El 14% de los conductores de Aragón reconoce coger el coche después de haber consumido alcohol

El dato está por debajo de la media de los que dicen hacerlo en España, que alcanza el 25%, más en el caso de los hombres que las mujeres.

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Más de 1.300 condenados por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas
Luis Ángel Tejedor

El 14% de los conductores aragoneses reconoce conducir después de haber bebido alcohol. El dato está por debajo de la media de los que dicen hacerlo en España, que alcanza el 25%, más en el caso de los hombres (31%) que las mujeres (18%).

Las comunidades autónomas con peores porcentajes son Baleares (34% bebe alcohol y conduce), el País Vasco (31%) y Navarra y Murcia (29%), Son algunas de las conclusiones extraídas del estudio 'Hábitos de conducción 2018' elaborado en el marco de la Campaña de seguridad vial 'Un refresco, tu mejor combustible', una iniciativa del RACE y la Asociación de Bebidas Refrescantes, ANFABRA, con el apoyo de la Dirección General de Tráfico (DGT), que se puso en marcha hace 13 años con el objetivo de reducir el número de accidentes.

El verano es la época del año en que se produce un mayor número de viajes y, unido a ello, también una mayor número de accidentes. La fatiga es la cuarta causa de siniestralidad mortal en las carreteras. Se manifiesta con síntomas como la pérdida de concentración, picor de ojos, visión borrosa, parpadeo constante, necesidad de moverse en el asiento, deshidratación y somnolencia. Sus consecuencias son una pérdida de atención y un aumento del tiempo de reacción ante un obstáculo de un 86%.

Por tanto, es importante detectar los síntomas a tiempo y tomar las medidas necesarias para evitar una situación que puede desencadenar un accidente.

En el caso de los conductores de Aragón, destacan por ser de los que más utilizan el coche para viajar. De hecho, el 81% lo suele hacer, frente al 73% de media en España, situándose como los que realizan más recorridos de larga distancia junto con los conductores del norte --Asturias y la Rioja (81%), País Vasco (79%), Casilla y León (79%) - y sólo superados por los de Madrid (85%). En cambio, lo usan menos los habitantes de las islas Baleares (32%) y Canarias (29%).

En los largos recorridos, un 27% de los aragoneses afirma no hacer paradas. Son los que más reconocen hacer largos trayectos sin parar, con una cifra muy superior a la media nacional, del 14%. Además, el 94% no hace las paradas recomendadas, frente al 75% media.

Al preguntarles a los conductores de Aragón por la hora a la que prefieren iniciar el viaje a sus destinos de vacaciones, la mayoría se decanta por salir a primera hora de mañana, concretamente un 68%, en línea con la media nacional, que es del 67%. Sólo un 4% opta por la noche.

Frente a la fatiga, descanso e hidratación

Además del mencionado estudio de hábitos en el que se ha encuestado a 3.026 conductores, en esta ocasión, dentro de la Campaña del RACE y ANFABRA, también se ha realizado un estudio con el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBM), en el que se muestran los efectos de la conducción prolongada y la postura en el cansancio físico y mental.

Las pruebas muestran que a partir de las dos horas de conducción se empiezan a detectar alteraciones en la visión, en los movimientos y en la toma de decisiones. La continua exposición a las vibraciones del vehículo y la postura adoptada da lugar a una alteración de las curvaturas naturales de la espalda, el aumento de la presión intervertebral, el aumento de la actividad muscular en diferentes zonas, las oclusiones en la presión sanguínea, así como cambios en las presiones soportadas en los tejidos blandos.

Mantener una adecuada hidratación, especialmente en verano y en viajes largos, también es importante. Sin embargo, un 61% de los conductores no son conscientes de que provoca reducción de la atención, dolor de cabeza, cansancio y fatiga muscular.

Estudios realizados previamente por el RACE en simuladores de conducción y en el marco de esta campaña de prevención de la fatiga indican que un nivel bajo de hidratación y glucosa aumenta en un 66% la agresividad al volante, provoca un 33% más de salidas de la vía y reduce la concentración en un 27%. De hecho, los conductores que viajan con un nivel de hidratación insuficiente cometen los mismos errores que los que lo hacen bajo los efectos del alcohol.

Desplazamientos cortos

En verano, además de los largos desplazamientos, se producen muchos otros por carreteras secundarias, en muchas ocasiones conocidas por el conductor, lo que aumenta el nivel de confianza y hace disminuir la precaución. También se coge el coche para acudir a las muchas fiestas patronales que se celebran en estas fechas, donde el cansancio, la conducción nocturna y el consumo de alcohol son frecuentes. Todo ello hace que la siniestralidad se dispare.

La campaña recuerda que es importante descansar y que el alcohol y conducción son incompatibles, ya que no solo supone una infracción sino que, además, multiplica por nueve el riesgo de accidente.

Consejos

Para evitar la aparición de la fatiga, hay que tener en cuenta que conocer los síntomas es lo mejor para prevenirla. En los largos desplazamientos se deben recordar tres reglas básicas: parar al menos cada dos horas, estirarse y aprovechar para beber un refresco, para mantener el tono físico y la capacidad de atención; ponerse en carretera habiendo dormido un mínimo de 7 horas; ajustar bien el asiento, el reposacabezas y haz un reglaje en profundidad y altura del volante y conducir de forma relajada.

También es importante mantenerse hidratado, y la mejor manera es tomar una bebida refrescante ya que, además de hidratarte, ayudará a despejarte y mejorar los niveles de atención.

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