“A partir de la entrada en vigor de esta Ley queda prohibido el establecimiento de nuevos subsidios u otros incentivos económicos que favorezcan el consumo de combustibles fósiles. En el plazo de un año, el ministerio de Hacienda, previa consulta al ministerio para la Transición Ecológica, realizará un informe sobre el régimen fiscal aplicable a los combustibles fósiles, identificando aquellas ayudas y medidas que favorezcan su consumo”. Con estas palabras el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que ya ha alegado el ministerio que se puede modificar, generaba incertidumbre en el sector agrícola, que goza actualmente de un subsidio. Asimismo, se preguntaba qué ocurre con sus tractores de gasóleo a los que no se hace referencia en la Ley, que pretende prohibir en 2040 la venta de turismos y vehículos comerciales ligeros que emitan CO2 de manera directa.

“Nosotros no cerramos la puerta a la innovación, pero de momento la tecnología eléctrica en los vehículos agrícolas es muy incipiente”, explica José Manuel Roche, presidente de UPA-Aragón. “De momento, en dicho anteproyecto no se nombra a nuestro sector, por lo que, al menos de momento y respecto a esta cuestión, esperamos quedar al margen, ya que no existe alternativa al gasóleo”, añade. Y es que, a pesar de que algunos fabricantes están invirtiendo en desarrollar esta tecnología en estos vehículos, hasta ahora, la comercialización masiva no ha comenzado porque no hay un producto que se ajuste a las necesidades.

Por otro lado, la cuestión del subsidio queda en el aire. ¿Tiene los días contados?, se preguntan desde el sector. “Sin este subsidio no podríamos soportar los costes”, asegura José Manuel Roche. “Si tenemos que pagar el gasóleo a 1,30 euros el litro, los costes de producción aumentarían de tal forma que nos sería imposible subsistir. Nosotros no podemos repercutir estos costes en el precio de nuestro producto, como sí pueden hacerlo el sector del taxi o del autobús. Nuestros precios (que en la actualidad son bajos, aunque este año al menos se han recuperado mínimamente) los impone el mercado y, por ello, un incremento de estos solo es asumido por el agricultor, de él quedan exentos los intermediarios y los consumidores”.

Tractorada el 5 de diciembre en Zaragoza

En medio de toda esta incertidumbre, el sector agrícola incluso ya reclama que el precio del gasóleo agrícola que están soportando en la actualidad es inasumible. Desde UPA, UAGA y Araga alegan que el precio del gasóleo agrícola acumula una subida desde el pasado 1 de enero del 27%, al pasar de los 0,68 euros por litro a los 0,89 actual. “El aumento del precio del barril ha repercutido en el gasóleo agrícola, por eso pedimos que se tomen medidas para paliar este aumento de los costes de producción, ya que si no, no podemos subsistir”, explica el presidente de UPA, que ha ejemplificado el problema de la siguiente forma: “Mi padre, en 1982, pagaba el gasóleo a 0,24 euros el litro y recibía por cada tonelada de cebada 170 euros; en la actualidad, recibimos lo mismo por tonelada de cebada, pero pagamos el gasóleo a 0,89 euros el litro”.

Por este motivo, dichas asociaciones quieren dar la voz de alarma a través de una tractorada el próximo 5 de diciembre en Zaragoza. Con más de 200 tractores, recorrerán las calles de la capital aragonesa con el objetivo de pedir medidas fiscales que palíen esta subida del precio, como, por ejemplo, la reducción del IVA del gasóleo agrícola.