Instituciones, investigadores y enfermos quieren que Aragón sea "referente en la investigación del cáncer infantil". La Comunidad tiene en marcha desde hace unos meses dos estudios en este ámbito, pero el objetivo es que solo sean los primeros, el "punto de partida", para reducir la mortalidad de la enfermedad entre los menores e incrementar su supervivencia.

La consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Maru Díaz, ha conocido de cerca este martes las dos primeras líneas de investigación puestas en marcha en Aragón durante su visita a la sede de Aspanoa, entidad que atiende a los niños con cáncer y sus familias. Díaz ha recordado que es "fundamental" que se investigue contra el cáncer infantil y se pongan todos los medios posibles para evitar la "pérdida de un niño". "El convenio firmado en 2019 es el punto de partida, pero no va a ser ni mucho menos el último", ha asegurado la consejera de Universidad.

Un guante que ha recogido el vicepresidente de Aspanoa, Gabriel Tirado, que ha remarcado la importancia de dotar de recursos a los investigadores aragoneses y crear estudios estables. "La investigación de ahora es la medicina del futuro", ha subrayado.

En concreto, una de las líneas de investigación, becada con 60.000 euros por Aspanoa y dirigida por Alberto Jiménez Schuhmacher, se centra en abrir una nueva línea de investigación en laboratorio sobre un tipo de cáncer que se llama glioma difuso de tronco. Un tumor cerebral que crece en una zona muy complicada y que afecta a "un cableado muy importante del cerebro". Aunque poco frecuente, su pronóstico es malo y es altamente letal. "Este tumor no se puede biopsiar. Nos hemos propuesto tener la misma información de una biopsia a través de pruebas de imagen. Hacer una foto en tres dimensiones a través de un contraste que se pega al tumor", ha explicado el investigador del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, que ha recordado que este estudio servirá en un futuro para investigaciones de otros tumores infantiles.

En la segunda línea de investigación,  Aspanoa dio 200.000 euros y el Gobierno de Aragón aportó el investigador Araid Julián Pardo. Precisamente, ha sido este último investigador, también enmarcado en el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, el que ha explicado su línea de trabajo centrada en estudiar por qué fallan las defensas en niños con leucemias y neuroblastomas, los más frecuentes.

"Queremos saber por qué nuestras defensas naturales, las que llamamos células asesinas naturales, fallan y se ha desarrollado ese tumor. Si sabemos qué ha pasado, podemos repararlas y volverlas a introducir y que puedan buscar el cáncer y destruirlo de manera natural como en las personas sanas", ha subrayado Pardo, que  ha avanzado que sus investigaciones también están encaminadas a desarrollar marcadores, en los que con un simple análisis de sangre se pueda detectar "de manera muy rápida" las infecciones producidas en estos niños por el hongo aspergillus fumigatus. En muchos casos, estas infecciones pueden ser letales. Durante este año, se ha conseguido tratar a dos pacientes con aspergilosis que no había sido detectada por los métodos tradicionales.

Pardo, además, ha adelantado que para su objetivo es fundamental tener instalaciones adecuadas y especiales para reparar esas células. Para ello, se ha conseguido por parte del Ministerio la mitad de la financiación necesaria para disponer de un instrumento que se asemeja a una sala estéril, "una burbuja", para hacer todas las operaciones con estas células. "Esperamos la implicación de  todas las instituciones porque este instrumento requiere cofinanciación. Va a ser importante para trasladar todas las terapias a los niños", ha confiado Pardo.