El consumo de cabrito, avestruz, jamón ibérico, almejas y berberechos en Aragón se dispara por Navidad

A pesar de que la uva es la fruta estrella del inicio del año, su adquisición no varía con la llegada de estas fechas.

Un cliente observa el género en una pescadería del Mercado Central esta misma semana.
Un cliente observa el género en una pescadería del Mercado Central.
Aránzazu Navarro

Los menús de las familias aragonesas cambian por Navidad. El fuet deja paso al jamón ibérico, mientras que el atún y el bonito hacen lo propio con las almejas y los berberechos. Así se desprende de los datos recopilados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Este organismo detalla cuántas toneladas de cada alimento se consumen durante los diferentes meses del año. Por ello, se puede comprobar que el cabrito es uno de los productos cuya compra más se eleva en Aragón para las fechas navideñas. En diciembre se llegan a adquirir cerca de 95 toneladas (como fue el caso de 2017), casi seis veces más que durante el resto del año. Solo en enero, con unos 15 toneladas, se registra otro ligero repunte por la celebración de la festividad de los Reyes Magos.

Esta situación se repite en otra serie de productos como el avestruz, el jamón ibérico, las almejas y los berberechos. En el primer caso, su consumo es bastante escaso a lo largo de todos los meses del año y solo en estas fechas se registran aumentos. En diciembre de 2017 se adquirieron unas 5 toneladas. Lo mismo ocurre con el jamón ibérico, cuya presencia en las mesas aragonesas se eleva hasta nueve veces más con la llegada de diciembre. Las almejas y los berberechos son los otros productos que más crecen en esta época del año: de normal su consumo apenas alcanza a 50 toneladas y en diciembre puede llegar a superar las 200.

Con incrementos más reducidos, pero aún así significativos, dentro de las carnes se encuentra el foie-gras. Durante buena parte del año, cada mes se adquieren entre 25 y 45 toneladas de este producto, sin embargo, en Navidad se rozan las 80. De este modo, la llegada de esta época del año implica que en las mesas de Aragón haya una mayor presencia de carnes como el cabrito, el avestruz, el jamón ibérico o el foie-gras. Por el contrario, se reduce el consumo de conejo (de más de 200 toneladas a 160 aproximadamente) y de jamón cocido (de 115 a 100 toneladas).

En el grupo de los pescados, la Navidad provoca un incremento de las compras de rodaballo (tres veces más en diciembre que en noviembre de 2017), rape (casi tres veces más), gambas y langostinos (2,5) y salmón ahumado (4,5). Todo ello en detrimento del consumo de merluza, pescadilla, sardina, boquerón, atún, bonito, trucha y lenguado.

En los postres, los productos navideños como el turrón, mantecados, polvorones y mazapanes son los protagonistas. No obstante, el turrón es el que ocasiona mayores ventas: unas 200 toneladas solo en diciembre, a las que hay que sumar otras 75 que se adquieren en noviembre. Además de los productos típicos, en los menús de Aragón destaca la presencia del helado y la piña. En diciembre se compran unas 170 toneladas de helado, mientras que en noviembre (debido al frío) apenas se registran unas 50. Entre las frutas, la piña es la única que sobresale: de 170 a más de 400 toneladas.

La tradición dice que en Nochevieja hay que tomar 12 uvas junto a las campanadas. El objetivo no es otro que tener buena suerte en el año venidero. Sin embargo, parece que no es incentivo suficiente para que la compra de esta fruta crezca. En diciembre de 2017 se adquirieron 221 toneladas de uva, unas 50 menos que en noviembre.

El cava y la sidra triunfan

Las copas aragonesas se llenan de cava y sidra. Estos son las dos bebidas que experimentan un mayor crecimiento para estas fechas. Mientras que en Aragón se pasa de comprar 75 toneladas de los vinos espumosos (entre los que se encuentra el cava) a más de 370; en la sidra el incremento va de unas 40 a cerca de 200. En ambos casos casi se quintuplica su consumo. También destaca la venta de ginebra y de ron, que triplican sus ventas durante esta época del año.

Es necesario destacar que en muchos alimentos y bebidas se empieza a percibir un incremento importante en noviembre, debido a que muchas personas prefieren comprar la comida pronto para evitar las posteriores subidas de precio. También es habitual que en enero se mantengan las compras elevadas por las comidas familiares celebradas durante los primeros días del año.

La merluza y las ostras disparan su precio

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un estudio a nivel nacional sobre los precios de los alimentos, tomando como referencia el importe que se pagaba por kilo antes del puente de la Constitución y después. De este modo, el besugo (con un incremento en el importe del 18,5%), la merluza (23,2%) y las ostras (22,2%) son los alimentos cuyo precio más ha crecido entre ambas fechas. Por el contrario, destaca el descenso en la adquisición de angulas (un 30,3%) y los percebes gallegos (16,8%). Aún así, adquirir un kilo de angulas continúa siendo lo más caro para el bolsillo español: con un precio de 798,3 euros el kilo. El pavo (5,25 euros el kilo), la pularda (7,81 euros) y la lubina (10,87 euros) siguen siendo los alimentos más asequibles.

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