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Juan Lubroth: "La mayor inversión en antibióticos ha de ser en la educación para su uso"

El doctor en Salud Pública y Biología, actualmente trabaja como jefe de Veterinaria de la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación.

Juan Lubroth, jefe de Veterinaria de la FAO, en Zaragoza.
Juan Lubroth, jefe de Veterinaria de la FAO, en Zaragoza.
A. Royo

Madagascar, Corea del Sur o Rusia son algunos de los países de los más de 30 alumnos que asistieron al curso sobre resistencia a los antibióticos que celebró el Instituto Agronómico del Mediterráneo de Zaragoza. Uno de sus ponentes fue el jefe de Veterinaria de la FAO, Juan Lubroth.

¿Qué se está haciendo en materia de resistencia antimicrobiana?

Todos tenemos una responsabilidad en la reducción de los impactos de diversas enfermedades a través del uso de medicinas contra enfermedades. Estos avances están muy bien, pero cuando dejan de funcionar generan un futuro de incertidumbre. Se trata de medicinas que no se usan solo en humanos, sino también en animales, ya sean terrestres o acuáticos.

¿Se hace un uso correcto de estos antibióticos?

En general se usan de forma incorrecta tanto en la medicina humana como en veterinaria o en el campo, donde se usan cada vez más frecuentemente para tratar plagas en plantas. Esto genera una contaminación del medio ambiente y una mayor resistencia de los microbios. Cuando más se usa un antibiótico, más probable es que haya una resistencia al mismo. Poder marcar unas líneas de gobernanza tanto en la educación del consumidor como de quien ejerce esta profesión es fundamental.

¿Cuáles son las malas prácticas más frecuentes?

Hay un exceso de medicación. Muchas veces se administran antibióticos sin diagnóstico previo. Estos diagnósticos, en algunos casos son complejos porque hay cuadros clínicos muy semejantes que pueden deberse a varios factores. Faltan herramientas de diagnóstico rápido y a bajo coste para que se pueda recetar rápidamente y con precisión.

Hablaba de gobernanza ¿Cuál es la alternativa al uso masivo de antibióticos?

El uso de un antibiótico puede tener tres objetivos: el curativo, una vez que se conoce la enfermedad; el preventiva, y esto nos genera una cierta zona difusa, porque si yo sé que la enfermedad va a afectar a mi rebaño en cuestión de tiempo, puedo administrar medicinas de forma preventiva, porque hay un alto riesgo; y hay otro uso de estos antimicrobianos que es el destinado a la mejora del rendimiento del animal, se le suministran antibióticos para que crezcan más rápido o produzcan más. Esto está prohibido en la UE, pero no en el resto del mundo. Se medican piensos para lograr esto y eso es un mal uso. Hay que hablar con la industria agroalimentaria. Es necesario sentarse a reflexionar para ver cómo mejoramos los sistemas de prevención, entendiendo esto como el empleo de agua limpia, de higiene, no usar piensos medicados…

¿Cuál es el papel de la agricultura y ganadería en este ámbito?

Debe de ser el de cumplir con premisas básicas como tener un calendario de vacunación e intervención, emplear agua limpia, maximizar la higiene… y si aún con todo, un animal cae enfermo, administrarle la medicina correspondiente.

¿Esto es posible para las explotaciones sin que afecte a su rentabilidad?

Tenemos experiencias en el norte de Europa donde se ha reducido hasta casi cero el nivel de antimicrobianos y antibióticos en animales. No obstante, alcanzar ese nivel de profesionalidad les ha costado alrededor de 30 o 40 años. Esto no es algo que se logra en tres semanas, ni en tres años, pero tenemos esa experiencia que se logra, por supuesto, con un elevado nivel de inversión en la materia. Grecia, Portugal o España están entre los países con menores inversiones en este ámbito. También creo que es fundamental el poder del consumidor, que cada vez está más concienciado.

¿Qué se está haciendo desde la FAO para paliar este problema?

El plan de acción de la FAO contempla varias líneas: en primer lugar, concienciar, comunicar, cambiar comportamientos y mejorar la gobernanza y la gestión de información en todos los agentes de la cadena (explotaciones, farmacias, empresas…). Otro pilar fundamental es la vigilancia. Tomamos muestras constantemente para saber no sólo si hay antibióticos presentes sino también cómo se eliminan, porque no desaparecen una vez que salen del animal, sino que se integran en el ciclo. También son esenciales para nosotros las buenas prácticas. Pero ¿por qué no las hacemos todos? Esto va desde la inversión en bioseguridad hasta detalles tan cotidianos como usar unas botas diferentes en cada parte de las instalaciones. Esto solo se logra con educación y es donde más inversión habría que realizar.

Perfil

Nacido en Madrid, Juan Lubroth ha desarrollado su carrera fuera de España, principalmente en Estados Unidos. Es biólogo, veterinario y doctor en Salud Pública y Biología. Actualmente reside en Roma, donde trabaja como jefe de Veterinaria de la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas. Es el coordinador de los trabajos de la FAO en materia de resistencia antimicrobiana.

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