Tercer Milenio

En colaboración con ITA

entrevista

Eduardo Sáenz de Cabezón: "Hoy, pocos jóvenes matemáticos prefieren enseñar, eligen la empresa"

Además de presentar el programa ‘Órbita Laika’ de TVE, es monologuista, ‘youtuber’ y profesor de la Universidad de La Rioja (Logroño, 1972).

Eduardo Sáenz de Cabezón, antes de mezclar matemáticas y redes sociales en Ibercaja.
Eduardo Sáenz de Cabezón, antes de mezclar matemáticas y redes sociales en Ibercaja.
Guillermo Mestre

Écheles tres piropos a las matemáticas, que son muy bonitas y hoy es su Día Internacional.

Nos dan la belleza que tiene el orden, ver que las piezas encajan. A la vez, son un campo de creatividad: como los poetas o los músicos, con unos ingredientes muy básicos -la lógica y los conjuntos-, se construyen mundos enteros con los que, finalmente, explicamos el mundo en el que estamos.

¿Por qué hacen falta para ir por la vida?

Hay muchas cosas que podemos interpretar de una forma más adecuada si lo hacemos de forma matemática. Las matemáticas tienen tres operaciones básicas: contar, medir y ordenar. Y ahora mismo nos pasamos la vida contando, midiendo y ordenando datos, por ejemplo, o estadísticas.

Cada vez se valoran más laboralmente.

Ahora los matemáticos son contratados en muchos lugares porque, cuando nos enfrentamos a un problema matemático fuerte, estamos acostumbrados a identificar cuáles de las herramientas que conocemos pueden ser aplicadas. Eso es superútil en muchísimas situaciones, aunque no sean explícitamente matemáticas, sino, por ejemplo, planificación, distribución de recursos..., y no me refiero a la parte cuantitativa, sino a la capacidad de evaluar qué puedo usar de mi entorno personal o empresarial, de mi ecosistema, para enfrentarme a una situación de la que tengo que salir airoso o que tengo que comprender.

En la Universidad de La Rioja, forma a futuros matemáticos. ¿Se los quitan de las manos?

Sí, y a los informáticos. Este éxito que están viviendo las matemáticas universitarias tiene ventajas y desventajas. Tener notas de corte muy altas de acceso a la carrera hace que nos estemos perdiendo a gente vocacional que quizás no tiene unas notas excelentes en otras asignaturas. Luego, muchos egresados van a empresas, pero tenemos dificultades para tenerlos en másteres o doctorados de investigación y en enseñanza secundaria. Y eso es un problema.

Divulga en la tele, la radio, Youtube, monólogos, libros... ¿Alguna clave para divulgar mates sin que nadie se asuste?

Como para divulgar cualquier cosa: ponerte en el lugar del otro, de quien te está escuchando, saber cuáles pueden ser sus intereses, tratar de acercar contenido y público, bien transformando mi contenido o al revés, moviendo al público, generándole preguntas que son las que yo vengo a responder.

Ya se graba la próxima temporada de ‘Órbita Laika’, ¿qué novedades nos puede contar?

Va a ser como una versión mejorada de la anterior. Las demostraciones ganan en espectacularidad y, entre los colaboradores, destaca la incorporación del gran Xurxo Mariño y vamos a tener más Ricardo Moure que el año pasado. Empezamos a emitir en abril.

Su canal ‘Derivando’ va camino del millón de suscriptores. ¿Youtube le ganará la partida a la divulgación televisiva?

No están jugando una partida. La tele tiene que entender dónde está, a quién se dirige, cuál es su papel. Los medios escritos también están entendiendo eso. Ahora, una tele en casa es básicamente un monitor para ver Netflix y jugar a la Play... y a veces ver algunos programas. La cultura televisiva ha cambiado y a eso se tiene que adaptar la televisión. Al estar en los dos lados, veo que el discurso es muy distinto, la factura, los resultados... Son registros distintos y complementarios; deberían enriquecerse uno al otro.

¿Hay partes de las matemáticas imposibles de divulgar?

Va a sonar raro, pero casi todas. Las matemáticas profesionales que se hacen hoy en día son muy técnicas, no son divulgables al gran público... ni falta que hace. Otra cosa es qué sentido tiene lo que hacemos, por qué lo hacemos. Los divulgadores debemos tener cuidado con la imagen que damos de la ciencia y la profesión científica. Las matemáticas son divertidas, apasionantes, lo que quieras, pero son difíciles. Y a veces la gente viene a las carreras con una alegría que luego dicen “¿pero esto qué es?” y se pegan buenos golpes. O la gente que viene con una visión idealizada de la carrera científica y es muy sacrificada hoy en día. Tiene que haber un realismo y una reivindicación también. Pongamos unas condiciones que la gente no tenga que estar hipotecando su vida para un avance científico, que es lo que ocurre en muchos ámbitos.

En Ibercaja Patio de la Infanta habló de matemáticas y redes sociales.

Sí, de ‘El espejismo de la mayoría’, un fenómeno que se da en algunas redes complejas. Un ejemplo muy sencillito: tenemos dos opiniones en una red, una es mayoritaria y la otra claramente minoritaria, pero la mayoría de la red tiene la impresión de que la opinión mayoritaria es la que no lo es. Hay un espejismo ahí. Y eso se puede explicar mediante la estructura de la red y nos dice algo de cómo es nuestro comportamiento en las redes sociales.

¿Los ‘influencers’ generan este efecto?

Sí, pueden amplificar el efecto de una opinión y crear este tipo de espejismos. Si nuestro comportamiento es demasiado permeable a lo que los ‘influencers’ –o nuestros amigos– nos dicen, acabamos en una distorsión de la realidad porque accedemos a la información en redes a través de esos ‘influencers’ o de nuestros amigos. A mí me deja loquísimo ver que la mayoría de la población española tiene Whatsapp como principal medio de información de la realidad. Es nefasto porque entonces sí que solo nos fijamos en lo que nuestros amigos no dicen y perdemos el contacto con la realidad. Esto genera cierta polarización en la sociedad y efectos burbuja.

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