zaragoza
El Ebro toma cuerpo de nuevo tras el estiaje del verano
El río roza los 400 metros cúbicos y superará los 700 el martes. Pese a estar lejos de lo que se considera una avenida, su nivel ha alcanzado algunas zonas bajas de los caminos de la capital aragonesa.
El río Ebro ha empezado a coger algo de cuerpo este fin de semana a su paso por Zaragoza, tras un largo periodo de estiaje, habitual en verano, en el que ha estado con un caudal bajo. Algunos viandantes han visto cómo algunas de las zonas más bajas de las escalinatas y algunos paseos de la ribera se han cortado por el agua, como suele ser habitual en estos episodios.
Este domingo, el Ebro baja por Zaragoza con un caudal de 386 metros cúbicos por segundo y un nivel de 1,86 metros de altura. Según las predicciones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), el próximo martes alcanzará una 'minipunta' de 720 metros cúbicos por segundo, aún lejos de lo que se considera una avenida ordinaria.
Las últimas lluvias y nevadas han tenido su efecto en el río, ya que el pasado jueves, sin ir más lejos, bajaban alrededor de 70 metros cúbicos por segundo. Como suele ser habitual, durante todo el verano el Ebro ha tenido un caudal muy bajo, que ha oscilado entre los 30 y los 100 metros cúbicos por segundo. Solo a finales de julio, con 300 metros cúbicos por segundo, hubo dos días en los que el río se acercó al caudal con el que baja este fin de semana.
No obstante, se trata de niveles alejados de los que traen consigo las habituales crecidas del Ebro. Sin ir más lejos, la última crecida ordinaria, en el pasado mes de febrero, llegó a los 1.200 metros cúbicos y, pese a ello, no causó afecciones en la capital aragonesa. Sí entró en algunos campos de la Ribera Baja que todavía estaban afectados por una riada anterior que había llegado a los 1.700 metros cúbicos a su paso por la capital aragonesa. En el caso de la avenida extraordinaria del año 2015, se rebasaron los 2.500 metros cúbicos por segundo en la capital aragonesa.
