Heraldo del Campo

GENTE DE LA TIERRA

"Me siento muy orgullosa de ser mujer, emprendedora y rural"

La veterinaria Pilar Febas lleva quince años al frente de Val de Cinca, una quesería familiar ubicada en Fonz que da trabajo a otras siete personas.

Pilar Febas, cofundadora de la quesería Val de Cinca, que actualmente emplea a siete personas en el municipio oscense de Fonz.
Pilar Febas, cofundadora de la quesería Val de Cinca, que actualmente emplea a siete personas en el municipio oscense de Fonz.
P. F.

A pesar de considerar "toda una oportunidad" haber podido salir de su Fonz natal para estudiar veterinaria, su vocación, en Barcelona, Pilar Febas siempre tuvo claro que volvería a la localidad oscense para establecerse. Por eso, cuando después de haber trabajado unos años para la Administración, su padre tuvo que jubilarse, no dudó en tomar, junto a su hermano Víctor, el relevo de la granja familiar, de la que hoy es la máxima responsable.

"Hace 25 años, ser emprendedor no era algo común. Éramos unos bichos raros", cuenta Febas, quien además tuvo que abrirse un hueco en un mundo, el ganadero, lleno de hombres. "Me he pasado la vida tratando con ellos y por eso me siento muy orgullosa de lo que he creado siendo mujer. Además, desde el principio y hasta ahora, me han respetado", explica.

De las vacas a las ovejas

Sobre los comienzos al frente de la granja, cuya orientación cambiaron al abandonar el trabajo con las vacas que había desarrollado su padre para poner en marcha una explotación de ovino lechero, la veterinaria recuerda: "No teníamos vacaciones ni festivos. Pero yo no sufría. Era lo que me gustaba. Después nos fuimos complicando, y ahora tampoco tenemos".

"Al principio, no teníamos festivos ni vacaciones. No nos importaba"

Tras unos años dedicados a la venta de leche y corderos, que Febas compaginaba con su trabajo en la Administración, decidieron transformar el negocio para evitar riesgos. Por eso, en 2004, nació Val de Cinca. "Se nos ocurrió intentar ser queseros, aunque no teníamos ninguna tradición familiar", apunta la veterinaria. "Hemos pasado de depender de un cliente, al que le vendíamos toda nuestra producción, a hacerlo de 200, lo que nos da mucha tranquilidad". "Nuestros compradores son pequeños. De aquí no salen camiones con rumbo a todas las partes de España. Están principalmente en la provincia de Huesca, pero yo ahora duermo tranquila", señala.

Gracias a la quesería, Febas abandonó su trabajo para dedicarse "al máximo y por completo" a su proyecto. "Desde entonces, hemos creado siete empleos en el medio rural, algo importante para Fonz, de donde casi todo el mundo se va al no haber trabajo".

Además de contar con un distribuidor propio y con un establecimiento físico, los productos de Val de Cinca -con el yogur y los tipos de queso curado y rulo a la cabeza- también pueden comprarse por internet a través de la tienda ‘online’ de la quesería, y están reconocidos como Artesanía Alimentaria por el Gobierno de Aragón. "Me siento muy orgullosa de ser mujer, emprendedora y rural", concluye Febas.

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