Torre de las Arcas: biólogo y truficultor apuesta por su pueblo sin miedo al vacío

Mariano Casas lleva casi treinta años produciendo plantas para cultivar trufas, tiene clientes en diferentes puntos de España y siempre tuvo claro que emprendería en Torre de las Arcas.

Mercedes Nadal, sentada en el bar social de Torre de las Arcas.
Mercedes Nadal, sentada en el bar social de Torre de las Arcas.
Laura Uranga

Tiene pinta de sabio distraído, y algo de eso hay; lo de sabio, al menos. Distraído... pues no; de hecho, transmite serenidad. Teresa Gamarra, antigua alcaldesa, es concluyente sobre él. "Nuestro personaje ilustre; apostó por el pueblo cuando a los pueblos pequeños no los suele mirar nadie, invirtió aquí cuando lo fácil era irse a otro sitio". Mariano Casas, torrino de nacimiento y corazón, fundó Cultivos Forestales y Micológicos hace casi treinta años. "Estudié Biología, y enseguida volví al pueblo. Me gusta demasiado y quería hacer algo aquí. Había una serie de apoyos de la DPT para la truficultura, que encajaban con mi formación y mis planes, y emprendí el camino. Lo principal que hacemos desde el principio es producir plantas para cultivar trufas. Era una actividad nueva cuando comenzamos, ha habido momentos difíciles, pero estoy satisfecho por haber podido salir adelante aquí".

En este tiempo, los proyectos han salido y han entrado en la empresa, que cuenta con un laboratorio para la producción y el control de calidad. "Actualmente trabajamos en la producción de nogales dentro de un proyecto de investigación con otro laboratorio, y también abordamos la seta de cardo como producto. Humildemente, siempre hemos intentado ir más allá de lo que había en el mercado, aunque por supuesto la trufa negra es la reina, la que todos conocen y más se cotiza; eso sí, también tenemos trufa de verano o trufa blanca, y pruebas con trufa de pino, presente en las zonas más altas de Teruel". La empresa tiene clientes en todo Aragón y también en Castellón desde siempre, pero en los últimos quince años han abierto mercado por el centro-noreste de España: Cuenca, Soria, Guadalajara y también Cataluña.

En la plaza, Mercedes Nadal lo observa todo: sirvió en una casa de familia en Barcelona muchos años, y ahora disfruta de la quietud de su pueblo. Mira curiosa a Teresa, que lleva veinte años en el pueblo, y tiene a su madre con ella. "Estoy encantadísima aquí –apunta Teresa– porque es donde tengo mis raíces. Nací en Zaragoza, pero mis hermanas y yo hemos venido toda la vida. En su día me trasladaron a Andorra por trabajo, tenía casa aquí y me mantuve yendo y viniendo: ahora ya estoy jubilada".

Teresa y Mariano venden el pueblo de maravilla. "Tenemos restos de un castillo, una iglesia muy bonita, la zona del molino alto es un pequeño paraíso, y también el paseo de bajada a Obón, aunque como este año ha llovido es exigente. Somos pocos, pero hay muestras esperanzadoras: un chaval de 21 años, Andrés Latorre, con familia en el pueblo de siempre, acaba de poner una vaquería. Tenemos dos familias marroquíes con niños, trabajan en a zona. Nuestras fiestas son el 10 de agosto en honor a San Miguel, aunque en esos días también le tenemos mucha devoción –ríe Mariano– a San Comercio y San Bebercio. Hay tiempo para todo".

José Rodríguez, la sal y pimienta del pueblo

Lo dice Mariano; José Rodríguez es el alma social de Torre de las Arcas. Este ganadero de 59 años se ha especializado desde siempre en extensiva de oveja ojinegra, la más habitual en la zona; Molinos alberga la sede central del colectivo de profesionales que trabaja con esta especie. José recuerda que en los años sesenta se produjo la gran salida a las ciudades. "Aquí quedaron seis familias: solamente aguantaron en el pueblo mis padres, los de Mariano, los abuelos de Andrés Latorre y poco más. Yo, hasta que me jubile, seguiré con las ovejas y el tractor, hacemos algo de agricultura para completar, tenemos dos hijas ya grandes. Mi mujer, Ana María Esteban, es cartera de profesión y también la alcaldesa del pueblo". José ratifica las palabras de su amigo Mariano acerca de las bondades de La Torre. "Estamos bien, a la ciudad vamos de paseo, dos días y a volver... pero el invierno es duro cuando tienes animales, hay mucha faena, y ya sé que no digo nada nuevo; eso sí, aquí seguimos, por algo será".

LOS IMPRESCINDIBLES

IV Trail Torre de las Arcas

Se celebró hace apenas tres semanas y volvió a coronarse con el éxito, gracias a una impecable organización y a los voluntarios, que se volcaron en la tarea. El recorrido circular de 15 kilómetros se coronó por la noche con cena y baile.

Parroquia de San Miguel

Edificio barroco del siglo XVIII que tiene en la torre mudéjar su principal atractivo arquitectónico. Pese a lo tardío de su construcción, es un claro exponente de lo arraigado que estaba el citado estilo decorativo en la provincia.

Revista ‘La Torre’

De periodicidad anual, el nombre de esta publicación responde al modo habitual en el que se conoce al pueblo en la zona. En su edición de 2017 incluía un diccionario torrino que crece cada año, compilado por Benigno Terrén.

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