V aniversario el vuelo de germanwings  

La tragedia aérea de los Alpes que costó la vida a cinco aragoneses modifica la ley de las bajas médicas

El copiloto Andreas Lubitz ocultó que estaba de baja el día que estrelló deliberadamente el avión y provocó la muerte de 150 personas. España obliga ahora al sector público a pasar los partes en menos de 48 horas.

Eduardo Ruiz, presidente de la Asociación de Afectados del vuelo GWI 9525 en Los Alpes.
Eduardo Ruiz, presidente de la Asociación de Afectados del vuelo GWI 9525 en Los Alpes.
José Miguel Marco

El copiloto Andreas Lubitz, a quien se acusó de estrellar deliberadamente un avión de Germanwings en los Alpes franceses el 24 de marzo de 2015 provocando la muerte de 150 personas, trabajó aquel fatídico día pese a estar de baja médica. Cuando están a punto de cumplirse cinco años del suceso, el Ministerio de Fomento parece haber sacado una lección de un siniestro en el que fallecieron 50 españoles, entre ellos, cinco aragoneses. De hecho, la Seguridad Social aplica ahora en las empresas públicas un mayor control de las bajas médicas, que deben comunicarse en menos de dos días.

«La prueba piloto se está haciendo con 400.000 trabajadores de grandes empresas y Fomento es nuestro intermediario, pero lo aplica la Seguridad Social para que se comunique la baja con menos de 48 horas. Parece que antes podía tardarse de 20 a 22 días», detalló el aragonés Eduardo Ruiz, presidente de la Asociación de Afectados del vuelo GWI 9525 en los Alpes.

Cinco millones para estudios

Esta aplicación legal, que de momento se hace en empresas públicas, España quiere llevarla también a la Comisión Europea para que se convierta en una reforma legal para todos los miembros, con el fin de tomar ejemplo de lo que sucedió con el accidente en Le Vernet (Francia).

No es esta la única reforma legal que motivó el trágico accidente, porque las víctimas dejaron 64 hijos huérfanos y la compañía aérea Lufthansa (propietaria del avión siniestrado) ha aportado cinco millones de euros para las becas de estudio de estos jóvenes. En principio, el Ministerio de Fomento del Gobierno en funciones de Pedro Sánchez prometió que se aprobaría la exención fiscal para estas ayudas para los estudiantes.

«Esperamos que con el Gobierno ya constituido se pueda aprobar la exención que nos anunció el ministerio de José Luis Ábalos», agregó Eduardo Ruiz, quien tiene dos nietos (Victoria, de 10 años, y Eduardo, de 8), descendientes de su hijo Eduardo, que era el director de la fábrica de Gerresheimer en Épila y falleció en el siniestro.

La empresa aérea Lufthansa destinó un total de quince millones de euros para fines solidarios relacionados con los fallecidos. En este sentido, ya se financió el centro de día de Urrea de Gaén (Teruel) en 2017 con 101.000 euros, ya que los empresarios Vicente y Eusebio Segundo Martín, originarios de la localidad bajoaragonesa, murieron también en el accidente.

«Nosotros también hemos conseguido financiación para la ludoteca del colegio Teresianas donde estudian nuestros nietos y 15 becas del centro durante tres años», agregó Eduardo Ruiz. «También el libro que se acaba de publicar sobre los recuerdos de los familiares y otro de mi hijo en inglés que se reeditó», precisó.

El presidente de la Asociación de Afectados del vuelo GWI 9525 en los Alpes detalló que este año volverán a celebrar un concierto musical en el Palacio de Pedralbes, como todos los aniversarios, para el que llamaron en 2018 al Grupo Enigma de Zaragoza. «Siempre nos acordamos que en el primer aniversario de 2016 sirvió como encuentro entre (Carles) Puigdemont y (Mariano) Rajoy», precisó Eduardo Ruiz, quien acudió a la última reunión de la Organización de Aviación Civil Internacional.

Asimismo, el Ministerio de Fomento ha creado la Oficina de asistencia a víctimas de accidentes aéreos, con el espejo de la compañía Lufthansa, que tiene destinadas 70 personas para actuar en apoyo a las familias de las víctimas del siniestro de los Alpes franceses. En las jornadas en las que se crearon, Eduardo Ruiz ha sido ponente para detallar la experiencia vivida con el accidente del avión GWI 9525 y los familiares, a los que apoyaron la compañía aérea alemana Lufthansa en el primer siniestro de su historia.

 

 

 

 

 

 

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Monumento colocado en el punto de los Alpes franceses donde se produjo el siniestro del avión Germanwings.
Monumento colocado en el punto de los Alpes franceses donde se produjo el siniestro del avión Germanwings.
Heraldo

 

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El punto donde se produjo el accidente se ha instalado un balcón para que las familias puedan contemplarlo.
El punto donde se produjo el accidente se ha instalado un balcón para que las familias puedan contemplarlo.
Heraldo

«Hubo 100 forenses para 150 muertos»

 

 

"Francia llevó a un centenar de forenses para trabajar en la recuperación de los restos de los 150 fallecidos en los Alpes y nos los enviaron a los tres meses. Los que no pudieron identificar se enterraron en una fosa común», destaca Eduardo Ruiz, al comparar el caso de los Alpes con el de los 62 militares fallecidos en Turquía en 2003 (enterrados a los dos días, cuando 30 de ellos no estaban identificados). «No pasamos la tragedia como el Yak. Se debe hacer bien con las familias por humanidad», apuntó el presidente de la Asociación de Afectados del vuelo GWI 9525 ahora que coincide el aniversario con la devolución de restos de 24 muertos de Turquía.

Ruiz recuerda que les devolvieron todos los objetos personales de su hijo después de haber creado una página web a la que podían acceder para identificarlos. Asimismo, Lufthansa ha financiado todos los viajes de los familiares a la localidad francesa de Le Vernet en los cinco años que han transcurrido. Allí, donde apenas residen 80 habitantes (su alcalde dice que hay más fallecidos que vecinos), la compañía aérea ha facilitado las mejoras del hotel y ha instalado un mirador desde donde se ve el lugar del impacto del avión. Además, Lufthansa pagó la instalación de un monumento en recuerdo de los fallecidos (con 150 cajas en el interior con recuerdos de las víctimas) del siniestro. Se eligió en un concurso, en el que participó el aragonés Eduardo Ruiz como jurado.

En esta situación, la mayoría de las familias de las 50 víctimas españolas ya llegaron a un acuerdo con la compañía aérea con una indemnización de alrededor de 350.000 euros por fallecido (una media aproximada) y todavía está pendiente de celebrarse el proceso penal en Francia.

 

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