elecciones 28-A

“Gobierne quien gobierne habrá que seguir en la calle para defender el sistema”

Los jubilados piden a los partidos políticos estabilidad y garantía de que España va a seguir contando con un sistema público de pensiones. Lo exigen no tanto para ellos sino para asegurar también el futuro de sus hijos y los que vienen detrás.

Tomás Yago, José Luis Romero y Mª Carmen Ledesma, de la Unión de Jubilados de UGT Aragón.
Tomás Yago, José Luis Romero y Mª Carmen Ledesma, de la Unión de Jubilados de UGT Aragón.
José Miguel Marco

Casi el 60% de los jubilados españoles no llegan al Salario Mínimo Interprofesional”. Por eso, “gobierne quien gobierne, habrá que seguir en la calle para defender el sistema público de pensiones”, asegura José Luis Romero, secretario de Acción Social de la Unión de Jubilados y Pensionistas (UJP) de UGT Aragón. “Es penoso que ningún partido político quiera coger el toro por los cuernos y garantizar ingresos suficientes para que los mayores puedan tener una vejez digna. Estamos a la cola de Europa en gasto en pensiones”, critica. “Todos los políticos nos reciben con buenas palabras pero ninguno lleva la financiación de las pensiones a una mesa de negociación. No hay voluntad. Nos quieren vender que hay que buscarse un plan de pensiones privado cuando ellos deberían conseguir más ingresos”.

“El sistema es deficitario porque con fondos de pensiones se están subvencionando los desfases de algunos Regímenes Especiales de la Seguridad Social y también las pensiones no contributivas, en vez de alimentar el Fondo de Reserva que se está quedando vacío”, explica Romero.

El problema, añade Tomás Yago, secretario general de la UJP, “es que no hay voluntad política: ha sido doloroso ver que el Gobierno con la excusa de las elecciones en el último momento no firmase los acuerdos base alcanzados en la Comisión del Pacto de Toledo para garantizar el sistema”. Para este maestro jubilado, no queda otra que seguir protestando en la calle para forzar el blindaje de las pensiones. “Hay que asegurar la revalorización de acuerdo al IPC, lograr que se complemente este sistema contributivo y de reparto, vía Presupuestos del Estado, y meterlo en la Constitución”. También, derogar la reforma laboral: “Más que abocarnos a planes privados, el Gobierno debería arreglar el mercado laboral con más contratos fijos y evitar que cotizaciones miserables acaben en pensiones miserables”.

Salarios y cotizaciones

La raíz del problema está en la “inseguridad en el trabajo y los bajos salarios” afirma Mª Carmen Ledesma, secretaria de Igualdad de la UJP. “Mi hija tiene contrato de media jornada y dos niños y yo he de estar ahí respaldándola con mi pensión de viudedad, que gracias al Gobierno actual se ha visto incrementada”. Para el futuro, vaticina, es primordial erradicar la brecha salarial entre géneros para que la desigualdad que sufren muchas mujeres no se extienda desde el inicio hasta el final de su vida laboral. Y pone como ejemplo su caso, en el que pese a haber trabajado, se vio obligada a dejarlo para “atender a un dependiente y después a su propio marido” con lo que al final solo le corresponde la pensión de viudedad. “Pedimos un sistema que piense más en las personas y las familias”.

“Si no hay un crecimiento sano, no se podrán mantener”

El sistema público de pensiones “es mucho más frágil de lo que los políticos nos venden”. En palabras del experto José María Serrano, catedrático de Estructura Económica de la Universidad de Zaragoza, “si no hay un crecimiento económico sano, basado en aumentos de la productividad, no en aumento de los tipos de interés, antes o después serán insostenibles”. Hay que ser conscientes, dice, “de que el sistema de pensiones depende de la marcha del conjunto de la economía española”. La desaceleración suave, en la que estamos no ayuda: “Habrá menos creación de puestos de trabajo y por tanto, disminuirá la proporción de cotizantes; cada cotizante nuevo aporta menos que lo que cobra el pensionista nuevo...”

Nuestro sistema es de reparto y solo puede ser viable si hay un equilibrio entre los que cotizan y los que cobran la jubilación y únicamente se podría garantizar si aumentasen significativamente los cotizantes o lo que están cotizando”. Además, advierte Serrano, “con una esperanza de vida creciente, lo que debemos procurar es aumentar el número de cotizantes haciendo que la economía española crezca intensamente”. Si eso no ocurre,_”lo más sensato es retrasar la edad de jubilación y favorecer el complemento de las pensiones propias”.

Para Serrano no se puede cargar sobre el resto de la economía el creciente déficit que van a tener las pensiones. “Revalorizarlas con el IPC hará que hacia 2023 necesitemos dos puntos más del PIB en impuestos, 20.000 millones más al año; no nos engañemos, el Estado no tiene de dónde sacarlos ni de donde detraer gastos”.

Las administraciones públicas, reflexiona este experto, “ya tienen muchos frentes abiertos y no es el de las pensiones el más urgente”. Los pensionistas, dice, “han sido los grandes mimados de la crisis” al haber crecido en gasto. Por eso, “hacer una reforma fiscal” para financiar mejor las pensiones “es matar la gallina de los huevos de oro: si la economía va mal y haces una reforma fiscal confiscatoria, aún creces menos”. Lo que si ayudaría, es otro mercado laboral: “Son las grandes empresas, con más contratos fijos, las de mayor productividad y más capacidad de establecer planes de pensiones con sus trabajadores, pero con un 36,6% de contratos temporales, es muy difícil sostener el sistema”.

Por último, Serrrano cuestiona una clase política que “no es capaz de enfrentar los verdaderos problemas como el del mercado de trabajo o la educación; eso sí se llenan la boca con la sostenibilidad, pero está haciendo un sistema en todo insostenible”.

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