Ortiz: "Solo la imaginación valiente puede encontrar nuevas formas de convivir"

La cineasta Paula Ortiz ha reivindicado el papel "imprescindible" de la cultura en la "cura social" que es necesaria para la refundación de la democracia y ha apelado a la función de los poetas porque "solo la fantasía puede ayudar a comprender la realidad" y solo los actos de "imaginación valiente" podrán abrir nuevas soluciones y encontrar "nuevas formas de vivir y convivir".

Emocionada, Ortiz ha recibido este martes, de manos de la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, la Medalla de las Cortes de Aragón, en el acto solemne con el que las instituciones celebran el Día de Aragón en el Palacio de La Aljafería.

La directora y guionista zaragozana ha considerado un honor y un símbolo que este reconocimiento, votado por unanimidad, haya recaído "en alguien que hace películas", porque hoy, también Día Mundial del Libro, hay que recordar la necesidad del arte en la sociedad "como identidad y supervivencia".

"Y no olvidar que la cultura es nuestro oxígeno: lo único que de verdad puede conseguir que entre la luz", ha enfatizado.

Se ha servido de Federico García Lorca (autor de "Bodas de Sangre", en la que se inspiró para escribir el guión de su afamada película "La novia") para recordar a "todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida".

"Para reconocernos necesitamos libros, canciones, películas, cómics, conciertos, museos, teatros y calles llenas de graffitis, imágenes que recorran las redes captando la belleza del mundo", ha reclamado.

También ha hecho una encendida defensa del cine, "que recoge la impresión del paisaje y la sublima", quedando así marcada en la memoria de todos "con una fuerza emocional inusitada".

Y ha explicado que ella y su equipo crean historias bajo dos grandes premisas. La primera que su trabajo ha de permanecer siempre "en los estrictos márgenes de la dignidad y la belleza" y la segunda que hacen cine bajo el convencimiento de que "solo lo local nos hará universales".

Y por eso ha dedicado la medalla a los hombres y mujeres del campo aragonés, como sus padres y abuelos, quienes le hicieron comprender "las posibilidades que alberga una semilla".