Mejor organización sanitaria.

Miles de aragoneses cambiarán de médico de Familia a partir de la segunda quincena de octubre.

Urgencias pediátricas en el centro de salud de Sagasta
Urgencias pediátricas en el centro de salud de Sagasta
Francisco Jiménez.

Más de 100.000 pacientes aragoneses van a cambiar próximamente de médico de Familia por el movimiento de profesionales. El concurso de traslados, que permitirá la movilidad voluntaria para cubrir 343 plazas vacantes en centros de salud de la Comunidad, debe servir para garantizar una mejor asistencia a los pacientes en todo el territorio y para dar estabilidad a las plantillas de médicos

Si la gestión de los sistemas sanitarios es complicada por el aumento constante del número de pacientes y de la esperanza de vida, en el caso de Aragón se vuelve aún más difícil debido a las características concretas del territorio. La dificultad para encontrar médicos de cabecera para pueblos pequeños se va haciendo cada vez más preocupante; y se deriva, en gran medida, del escaso atractivo profesional que tienen algunos destinos. Por eso debe ser bien acogido el concurso de traslados que ha puesto en marcha el Servicio Aragonés de Salud (Salud). La movilidad voluntaria permitirá que los profesionales puedan reubicarse y fomentar así el traslado de profesionales. Es necesario, pues, convocar concursos de traslados de manera periódica para poder cubrir plazas de difícil cobertura, ya que los médicos tendrán la garantía de que pueden moverse a los pocos años.

La crisis económica que comenzó hace una década originó la puesta en marcha de recortes en la sanidad pública. El servicio se ha resentido, pero mucho menos de lo que pudiera haberlo hecho porque los profesionales lo han evitado con sentido del deber y esfuerzos extra. Ahora que ya quedan atrás los recortes de José Luis Rodríguez Zapatero (salarios públicos a la baja un 5%) y los ajustes de Luisa Fernanda Rudi, es preciso organizar bien el sistema asistencial y, además, con el consenso de las partes. La atención primaria es un eje del sistema sanitario y así debe ser reconocida con presupuesto suficiente y con una dotación adecuada de recursos humanos.