La nueva presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), María Dolores Pascual, asegura que afronta "con mucha ilusión" este reto "personal y profesional". "Conozco bien la casa por dentro, llevo mucho tiempo aquí", dice.

Nacida en Huesca en  1968, Pascual es licenciada en Derecho por la Universidad de Zaragoza. Entre 1997 y 1998 ejerció de jefa de servicio de Informes y Recursos de la Dirección General de Conservación de la Naturaleza del Ministerio de Medio Ambiente. También ha sido secretaria general técnica del Departamento de Industria del Gobierno de Aragón. En la CHE ha estado al frente de la Comisaría de Aguas y del servicio de Actuación Jurídico-Administrativa, entre otros cargos.

Ser la primera mujer en acceder a la presidencia, dice Pascual, "pone de manifiesto que las mujeres somos una opción profesional tan válida como cualquier hombre". "Es una alegría, aunque tampoco hay que darle más importancia de la que tiene", añade.

Su nombramiento se hará oficial a través del Boletín Oficial del Estado (BOE). De los trabajadores de la CHE destaca "su oficio y su profesionalidad". "Con una base técnica y personal como la que tenemos, los problemas se afrontan con mayor tranquilidad", afirma.

En las últimas horas han sido ya varios los colectivos que han pedido reunirse con ella. "Primero tengo que organizarme un poco. Hay temas que conozco, pero otros que no. No obstante, aquí cabe todo el mundo. La Confederación está obligada a escuchar todas las opiniones e intereses para intentar resolver los problemas entre todos", apunta.

La nueva presidenta de la CHE espera aprovechar las próximas semanas para hablar con el Ministerio de Transición Ecológica y analizar los frentes abiertos. Las grandes obras hidráulicas centrarán gran parte de su atención, aunque, por el momento, prefiere no adelantar sus líneas maestras. "Más adelante habrá tiempo para hablar de las infraestructuras hidráulicas. Este, en todo caso, no es el único tema del que se ocupa una Confederación", recalca.

Su presidencia no será rupturista, aunque espera aportar "cosas nuevas". En cualquier caso, asegura que el hasta ayer presidente de la CHE es una persona con la que ha trabajado "muy a gusto". "Tanto Raimundo como los anteriores presidentes han intentado buscar el equilibrio en la gestión hidráulica. Han sido muy buenos profesionales", destaca.

Lafuente accedió a la presidencia de la CHE en sustitución de Xavier de Pedro, que renunció para presentarse a las elecciones municipales al Ayuntamiento de Zaragoza por el PAR. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, ocupó el cargo de director técnico de la Confederación entre 2012 y 2015. Su mandato comenzó pocos poco después de la avenida extraordinaria de 2015 y este año ha estado marcado por la crecida de abril, que anegó miles de hectáreas en Aragón. La previsión, confirmaron fuentes del organismo, es que siga vinculado a la casa.

Su destitución se enmarca dentro de la cascada de nombramientos realizada en las últimas horas por el Ministerio de Transición Ecológica de Teresa Ribera, que también ha sustituido a los máximos representantes de las confederaciones hidrográficas del Cantábrico, el Miño-Sil, el Duero, el Guadiana, el Guadalquivir, el Júcar, el Tajo y el Segura.