HERALDO DE ARAGÓN baja hoy el telón a su proyecto ‘Aragón, pueblo a pueblo’, pieza de dramaturgia que no ha soslayado ningún matiz. Estructurada como una ‘road movie’, con parada y fonda en todos los municipios de Aragón, el libreto se desarrolla en 731 actos de idéntica relevancia para atender a todos, desde el más pequeño al mayor, el que hoy marca el paso por la bandera a cuadros: Zaragoza. 

Han sido dos años de trasiego, imágenes narrativas y palabras hiladas; todo sin fallar un día, más allá de las 100 semanas. Aunque el peso principal de la tarea ha recaído en dos personas, un nutrido equipo de compañeros han hecho posible la llegada a puerto con la cobertura precisa en los momentos adecuados. Así se ha pespunteado la trama, con factores comunes a muchas estaciones (la cacareada despoblación, los problemas en las comunicaciones, la falta de oportunidades laborales, el censo envejeciente) y admirables ejemplos de superación, impulsos románticos a la hora de plantear retos vitales, sobre todo en los núcleos más pequeños. 

HERALDO se ha servido de un utilitario con alma de gladiador, la cámara y la grabadora para recoger esas historias: de las quejas a las alegrías, del fatalismo a la esperanza. Al final del verano, por cierto, este diario compilará la aventura en un amplio volumen. Quedan avisados.

Aragón, pueblo a pueblo: Todos los reportajes y las mejores imágenes de un viaje de más de 100 semanas