El clúster sanitario propone a la DGA la compra masiva de mascarillas para la población

Plantea recurrir a la capacidad de los socios para importar y distribuir también guantes en las farmacias «sin especular». 

El presidente del Clúster Arahealth, Javier Ruiz Poza, en su farmacia de Zaragoza, este martes.
El presidente del Clúster Arahealth, Javier Ruiz Poza, en su farmacia de Zaragoza, este martes.
Laura Uranga

El Clúster de la Salud de Aragón (Arahealth) va a proponer a la DGA la compra masiva de mascarillas y guantes para la población, de modo que se le pueda garantizar una protección mínima cuando tenga que salir de su confinamiento. Este material sanitario se plantea distribuir a través de la red de más de 700 farmacias diseminadas por la Comunidad "para evitar la especulación". Con esta iniciativa, las empresas del sector sanitario darían cobertura a la propuesta del Gobierno central de generalizar el uso de la mascarilla en el momento que se levante la prohibición de salir de casa.

El presidente de Arahealth, el farmacéutico Javier Ruiz Poza, asegura a este diario que la intención de los 44 socios y colaboradores del clúster es dar una respuesta ante la elevada demanda y preocupación que trasladan los ciudadanos a los profesionales de las farmacias. La actual carestía impide atender la petición siquiera del personal de riesgo, el único al que se puede vender mascarillas desde el pasado 19 de marzo por una instrucción de la Dirección General de Asistencia Sanitaria.

Ruiz Poza señala que la prioridad sigue siendo la protección del personal sanitario y asistencial que está "en la primera línea de lucha" contra la pandemia, a los que, subraya, "no les pueden falta epis bajo ningún concepto". No obstante, apunta que de forma paralela a los pedidos de material sanitario para el personal esencial, impulsados por la Administración y el programa #AragónenMarcha de CEOE-Aragón, el Clúster de la Salud promueve ahora cubrir las necesidades de la población.

En este sentido, indica que entre los socios hay fabricantes y distribuidores de material farmacéutico con licencia de importación y capacidad financiera para hacer un gran pedido. "Queremos obtener el preceptivo visto bueno de las autoridades para comprar el material al mejor precio posible, que se ha disparado como consecuencia de la demanda mundial, para distribuirlo a las farmacias sin especular", subraya.

El presidente de Arahealth destaca que el canal farmacéutico es "trazable, seguro y fiable" y que la pretensión es que este material sanitario de protección se venda con los "márgenes habituales" tanto de distribución como de farmacia. Eso sí, advierte de que el denominado PVL (precio de venta de laboratorio) vendrá fijado por el mercado internacional, fundamentalmente en China.

«Reparto equitativo»

Por su parte, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Aragón, Raquel García, plantea como posibilidad que la distribución de mascarillas a toda la población, una vez acabe el confinamiento y el Gobierno pueda obtener un número suficiente, se haga mediante la tarjeta sanitaria para garantizar un reparto "equitativo y democrático" como se hace con los medicamentos.

García reclama que los farmacéuticos, como personal esencial, dispongan de epis "como cualquier sanitario que está en primera línea" y exige al Ministerio que regule el mercado ante los precios abusivos de origen. "Los pacientes se nos quejan y se genera una falta de confianza porque nos llaman poco menos que usureros y no nos estamos lucrando", apostilla.

El único lote de las últimas semanas llegó este lunes a las farmacias de Aragón, cien por establecimiento, y se han agotado con la lista de espera de pacientes que cumplían las condiciones de riesgo exigidas para vender las mascarillas –padecer enfermedades respiratorias o tener problemas inmunitarios-, como planteó Sanidad. "Mientras no se levante esta restricción, que requiere que haya mascarillas suficientes, no podremos venderlas a todos. Es la pescadilla que se muerde la cola. Y no hay que olvidar que aún no podemos salir de casa", dice la presidenta del Colegio de Farmacéuticos.

«El IVA debería reducirse del 21% al 4% para no disparar el coste»

Un paquete de diez mascarillas quirúrgicas se podía conseguir antes de la crisis sanitaria por 50 céntimos, pero la especulación en el mercado internacional ha disparado su precio de origen y las cien que suministró Novaltia este lunes a la farmacia que regenta Mercedes González en el barrio de San José salieron por 2,5 euros cada una. "Yo entiendo que la gente se haya quejado, quedamos como usureros aunque hayamos ajustado al máximo los márgenes", explica a este diario.

Esta profesional plantea al Gobierno que como material necesario ante una pandemia se debería reducir el IVA repercutido, del 21%, y aplicar el vigente para los medicamentos, el 4%, para evitar que se dispare aún más su precio. "No todos los bolsillos pueden pagarlas, sobre todo los de los desfavorecidos", advierte.

Al igual que al resto de compañeros, el lote se le agotó en horas con los pacientes en situación de riesgo que estaban en lista de espera, hasta el punto de reducir al mínimo las reservadas para el personal. En el caso del presidente del Clúster de la Salud, Javier Ruiz Poza, tuvo que cribar a los que más las necesitaban.

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