En España, uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza y 375.000 menores de 16 años en situación de carencia severa. ¿Hay un perfil de familia pobre?

Se habla mucho de la pobreza de las familias monomarentales, de origen inmigrante y de las numerosas. Son hogares y colectivos donde la incidencia de la pobreza es muy alta. Más allá de estos perfiles, la pobreza está distribuida en el conjunto de la población. La mayoría de niños pobres viven en hogares convencionales. En los tradicionalmente arquetípicos, donde trabaja uno de los padres, el riesgo está en torno al 30%. Incluso cuando los dos trabajan hay una incidencia del 7% porque tienen empleos precarios, a tiempo parcial o prestaciones muy bajas.

¿Este problema se esconde?

Cada vez menos, hay que reconocerlo. La creación de este alto comisionado es prueba de que este problema emerge con cierta fuerza y las entidades sociales lo denuncian cada vez con más éxito. Los académicos ya dijimos en 2006 que uno de cada cuatro niños era pobre. La Unión Europea nos viene señalando desde hace tiempo como un país con un alto índice de pobreza infantil y hemos ignorado estos apercibimientos.

Para 2019 ya propone un incremento? de la prestación por hijo a cargo. Ahora es de 291 euros anuales. ¿En cuánto dinero se va a traducir?

Es una ayuda raquítica y que tiene muy poca cobertura. Manejamos distintos escenarios que van a depender muchísimo de las negociaciones de los presupuestos. En el primer año se ha hablado de la posibilidad de triplicar la prestación. Tengo la sensación, y así se escenificó en el Senado la semana pasada, de que este tema genera cierto consenso. Espero que se confirme en las negociaciones.

¿No es optimista acerca de cómo van?

No tengo ninguna noticia al respecto. Yo trabajo sin horizontes ni condicionantes parlamentarios. Aspiro a que la pobreza infantil se incorpore a la agenda política, como ocurrió con la violencia de género, que durante mucho tiempo fue ignorada. Y que si sale de ella sea solo porque se ha reducido significativamente la situación de pobreza infantil.

Unicef Aragón aboga por una prestación universal por hijo, algo que ya existe en otros países. ¿Sería la solución?

La cuestión principal es que existen ayudas a través de los beneficios fiscales, pero el problema está en las familias que no hacen la declaración de la renta, que son las que reciben las prestaciones por hijo que queremos dignificar. Si consiguiéramos que estas últimas estuvieran a la altura de las que se reciben a través de beneficios fiscales estaríamos construyendo un sistema de prestaciones universales. Habría que conseguir que se reconociera como tal. Es algo que está funcionando en Alemania.

Desde que asumió el cargo ha hablado en varias ocasiones del ingreso mínimo vital que el PSOE lleva en su programa. Con 6.000 millones dice que se erradicaría la pobreza infantil severa.

En España, en prestaciones monetarias a familias con niños nos gastamos el 0,6% del PIB, que son poco más de 6.000 millones de euros. En Europa destinan el 1,4%. En familias con hijos nos gastamos el 1,4% del PIB, mientras la media europea está en el 2,3%. Nos corresponde estar en la media europea por la renta per cápita. Planteamos un incremento progresivo del gasto en prestaciones y en otras partidas de familias con niños. Tenemos un buen Estado del bienestar en muchos sentidos, pero muchas lagunas en eficaces políticas de familia e infancia.

Su equipo no tiene un presupuesto fijo. ¿Es un inconveniente?

No. Somos un organismo con vocación de colaborar con otros ministerios y aunar esfuerzos tanto de la administración como en el marco privado. Estamos intentando construir una alianza contra la pobreza con grandes empresas, muchas de ellas ya comprometidas. Hay razones para luchar contra la pobreza infantil desde cualquier posicionamiento ideológico. Actores situados en diferentes lugares políticos pueden entenderse.

Usted dice que la pobreza infantil genera consenso, pero en el Congreso el PP llegó a abuchear a Pedro Sánchez por recordarle a Rajoy este asunto.

Fue una escena bastante triste de la que estoy seguro que se han arrepentido muchos políticos del PP, pero yo me quedo con la imagen de la semana pasada de todos los políticos votando en el Senado la moción que instaba al Gobierno a luchar contra la pobreza presentada por el PSOE.

¿La cercanía de las elecciones le puede perjudicar?

No es el mejor escenario. Si hay presupuestos en 2019 espero que contemplen alguna inversión significativa. Si no salen adelante, aspiraría a haber sentado las bases para la política de la próxima legislatura.

El fracaso escolar como consecuencia de la pobreza siempre le ha preocupado. ¿En qué están trabajando en este sentido?

Nos gustaría poder expandir la educación, sobre todo en la etapa entre 1 y 3 años. Con Educación también estamos pensando en recuperar programas de acompañamiento educativo que existían en la etapa de Zapatero, como el PROA, que dio muy buenos resultados y que se recortó durante el Gobierno popular.

Nunca se ha mordido la lengua al hablar. ¿Ha moderado su discurso ahora que está en política?

Hablo con más prudencia y pensando dos veces lo que digo. No soy un político de carrera. Me comparo con la capacidad que tienen otros de medir su discurso y estoy a años luz. A pesar de todo, termino opinando desinhibidamente de un tema que me apasiona y con el que estoy comprometido.