Heraldo del Campo

Porcino

El bienestar animal de Costa Food está certificado

El grupo aragonés se convierte en el primer cárnico de porcino blanco en conseguir el Aenor Conform en todo su proceso y para todas sus explotaciones.

Animales en las instalaciones de una de las granjas certificadas de Costa Food.
Animales en las instalaciones de una de las granjas certificadas de Costa Food.
C. F. G.

El bienestar animal en las explotaciones ganaderas no es solo una cuestión normativa. Es también una demanda cada vez más exigente por parte del consumidor. Y, sobre todo, es una apuesta y un compromiso de marca de los profesionales del sector cárnico, entre ellos, el grupo aragonés Costa Food que se ha convertido en la primera empresa de porcino blanco en conseguir la certificación Bienestar Animal Aenor Conform. Y lo ha hecho para sus 600 explotaciones (tanto propias como integradas) y a lo largo de todo el proceso productivo, desde la crianza (Piensos Costa) y la transformación Costa Food) hasta la obtención de los elaborados cárnicos (Casademont).

El sello acredita que se cumplen los requisitos de un exigente modelo desarrollado junto con el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA) y que esta basado en Walfare Quality, un referente europeo en materia de bienestar animal que pone al animal en el centro de dicha evolución. Y es que las premisas sobre las que se sostiene este sello es que el bienestar animal no depende de un solo factor, sino en valorar al animal desde todos sus ángulos posibles para analizar su estado general y, además, la evaluación debe centrarse en los animales no en el manejo o en las instalaciones del sistema productivo», explican sus promotores. "Este certificado demuestra la preocupación de Costa Food por el cuidado de los animales", señala David Verano, director de Industria Agroalimentaria y Distribución de Aenor. Verano destaca además que, con este sello, el grupo aragonés expresa "un compromiso a largo plazo con las buenas prácticas ganaderas en sintonía con los actuales valores de la sociedad y las preferencias de los consumidores". Es por eso que, según resalta el representante de Aenor, el certificado tiene un efecto directo sobre las cualidades del alimento, ya que "los productos cárnicos que proceden de animales con un mejor bienestar ofrecen una mayor calidad y mejores ganaderas".

"Hemos obtenido puntuaciones por encima de los mínimos requeridos y eso ha sido un fuerte estímulo para todo nuestro equipo"

El proceso de obtención de este exigente certificado comenzó hace un año, detalla la responsable de Calidad de Piensos Costa, Raquel Grau, que insiste en que durante ese tiempo los animales de cada granja han sido inspeccionados "de forma exhaustiva".

Un control exhaustivo

Pero el resultado satisface a los responsable de la compañía de origen oscense. "Estamos muy satisfechos por este reconocimiento que deja patente el compromiso de nuestra marca y todos nuestros empleados con el bienestar animal", explica Jorge Costa, consejero delegado de Costa Food Group. Costa insiste además en que el objetivo no es otro que el consumidor, al que garantizan trazabilidad del producto hasta el momento de la compra y la garantía de que los productos a su disposición son naturales desde el origen".

A esta certificación, Costa Food suma dos sellos renovados recientemente. Sus empresas Casademont, Industrias Cárnicas Villar y Costa Food Meat han vuelto a ser reconocidas con dos exigentes sellos, el Internacional Features Standars (IFS) y el BRC Global Standard For Food Safety, que certifican la seguridad y calidad alimentaria de los productos procesados.

Alimento adecuado, buen alojamiento y ningún mal trato

El exigente método Walfare valora la alimentación. Se tiene en cuenta si la dieta del animal es equilibrada, las cantidades las adecuadas para evitar un mal nutrición, si siempre dispone de agua en condiciones y si se le proporcionan los suplementos necesarios.

Se evalúa el alojamiento y que este disponga de zonas refrigadas para cuando hace calor, y lugares con calefacción y secos para que el animal (que tiene que poder elegir libremente si quiere estar en el interior o en el exterior) se proteja del frío. No menos importante es el espacio disponible para sus movimientos y la limpieza, que se evalúa, no en las instalaciones, sino analizando las distintas partes de su cuerpo. Y es muy importante no solo que el animal esté sano, sino qué controles se realizan para asegurarlo. Se evalúan las visitas del veterinario, y analiza la mortalidad y la ausencia de prácticas dolorosas para los animales. Y por supuesto se vigila cualquier signo de maltrato, para lo que se comprueba si los animales reculan ante la presencia humana. 

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