El sector turístico ha respirado tranquilo después de que la Unión Europea ampliara hasta octubre la posible salida de Reino Unido. La campaña de este verano parece salvada en cuanto a la llegada de viajeros británicos, pero el acuerdo que finalmente se alcance puede afectar al turismo ornitológico y de naturaleza, las dos ofertas que más pasajeros atraen de ese país a Aragón.

Esta fue la reflexión que hizo ayer el director gerente de Turismo de Aragón, Jorge Marqueta, con motivo de una jornada celebrada en Zaragoza para reflexionar sobre los posibles efectos del ‘brexit’. La Comunidad recibió el año pasado 73.247 visitantes de Reino Unido, tercer mercado extranjero emisor por detrás de Francia (226.063) y China (76.924). Su perfil, explicó Marqueta, difiere del que abarrota los destinos de sol y playa, de mayor edad media y un "poder adquisitivo medio-alto y estancias prolongadas".

Un mensaje tranquilizador lanzó el director de la Oficina española de Turismo en Londres, Javier Piñanes. Los primeros meses de este año las reservas para la temporada estival registraron un descenso generalizado del 3% o 4%, al coincidir "con la incertidumbre prolongada y los momentos de mayor tensión", afirmó. Tras confirmarse la prórroga hasta octubre, "se está produciendo un relanzamiento de las reservas" y "el número de asientos de avión para verano es superior al del año pasado".

Piñanes subrayó que tras el decreto ley del Gobierno español del pasado febrero con medidas de contingencia para minimizar el impacto no se espera que se produzcan problemas en cuanto a conexiones aéreas, visados, pasaportes o permisos de conducir.

El mayor riesgo, reconoció Marqueta, es que un ‘brexit’ duro provoque la caída de la cotización de la libra (algunos calculan que hasta de un 15%) y los británicos busquen destinos más baratos o permanecer menos tiempos en los lugares.

Aragón, preparada para el 'brexit'