La Audiencia Provincial de Zaragoza juzgó este lunes a Francisco Javier S. G., un fontanero que trabaja para una compañía de seguros y que presuntamente agredió sexualmente a la mujer a la que visitó para valorar unos daños causados por una fuga de agua en su garaje. El hombre niega los hechos y mantiene que fue una relación consentida mientas que la denunciante asegura todo lo contrario. El juicio se celebró a puerta cerrada.

El fiscal mantuvo la petición de siete años de cárcel, la misma que hace la acusación particular, a cargo del letrado Fernando Octavio de Toledo. Por su parte, la defensa siguió reclamando la absolución.

Los hechos ocurrieron en diciembre de 2017. El fontanero acudió a la comunidad de vecinos y la mujer le acompañó al garaje para localizar la avería. Según las acusaciones, cuando regresaban a la planta calle en el ascensor, el procesado comenzó a besar y abrazar a la víctima, aunque se separó cuando entró un vecino y se interesó por los daños de la fuga de agua.

Tras marcharse el residente, el contratado por la aseguradora continuó en el ascensor, subió hasta el rellano de la denunciante y cuando estaba abriendo la puerta de su casa se abalanzó sobre ella y consiguió entrar a la vivienda. Luego, la agredió sexualmente.

Mientras, el abogado defensor, Fernando Manuel Pastor, alega que lo que hubo fue una relación consentida y que hay un testigo que vio al acusado y a la denunciante en "actitud cariñosa", sin que ella mostrara ninguna "incomodidad" y que llegó a pensar que ambos "eran pareja". Aclara que si le mandó un mensaje de disculpa al día siguiente fue porque consideró "poco profesional" lo que había ocurrido.