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Los jóvenes investigadores de la UZ exponen al Justicia de Aragón sus reivindicaciones

El PIF asegura que "las condiciones laborales, de estrés y exigencia son muy elevadas" y que "algunos no son ni mileuristas".

El Justicia de Aragón, Ángel Dolado.
El Justicia de Aragón, Ángel Dolado.
José Miguel Marco

Representantes del Personal Investigador en Formación de la Universidad de Zaragoza han presentado este viernes al Justicia de Aragón, Ángel Dolado, sus reivindicaciones, que giran en torno a la aplicación estricta de la legalidad vigente y que han sido recibidas con interés por parte de la institución.

El PIF ha informado, en una nota de prensa, de que "algunos no son ni mileuristas, han superado un proceso selectivo muy competitivo para poder disfrutar de estos contratos predoctorales. Solo los mejores expedientes logran uno de ellos".

Además, "las condiciones laborales, de estrés y exigencia son muy elevadas, lo que repercute de manera negativa en su salud", han continuado, añadiendo que "la Universidad de Zaragoza va a aplicar con bastante retraso el incremento salarial del 2,25 por ciento para el año 2019 correspondiente a todo empleado público y previsto en la legislación".

"Solo recientemente se ha comprometido a solicitar autorización a la DGA para poder pagar los incrementos retributivos del Estatuto aprobado en marzo, mes en el que ya debieron haberse hecho efectivas las subidas, y que suponen alcanzar los 1.200 euros en el tercer año de contrato, y casi 1.500 euros en el cuarto año en 14 pagas", han criticado.

En la reunión se ha hecho especial énfasis en la aplicación del complemento por antigüedad y la indemnización por finalización del contrato, "aplicables a todo contrato temporal como es el predoctoral".

El colectivo se siente "injustamente tratado en relación al resto de personal temporal no fijo de la Universidad de Zaragoza, a quien, tras perder numerosos juicios, sí se les aplica".

Este colectivo de investigadores trabaja en variadas cuestiones científicas tales como la prevención y tratamiento de enfermedades, el diseño de nuevos instrumentos para la salud humana y animal, la creación de aplicaciones informáticas que mejoren la calidad de vida o la protección de los derechos de toda la ciudadanía.

"El PIF representa el futuro de la universidad pública y de la ciencia en nuestro país y en nuestra Comunidad y, a pesar de ello, sus condiciones laborales son bastante precarias", han concluido.

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