EVA y su pecado original

Lambán criticó a Rajoy por no prever una parada del EVA en Zaragoza. Ahora calla y otorga.

El EVA será más barato que el AVE para los viajeros.
El EVA será más barato que el AVE para los viajeros.

Al final, este lío del tren de alta velocidad y menor precio para el usuario llamado EVA va a acabar desnudando algún que otro pecado original. El Gobierno de Rajoy y del ministro de Fomento Íñigo de la Serna viajó a Barcelona, hace casi un año, intentando aplacar ansias secesionistas con los consabidos señuelos inversores. El invento enlazaba Madrid con Barcelona, pero -¡oh, casualidad!- pasaba de largo por Calatayud y Zaragoza. Hasta Tarragona tuvo que currárselo para conseguir una parada del EVA en su estación del Camp, antes de alcanzar la Ciudad Condal.

La jugada política era tan descarada que el presidente Lambán saltó como un resorte para denunciar el desinterés de Rajoy por Aragón y sus cesiones veladas y no tan veladas a Cataluña. "Es una atrocidad, la parada en Zaragoza es obligatoria sin ninguna duda", dijo entonces -febrero de 2018- el presidente aragonés. Pero las cosas cambian y los gobiernos también, a veces incluso de forma inesperada.

Llega Sánchez a la Moncloa y su ministro Ábalos se marca un abracadabra para postergar el dichoso tren hasta 2020, con la parada en Zaragoza primero "no descartada" (léase no garantizada) y luego, cuando se las ve venir, vagamente "apalabrada". ¿Dónde están aquellos reflejos de Lambán? ¿Acaso olvida que la historia de abandonos, agravios y frustraciones de Aragón se ha escrito siempre con muy buenas palabras? Si cree que en las urnas y en las elecciones de mayo le va a bastar con su sobreexplotado discurso jacobino, es más que probable que se esté equivocando. Ya está tardando en salir a decir: ¡Basta, ‘prou’!