La Universidad aprueba el examen de la Cámara de Cuentas, pero con salvedades

"Las cuentas anuales de la Universidad de Zaragoza expresan, en los aspectos significativos, la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera de la entidad a 31 de diciembre de 2016, así como de sus resultados económicos y presupuestarios". Es la conclusión a la que llega la Cámara de Cuentas tras fiscalizar a la institución académica, que valora de forma "favorable" pero con salvedades por incorrecciones e incumplimientos en el área de personal y en el de contratación que insta a solucionar.

Este informe, que analiza minuciosamente una estructura compuesta por 79 unidades entre facultades, departamentos, institutos de investigación y demás centros e instalaciones, fue presentado en las Cortes el martes para iniciar su pertinente tramitación parlamentaria. A su vez, fue notificado al rector de la Universidad y al presidente de la DGA.

Entre las incorrecciones detectadas por la Cámara de Cuentas, figura que los ingresos están sobrevalorados ya que las aportaciones del Estado por becas y compensaciones se registraron por un importe muy superior a la liquidación definitiva (dos millones de euros). Advierte, además, de que la Universidad no contempla provisión alguna para las responsabilidades por los compromisos asumidos por el Plan de jubilaciones incentivadas (5,5 millones), ni por el litigio por la Facultad de Educación en el que se reclama jurisdiccionalmente a la universidad 3,9 millones. Aunque el órgano fiscalizador reconoce que la Universidad ha ido regularizando cuentas relativas al inmovilizado, detecta incidencias como la inclusión de bienes que se dieron de baja (4,9 millones).

Contratos laborales temporales

El informe sostiene que la Universidad de Zaragoza incumplió en 2016 el artículo 48.5 de la LOU al elevarse el porcentaje de contratos laborales temporales al 41,5%, cuando el límite está fijado en el 40% de la plantilla.

El otro incumplimiento detectado se refiere al área de contratación donde, entre otros aspectos, la Cámara de Cuentas ha comprobado que al valorar las ofertas económicas no se reparten los puntos de forma proporcional al porcentaje de baja, de manera que se produce una alteración de la ponderación del precio prevista en los pliegos del contrato.

El informe recoge siete recomendaciones, entre las que figura un refuerzo de la Unidad de Control Interno para que pueda realizar su actividad en un tiempo más cercano al desarrollo de la gestión y afrontar así con garantías su función. La dependencia orgánica y funcional del rector supone, según la Cámara de Cuentas, una debilidad a la hora de afrontar la labor encomendada.

Para evitar que los ingresos estén sobredimensionados, aconseja que se anulen los derechos reconocidos netos cuando se recibe la liquidación definitiva, y que se fije un criterio general para el cálculo de la provisión por insolvencias, que se aplique a todos los deudores de la misma forma.

En la regulación del inmovilizado, insta a incluir, también, el financiero, e insiste en la necesidad de corregir las incidencias detectadas en los expedientes de personal. Por último, recomienda a la Universidad revisar su sistema de gasto descentralizado para minimizar el riesgo de descoordinación e introducir un sistemas de control de todos los gastos y contratos.