¿Cuáles son los medicamentos que más faltan en las farmacias de Zaragoza?

Conseguir Adiro 300 en las farmacias de Zaragoza sigue siendo una misión casi imposible. Aunque hay otras alternativas terapéuticas e incluso la misma marca comercial con otras dosis, este antiagregante plaquetario (para evitar coágulos) en ese formato continúa a la cabeza del listado del Centro de Información sobre Suministro de Medicamentos (CISMED) en la provincia de Zaragoza. Esta herramienta permite detectar los mayores problemas de suministro en "tiempo real" a través de la propia información que remiten los profesionales de las boticas de las diferentes provincias españolas.

Entre las más de 400 alertas de la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS) por el desabastecimiento de medicamentos, el que más echan en falta las boticas de la capital aragonesa es el Adiro 300, posiblemente ante la elevada demanda de los ciudadanos y al ser uno de los más populares como anticoagulante.

De momento, aunque la AEMPS reconoce que este fármaco llega con cuentagotas a las farmacias desde el pasado mes de septiembre de 2018, no adelanta en su web la fecha en la que se repondrá el suministro a los establecimientos.

Pero, además de Adiro 300, entre el listado de diez medicamentos más deficitarios en las farmacias zaragozanas se encuentran otros como la Fluidasa 5 mg, indicada para tratamientos de bronquitis aguda, el Dilutol 5 mg, para controlar la hipertensión, Disneumon Pernasal 5mg, utilizado para el alivio sintomático de la congestión y secreción nasal, la Cafinitrina 20, entre otras indicaciones para tratamientos de anginas de pecho, o el famoso Carduran Neo 8 mg, para la hipertensión.

En los primeros puestos, los farmacéuticos zaragozanos también incluyen el famoso y utilizado Dalsy 20mg,  jarabe infantil para tratar el dolor moderado, o el Primperan 10mg, para prevenir vómitos o náuseas.

¿Por qué se producen estos problemas?

Los problemas de desabastecimiento pueden deberse a diferentes motivos: la falta del principio activo o la materia prima utilizada para su elaboración, accidentes o percances en las plantas de producción o incluso errores leves en los prospectos incluidos en los envases. No obstante, algunas fuentes apuntan la posibilidad de que España esté registrando cada vez más escasez de algunos medicamentos al ser uno de los países con los precios de los fármacos más baratos.

Aunque los profesionales sanitarios reconocen que en los últimos años ha aumentado el número de fármacos con problemas de suministro, hacen hincapié en que la población tiene que estar tranquila. Ante este escenario, explican que en casi todos los casos existen alternativas terapéuticas similares y es el propio farmacéutico el que lo puede sustituir.

Los farmacéuticos solo tienen que remitir al usuario a su médico de cabecera ante la falta de unos pocos medicamentos, los considerados de “rango terapéutico estrecho”. En estos cualquier cambio podría influir en el tratamiento.