Para Javier Esteban, zaragozano de 27 años  y vecino de toda la vida del barrio Jesús, estudiar nunca ha sido una obligación. Quienes le conocen bien lo catalogan de una persona humilde y trabajadora. Como él mismo explica, estudiar supone un aprendizaje constante que siempre puede ser de utilidad en un futuro. Gracias a su pasión por las letras y, sobre todo, a su constancia y capacidad de organización, ha logrado numerosos reconocimientos académicos a lo largo de su vida.

Primero consiguió Matrícula de Honor en Bachillerato y después, tras finalizar sus estudios universitarios en DADE, doble titulación que incluía las licenciaturas de Derecho y Administración y Dirección de Empresas, logró alzarse con los Premios Extraordinarios Fin de Carrera en sendas titulaciones, logrando la mejor nota media de ambas promociones con un 9,49 en Derecho y un 9,36 en ADE.

Y aun contando con semejante currículum, asegura que la noticia le pilló completamente por sorpresa. Y es que este mismo martes, 4 de diciembre, el Ministerio de Educación y Cultura del Gobierno de España publicaba los resultados de los Premios Nacionales de Fin de Carrera de Educación Universitaria, otorgados a los mejores estudiantes del país en sus diferentes disciplinas.

En esta ocasión, tres estudiantes de la Universidad de Zaragoza de la promoción 2014-2015 se han colado entre los finalistas, entre los que se encuentran Javier Esteban, primer premio en la Licenciatura de Derecho y segundo en Administración y Dirección de Empresas; junto a Adrián Franco, graduado en Física y Gonzalo Alonso, graduado en Matemáticas. En este caso ambos han logrado el tercer premio en sus respectivas especialidades.

“Me enteré del premio cuando un compañero me mandó un mensaje dándome la enhorabuena, la verdad es que no me lo esperaba porque concurren estudiantes de muchas disciplinas de distintas áreas, en este caso en la de Ciencias Sociales y Jurídicas, y pensaba que era algo bastante complicado”, explica en conversación telefónica con Heraldo desde Milán. Sin embargo, no considera que se trate de un don ni de una capacidad 'fuera de lo normal'. “Más bien me gustaría pensar que es una mezcla de talento para el conocimiento y de trabajo constante”, reflexiona Esteban.

“Sí que pensaba presentarme porque cumplía el requisito fundamental que es superar el nueve de media pero no tenía muchas esperanzas. Simplemente pensé que por probar no pasaba nada”, reconoce. Se trata de un doble premio, en su caso, que concede a quien lo recibe un gran prestigio, así como un diploma acreditativo y una gratificación económica de 3.300 euros por el primer premio y 2.650 por el segundo.

Cuando piensa en su llegada a las Ciencias Jurídicas asegura que nunca lo tuvo excesivamente claro: “Honestamente no sabía muy bien hacia dónde tirar. Me apasionaba la historia pero vi esta opción de doble titulación relativamente nueva y pensé que tendría más salidas profesionales”. Así, tras seis años de un duro esfuerzo académico, consiguió hacerse con ambos títulos con excelentes resultados: en sus expedientes cuenta nada menos que con 27 matrículas de honor en Derecho y 24 en ADE.

“Cada año tan solo salen 80 plazas para DADE y hay mucha demanda, al final es un ritmo algo más intenso porque la carga docente es bastante mayor, pero con orden y trabajando diariamente se lleva bien”, afirma Esteban.

Tras hacer sus prácticas en la Administración Pública, trabajó una temporada en el prestigioso despacho de Garrigues, hasta que llegó a sus manos la opción de solicitar unas becas de investigación en la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza. De esto han pasado ya dos años, y hoy Esteban forma parte del personal investigador en formación del centro mientras se encuentra inmerso en la elaboración de su tesis doctoral.

"Detrás de un buen expediente no siempre hay un ratón de biblioteca"

Hoy, a pesar de poder ser considerado como uno de los zaragozanos más inteligentes, asegura no sentirse como tal; una situación que no siempre ha sido fácil. “En mi caso siempre me he sentido reconocido por mi entorno y mis amigos pero siempre te encuentras con alguien que por envidia o mezquindad se mete contigo. Existe un prejuicio de que tras un buen expediente se esconde un ratón de biblioteca y no siempre es así. Hay tiempo para todo si te saber organizar”, reconoce.

“Siempre he sido una persona muy disciplinada y me ha gustado estudiar y aprender cosas nuevas. En el fondo siempre he preferido quitarme las obligaciones antes”, asegura. Y aunque reconoce que no siempre disfrutó de toda las asignaturas –por ejemplo, no llegó a pillar el truco al dibujo técnico o a la música- siempre se esforzó por aprender de todo. “Siento que todo aprendizaje es útil a pesar de sentir más o menos afinidad por algo”, resume.

En estos momentos, el zaragozano se encuentra en la prestigiosa Università Commerciale Luigi Bocconi de Milán, una de las más conocidas de Europa, desarrollando una investigación en torno al tema central de su tesis: la supervisión bancaria en la Unión Europea. “Intento profundizar sobre cómo se orienta la supervisión bancaria en Europa, con los casos concretos de España e Italia, ya que considero que es un tema muy actual y con una normativa relativamente nueva”, asegura Esteban.