elecciones generales 28-a

Las dos candidaturas menos votadas del país en las elecciones generales concurrían por Teruel

La Unión de Todos y Muerte al Sistema se tuvieron que conformar tan solo con 28 y 46 votos, respectivamente.

Carteles colocados por Unión de Todos con la imagen de su lideresa en la plaza de San Juan de Teruel.
Carteles colocados por Unión de Todos con la imagen de su lideresa en la plaza de San Juan de Teruel.
HA.

Los perdedores absolutos de las elecciones del pasado 28 de abril fueron, independientemente del balance que hicieron los grandes partidos, dos minúsculas formaciones que solo presentaron candidaturas por Teruel: la Unión de Todos (UdT) y Muerte al Sistema (MAS), lideradas por dos desconocidos, la española de origen nigeriano Helen Mukoro y el murciano Alberto Saura. Su magro botín electoral se limitó a 46 votos en el caso de MAS –penúltimo peor resultado– y 28 en el de UdT –el farolillo rojo–, que ya se presentó por la provincia en 2016 y que también salió descalabrado, aunque con el doble de votos que el pasado domingo, 54.

Tras finalizar el recuento oficial, MAS y UdT ocupan los dos últimos lugares en cuanto a resultados en una relación de 66 formaciones que presentaron candidaturas. Su insignificante electorado quedó a una distancia astronómica de los puestos que daban acceso a un diputado –solo los 14 partidos más votados consiguieron escaños–. La formación que logró el escaño con menos votos fue el Partido Regionalista de Cantabria, con 52.197 papeletas. Los resultados definitivos que publica en su web el Ministerio del Interior ni siquiera otorgan a MAS y UdT el porcentaje de votos que les corresponde, por pequeño que sea, y les asigna un contundente "0%".

El pequeño número de firmas necesario para avalar una candidatura en Teruel –un centenar– debido a su reducido censo fue el principal motivo para que MAS y UdT optaran por esta provincia como única diana electoral. Alberto Saura, que en la candidatura publicada en el Boletín Oficial del Estado se añade el apodo de ‘El Lobo de la Alberca’, lidera un partido que se fija como objetivo "eliminar el terrorífico sistema capitalista por un sistema justo donde todo sea de todos y por y para todos", según consta en su web.

Su decisión de probar suerte en la provincia aragonesa se debió, sin embargo, a un motivo más pragmático como él mismo reconoce: le resultaba más fácil conseguir las firmas de aval necesarias. En su escueta respuesta por correo electrónico a las preguntas de HERALDO –afirma que no usa teléfono–, reconoce que no tiene ningún vínculo con Teruel y que el catastrófico resultado cosechado el 28-A no le sorprendió en absoluto.

El Lobo de la Alberca –Saura reside en la Alberca, una pedanía de Murcia– dice que tira de mote porque así se le conoce "políticamente". A la hora de definir con sus propias palabras la ideología de su grupúsculo recurre a la ironía –o al surrealismo– y afirma que no se rige por principios políticos sino por "la ciencia". En su elemental web, MAS se dibuja con un credo furibundamente anticapitalista.

De Nigeria a Alicante

Más inconformista se muestra Helen Mukoro, que achaca el varapalo electoral sufrido a "la falta de tiempo" para preparar las elecciones debido a su convocatoria anticipada. Afirma que tenía "en la cabeza" organizar la campaña electoral para 2020, pero la precipitación de los acontecimientos le impidió llegar al electorado turolense con todo su potencial. Además, se queja de que los medios de comunicación provinciales le "perjudicaron" al ignorar sus ofrecimientos de entrevistas y declaraciones. "Las radios y los periódicos ni siquiera me llamaron y así es muy difícil llegar al votante", se lamenta.

Entre los motivos para interesarse por Teruel como objetivo electoral, figura su despoblación. Mukoro se preguntó cómo podía ser que Teruel, "una capital de provincia", tuviera menos habitantes que la ciudad sede de UdT, Denia (Alicante). Por eso, decidió trasladar "propuestas" para luchar contra la despoblación a base de crear empleo e infraestructuras. Pero nadie, o casi nadie, la escuchó.

UdT perdió respaldo electoral respecto a 2016, a pesar de las promesas de atraer inversiones africanas para la provincia con el objetivo de frenar su regresión demográfica. Mukoro asegura que el mismísimo presidente de Nigeria, su país natal, estaba "pendiente" del resultado de la candidatura para volcarse con Teruel.

La alicantina se desplazó a la capital turolense para pegar carteles electorales en la plaza de San Juan, aunque lamenta que "al día siguiente los habían arrancado". Contó con el apoyo de un grupo de simpatizantes dominicanos con los que, según dice, quiere abrir una sede permanente en la ciudad. Reconoce también que, aunque estos colaboradores le ayudaron a conseguir 260 firmas para avalar su candidatura, eso "no significa" que tuvieran intención de votarla, como las urnas demostraron. Define la ideología de su partido, fundado en 2014, como de centroizquierda y propugna tolerancia para todas las razas, religiones y nacionalidades.

Pero, tras sus tropiezos en las urnas, Helen Mukoro no tira la toalla. Anuncia que en 2023 –la próxima convocatoria de elecciones generales, si no se anticipan– intentará "otra vez" conseguir un escaño por Teruel, pero, eso sí, su partido acudirá a las urnas "bien preparado". No se le puede negar un optimismo a prueba de bomba. Dice sentirse "contenta" porque a pesar del supuesto boicot de los medios de comunicación y de que la convocatoria la cogió con el paso cambiado, "28 votantes –de un censo de 102.910– optaron por UdT".

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