Día mundial del autismo

"Los autistas ven el mundo de manera diferente. No son tímidos ni maleducados"

Este martes, 2 de abril, se celebra el Día Mundial del Autismo y el color azul teñirá algunos lugares emblemáticos de Aragón.

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Algunos niños de la Asociación Autismo Aragón disfrutan de la fiesta organizada por la entidad el pasado sábado
Asociación Autismo Aragón

"Ellos ven el mundo de manera diferente. Si no saludan ni miran a los ojos no es que sean maleducados o tímidos sino que viven en su propia realidad". Quien habla así es Silvia González (nombre ficticio), madre de David, un niño de 11 años con TEA (Trastorno del Espectro Autista). Este martes 2 de abril se celebra el Día Mundial del Autismo y el color azul teñirá algunos lugares emblemáticos de la Comunidad como el Palacio de la Aljafería en Zaragoza, la plaza del Torico en Teruel o el Casino de Huesca para visibilizar este trastorno.

En el caso de David fue la orientadora de su colegio la que detectó que algo no iba bien con las habilidades sociales del pequeño en segundo de primaria. Ahora él va a sexto y alterna las clases especiales con las que comparte con el resto de sus compañeros. "Él no tiene ninguna discapacidad, pero no se relaciona de manera normal. No le puedes decir: ¡Pórtate bien! porque es una orden demasiado general, tienes que explicarle todo  explicitamente. Además, los cambios le ponen muy nervioso y también tiene hipersensibilidad, por ejemplo el coche le agobia porque huele de una manera determinada", cuenta su madre. 

"El coche le agobia porque huele de manera determinada y los cambios le ponen muy nervioso"

Silvia y David  forman parte de la Asociación Autismo Huesca, que mañana ha organizado en la capital oscense una conferencia sobre la comunicación con personas con TEA. Además, en la entidad  se realizan talleres y terapias  "en función de las necesidades de los distintos perfiles que tenemos, porque el trastorno autista es muy amplio y se manifiesta de múltiples formas", cuenta la gerente de la entidad, María de la Cal Fidalgo. Y es que, así como a David algunos vecinos "le han dicho que es maleducado o no da muchos besos", tal como dice su madre, la pequeña Sara "es muy cariñosa con todos", según explica su tía, Jessica Montesinos.

Sara tiene tres años y medio y hasta los 18 meses todo parecía tener un desarrollo normal. "Cuando mi hermana (la madre de la niña) comenzó a trabajar me encargué yo de ella y con el tiempo  empecé a darme cuenta de que parecía que todo lo que había aprendido en su año y medio de vida se le había olvidado de repente. Ella ya decía algunas palabras antes de eso y de pronto no hablaba y ni siquiera se volvía cuando yo la llamaba. Parecía que estuviese sorda", cuenta Montesinos.

 En ese momento, llevaron a Sara al pediatra y  al neuropediatra y tras unas cuantas consultas les dijeron que tenía algunos rasgos que se relacionaban con el autismo. "Cuando te explican eso te ves solo y muy perdido, no sabes qué hacer ni dónde acudir y es muy duro", explica Jessica. Por ello, para ayudar a su sobrina y a otras personas que "no tienen herramientas para desenvolverse", decidió unir fuerzas junto otras personas para impulsar la Asociación Autismo de Teruel, que aunque solo lleva cuatro meses en funcionamiento "ya está teniendo muy buena acogida". Este martes,, en una plaza del Torico iluminada de azul la entidad pondrá una mesa informativa para quienes lo deseen.

"Parecía que se le había olvidado todo lo que había aprendido en sus 18 meses de vida"

María Pilar Sánchez es la presidenta de Autismo Aragón y también madre de dos jóvenes, de 29 y 24 años. Ambos padecen TEA, aunque en diferentes niveles. El mayor es un "nivel alto", es decir, casi podría ser autónomo y presenta rasgos más relacionados con el Síndrome de Asperger. Por otro lado, el pequeño "no tiene ni lenguaje hablado", nació con fisura palatina y desde ese momento "se notó un estancamiento en el desarrollo de sus habilidades", cuenta María Pilar. "Ellos piensan y sienten como los demás, pero su socialización no es la habitual. Por ejemplo, en la consulta del médico se ponen muy nerviosos y luego no atienden a lo que se les dice", explica Sánchez.

Sánchez explica que las personas con TEA son "muy prácticas". "Está el tópico general de que son maleducadas o tímidas pero nada más lejos de la realidad. Algunos de ellos dan besos a su madre o a sus familiares y al resto no, porque yo tampoco voy besando a todo el mundo", cuenta entre risas.

Otra forma de mirar

En este sentido, María Jesús Sanjuan, presidenta de la asociación de padres, madres, familiares y amigos de personas con TEA (Teadir Aragón) y madre de un niño de un niño de 13 años con autismo, explica que "la sociedad tiene que dejar los estereotipos y empezar a entender que si las cosas que estaba haciendo para acercarse a un niño con autismo no funcionan, hay que ponerse en el lugar de ellos y entender sus intereses y facilitarles herramientas que les ayuden a sostenerse en este mundo que para ellos es indescifrable, hostil e invasivo", cuenta.

Además, añade que la "condición autística es tan intrínseca al individuo como su color de ojos. Acercándonos desde lo que para ellos es importante se consigue abrir camino en ese enorme muro que ellos han construido". Así, la sociedad debe "aprender a mirar, a tratar y a respetar al autista porque detrás de la palabra autismo se encuentra el ser humano fantástico que trabaja sin descanso para pertenecer a la sociedad", explica Sanjuan.

Y así, sea como sea, familiares y afectados se preparan para el Día Mundial del Autismo con el objetivo de que todo se tiña de azul y se visibilice un trastorno tan extendido como desconocido por muchos.

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