciaron ayer la fase 0 de la desescalada con aperturas "testimoniales" y escasez de clientes. Solo las peluquerías, obligadas a atender a sus habituales de uno en uno y siempre con cita previa, trabajaron ‘a pleno rendimiento’ dentro de las fuertes restricciones del estado de alarma, que, en el caso de cafés, bares y restaurantes, limita la actividad a la recogida de pedidos realizados por teléfono o por internet. Esto hizo que la mayor parte optase por no levantar la persiana y dedicar esta semana a preparar sus locales para la fase 1 del próximo lunes, en la que habrá más margen de maniobra.

El inicio de la desescalada también permitió reabrir a fisioterapeutas, podólogos, dentistas o gestores. Todos, eso sí, con la correspondiente cita previa y limitación de aforo. El mayor termómetro, no obstante, fue el pequeño comercio. La Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza (ECOS) estima que solo abrieron un 10% de aquellos negocios que podían hacerlo. Los peores datos, de acuerdo con su presidente, José Antonio Pueyo, se registraron en las tiendas de moda y los mejores, en bazares y ferreterías.

Abrir con limitaciones, subrayó, hace que no se puedan cubrir los costes fijos. A esto hay que sumar que, en el caso del equipamiento personal, ni siquiera se ha podido aprovisionar la nueva temporada.

Tampoco funcionó excesivamente bien la cita previa. "Hay subsectores en los que ni clientes ni comerciantes están habituados a esta práctica. Las compras de regalos o complementos, por ejemplo, no se planifican de un día para otro", incidió. Todo esto lleva a la federación a exigir al Gobierno de Pedro Sánchez que redacte los decretos "con la suficiente anticipación", así como que exima de sus cotizaciones sociales a los autónomos. También insta a la DGA y a las corporaciones locales a pasar "de las palabras a los hechos" y a hacer efectivas sus ayudas.

En Las Fuentes apenas hubo aperturas más allá de las peluquerías. "Así, económicamente no amortizas. Es inviable. La mayoría estamos preparándonos para el día 11", avanzó la presidenta de la asociación de comerciantes del barrio, Aurora Sáchez. Su tienda de moda no levantará la persiana hasta el próximo lunes. "Hay que cambiar escaparates, higienizar, adecuar un espacio para la ropa ‘en cuarentena’, adaptar horarios... Todo eso lleva tiempo", recalcó. A su entender, resulta perfectamente comprensible que comercio y hostelería hayan iniciado la desescalada a medio gas. "La situación actual es muy complicada, sobre todo para las empresas que habían presentado expedientes de temporales de regulación de empleo. Abrir ahora les obligaría a sacar a sus trabajadores de estos ERTE", recordó.

"Inseguridad" en el sector

José María Marteles, presidente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, confirmó que "muy pocos" establecimientos abrieron ayer. La explicación, aseguró, está en las limitaciones de esta fase y en el "escaso margen" que ha habido para preparar los locales, ya que, como recordó, "las normas y pautas de actuación para garantizar la salud de trabajadores y clientes se publicaron con menos de 24 horas". Esta circunstancia, añadió Marteles, ha contribuido nuevamente "al clima de inseguridad jurídica característico de los últimos dos meses".

Esta, según los empresarios consultados, fue la tónica en el conjunto de Aragón. En Teruel, la respuesta fue "cero". "La solución no pasa ahora mismo por comidas para llevar. En esta provincia apenas habrá habido movimientos más allá de la capital, Andorra y Alcañiz", apuntó Juan Ciércoles, presidente de la Asociación Teruel Empresarios Turísticos, que esta semana presentará un plan específico para la reactivación del sector.

En su opinión, para subsistir será necesario "apuntalar" los negocios ya existentes con una inyección económica, flexibilizar los ERTE y aprobar nuevas ayudas para el pago de los alquileres.