Rebajas en tiempos de coronavirus: ¿suspenderlas o mantenerlas?
Asociaciones nacionales solicitan sus suspensión o aplazamiento ante la imposibilidad de competir en márgenes con las grandes cadenas. Otros comerciantes ven en ellas una tabla de salvación para cuando levanten la persiana.
El cierre comercial tras decretarse el estado de alarma por el coronavirus ha puesto en serios aprietos al comercio de todo tipo. La primavera ha pasado de largo por las tiendas de moda y los escaparates. Los descuentos 'online' de las firmas alcanzan ya el 60%, aunque las ventas en internet se han desplomado por el confinamiento y las pocas ganas de gastar en unos momentos de incertidumbre sanitaria y económica. Mientras, en las tiendas multimarca y de cercanía el 'stock' se acumula en el almacén o las estanterías a la espera de que los establecimientos puedan abrir sus puertas y la actividad retome la normalidad.
Ante esta situación, organizaciones nacionales como la Confederación Española de Comercio (CEC) o la Confederación Española de Cascos Históricos han solicitado al Ministerio la suspensión oficial este verano de unas rebajas ya de por sí desnaturalizadas desde que están liberalizadas y se pueden aplicar descuentos en cualquier momento. Una medida con la que se quiere beneficiar al sector de toda la vida, que no va a poder competir en márgenes con las grandes cadenas. Al mismo tiempo, insta una vez más al Gobierno central, que es el que tiene competencias en la materia, a reflexionar sobre la conveniencia de volver a los periodos tradicionales de las campañas, en los que se regulaban las fechas de inicio y finalización. La CEC estima que un 20% de los pequeños comercios están en la picota y tendrán que cerrar si no se logran ayudas.
En Aragón, la suspensión o aplazamiento de las rebajas suscita opiniones contrarias. José Antonio Pueyo, presidente de la Federación de Empresarios del Comercio y Servicios (ECOS) de Zaragoza, apoya esta iniciativa siempre y cuando se aplique "para todos por igual" y se extienda también a la venta 'online'. Algo que ve "muy complicado", aunque valora que es un nuevo toque de atención para que la Administración se replantee regularlas otra vez.
De cara a ese esperado "día después" en el que los negocios ahora cerrados a cal y canto vuelvan a abrir sus puertas, muestra su "preocupación" por si se contará con suficientes equipos de protección en caso de que se precisen. Dinamizar las compras en el comercio de proximidad que necesitará recuperar lo más rápido posible las ventas para garantizar su supervivencia es un objetivo en se va a trabajar. En esta línea, recuerda que el Ayuntamiento de Zaragoza ha puesto en marcha la web 'Volveremos si tú vuelves' para que el pequeño comercio pueda presentarse ante los vecinos de la ciudad y ofrecer bonos y descuentos. Este escaparate reúne ya a más de un centenar de establecimientos. Por su parte, ECOS está estudiando la implantación de un tíquet especial de compra destinado a la adquisición de productos en pymes del pequeño comercio para favorecer la recuperación de la demanda y promover la importancia de la tienda física.
"Confían en las rebajas para poder dar salida al género"
"O café para todos o no tiene sentido suspender las rebajas y menos cuando las hay encubiertas de hasta el 60% en las páginas de las grandes marcas y cadenas", dice Vicen Mateo, gerente de la Asociación de Comerciantes de Huesca. Y no descartan que las multinacionales lacen tras el confinamiento grandes descuentos o promociones a pie de calle. Entre sus socios hay muchos, sobre todo del sector textil y de equipamiento personal y del hogar, que ven en las rebajas de julio una tabla de salvación para intentar recuperar el dinero que ya han invertido.
"El cierre por el estado de alarma ha cogido a muchas tiendas con las prendas y género recién recibidos para la nueva temporada y apenas habían tenido una semana o dos para ponerlo a la venta. Por lo que hemos hablado con los socios los hay que confían en las rebajas para poder darle salida", cuenta la presidenta de esta agrupación, Susana Lacostena. Van a perder al menos dos meses de facturación, unos han abonado ya gran parte del género y otros están pendientes de lo que pueda ocurrir en una próxima campaña llena de incertidumbre de la que no siquiera se sabe cuándo podrán volver a levantar la persiana con algo de normalidad.
