Cosuenda: "Ni Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos"

En los meses de buen tiempo, Chus Sanjuán enseña Plantaria cada fin de semana: este modesto y coqueto espacio de Cosuenda está dedicado a la flora y combina la divulgación con la toma de conciencia.

Chús Sanjuan en Planetaria.
Chús Sanjuan en Planetaria.
Laura Uranga

Cuando se utiliza el término terremoto para calificar a alguien, la primera connotación es más peyorativa que elogiosa. Así que no, Chus Sanjuán no es un terremoto; como metáfora aplicada a la energía cinética, dinamo le pega un poco más. Como esta energía se mide en julios, estamos en julio y la presente reflexión corre peligro de despeñarse, se antoja necesario aterrizar; Chus es una fuerza de la naturaleza, y quizá por eso ejerce de modo voluntario como anfitriona en Plantaria. Desde 2006, el municipio de Cosuenda consagra este espacio a la divulgación de la flora local y el compromiso con el cuidado medioambiental.

Chus es zaragozana, estudió en la Universidad Popular, trabajó mucho tiempo como administrativa y siempre fue una ávida lectora. Hace seis años llegó a Cosuenda con su esposo: buscaban un pueblo que les conquistara, con el propósito de echar raíces y pasar largas temporadas (sobre todo, los meses de buen tiempo) en el entorno rural. "Es que no teníamos pueblo –apunta Chus– y cuando llegamos aquí, nos gustó al momento; encontramos una casa que entraba en nuestro presupuesto y nos quedamos. Pasé del flechazo al enamoramiento: así fue lo mío con el pueblo y su entorno natural". Desgraciadamente, Chus enviudó; vuelve a Zaragoza cada invierno, pero Cosuenda ya late por todos sus poros y se ha entregado a la actividad cultural y divulgativa en su pueblo de adopción.

Cosuenda: el abrazo poético a la naturaleza

La zaragozana siempre está dispuesta a paliar su sed de conocimiento. Ha estudiado y practicado fotografía, ha recibido cursos de títeres y ‘clown’ y quiere aprender inglés. Enseña Plantaria cada sábado y domingo por la mañana (también se pueden concertar visitas en el Ayuntamiento, en el 976 627 081). Además, ha preparado este verano unas lecturas de cuentos para mayores (de doce años en adelante) con moraleja, que se van a desarrollar los viernes de verano; en el grupo hay un abanico de edades muy amplio, desde adolescentes a veteranos.

Chus no se olvida de otros atractivos del pueblo, como el famoso vino Pajarilla de uva blanca macabea, muy madura, macerada con el hollejo. "Es muy seco, se bebe frío y no se sube a la cabeza: resulta ideal para acompañar aperitivos".

Nueva inspiración

Las paredes de Plantaria tienen citas variadas, siempre alusivas a la naturaleza: Braque, Montaigne, Rousseau, Aristóteles... está claro que la naturaleza es inspiradora. "Vienen algunas novedades en cuanto a detalles y contenido: estamos considerando poner el poema de ‘La higuera’ de Juana de Ibarbourou, y también ‘El árbol’ de Rabindranath Tagore. Además, llegan dos especies nuevas que tenemos en la zona: son la ‘Centaurea pinnata’ y androsemo", apunta Chus.

Plantaria tiene su origen y referencia en la sierra de Algairén. Unos vecinos del pueblo se dedicaron a recoger una gran cantidad de plantas de toda la zona, las prensaron, clasificaron y conservaron. El ayuntamiento que dirige desde hace muchos años Óscar Lorente pensó en que este empeño merecía ser expuesto, y contó con el biólogo José Luis Hidalgo –que tiene residencia en Cosuenda– para organizar la muestra en la casa que albergaba en su día las antiguas escuelas. Tras una buena fase inaugural, la instalación fue cayendo en desuso. "Estaba siempre cerrado –recuerda Chus– y en un Día de los Museos surgió la posibilidad de que yo pudiera mostrarlo los fines de semana, al menos en los meses de buen tiempo".

Aunque no es una muestra compleja, Plantaria exhibe de modo preciso la auténtica dimensión de Algairén. Tiene dos niveles, con herbario e imágenes abajo, una detallada maqueta de toda la sierra y una zona de audiovisual arriba, además de un área de reconocimiento de diversas especies por su aroma: romero, lavanda, jara, cantueso...

Algairén

La sierra abarca desde Paniza en el norte a Aguarón, Cosuenda (centro neurálgico), Almonacid y Alpartir. En el lado sur están también incluidos los términos de Santa Cruz de Grío, Inogés, Tobed y Codos. Son unos 300 kilómetros cuadrados en total, llenos de senderos fantásticos; los libros de naturalista y fotógrafo Eduardo Viñuales y el forestal Roberto del Val son una excelente piedra de toque para conocer la esencia de la zona.

Chus se entusiasma con los detalles, y su pasión es contagiosa. "Mira todas las clases de cardos que tenemos. Uno va por ahí y dice: ‘mira, un cardo’, pero es increíble cuántas variedades se pueden identificar. Me sigo formando en flora para servir mejor a los visitantes, aunque sé que mi función no es lectiva, sino orientadora: aporto lo que pueda, incluyendo juegos para los chavales que incluyan una toma de conciencia medioambiental".

LOS IMPRESCINDIBLES

El Raso de la Cruz

Este paraje en plena sierra de Algairén, a corta distancia de Cosuenda, cuenta (foto) con fuente, merendero y campa. En el barranco de Valdecerezo, muy cercano, los chavales del colegio han hecho códigos QR para clasificar las plantas.

Alojamiento y comida

Cosuenda ofrece dos alternativas de interés para el turismo rural: Casa Natura (foto) , administrada por Susana, y Casa La Fontanilla, con Ana al timón. En la parcela de restauración, la referencia principal es La Casa del Huerto.

Torre de la Lisalta

Se cree que nació como castillo musulmán en el siglo XIV; allí se construiría luego la iglesia, del que la torre ha quedado como vestigio más notorio. De planta cuadrada, el cuerpo superior es mudéjar y tiene huecos para alojar campanas.

Ir al espacio 'Aragón, pueblo a pueblo'

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