"La vida cambia y mejora mucho para los hijos y para los padres"

Blanca Oliván, madre de un chico de 12 años al que le diagnosticaron diabetes con 8, cuenta cómo ha cambiado su día a día gracias a este medidor de glucosa.

Blanca Oliván y su hijo Miguel, de 12 años, muestran el funcionamiento del medidor.
Blanca Oliván y su hijo Miguel, de 12 años, muestran el funcionamiento del medidor.
Raquel Labodía.

Blanca Oliván tiene grabado el día que a su hijo Miguel le diagnosticaron diabetes con 8 años, el 9 de febrero de 2015. Una casualidad que le salvó la vida. "Una noche se quedó a dormir en casa de un amigo y su madre enfermera me avisó de que le pedía de comer y beber continuamente. A mí no me había llamado la atención", recuerda. Cuando a las horas acudió a Urgencias del Infantil tenía 770 de azúcar y había desarrollado una cetoacidosis grave. "Lo normal es que con ese nivel le hubiera dado un coma diabético, pero no tuvo que ingresar en la uci, aunque sí pasó una semana hospitalizado", recuerda.

La vida le cambió a la familia dos veces, el día que supieron que tenía esta enfermedad inmune y cuando pudieron disponer del monitor. Esta madre está agradecida al colegio Moncayo, que se implicó "desde el minuto 1" en ayudar a Miguel.

A los cinco meses de que debutara ya pudo contar con este sistema de monitorización de glucosa tipo ‘flash’ gracias a un conocido diabético que reside en Francia. "Desde el primer momento tuvimos claro que queríamos que hiciera una vida totalmente normal. Con esta tecnología la vida cambia y mejora mucho su calidad tanto para los hijos como para los padres. De tener que pincharle por la noche, por ejemplo, hemos pasado a simplemente pasarle el lector", cuenta esta madre. El sensor no sustituye de manera definitiva a los pinchazos, ya que el control capilar sigue siendo más exacto, por lo que se recomienda seguir haciéndolo antes de cada comida y en el caso de glucemias extremas

El pasado jueves les entregaron los primeros sensores financiados por Sanidad. El precio de mercado de estos asciende a unos 60 euros la unidad, lo que en un mes equivaldría a unos 120 por persona (ya que cuentan con una vida útil de 14 días). "He calculado que me he podido gastar hasta ahora más de 5.000 euros, pero no todo el mundo se los puede permitir", dice. Desde Sanidad de la DGA aseguran que estos medidores se están repartiendo "de manera controlada y escalonada", por pequeños grupos ya que necesitan de formación.

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