Plan: de aquella caravana a la actual envidia sana

La idea de invitar a mujeres al municipio con fines matrimoniales surgió entre mozos de Plan allá por 1985 tras ver una película en Casa Ruché, establecimiento emblemático del pueblo.

Un vecino de Plan sube la calle tras cruzarse con un turista.
Un vecino de Plan sube la calle tras cruzarse con un turista.
Laura Uranga

En una noche fría de enero, con 1985 recién estrenado, la clientela de Casa Ruché se arremolinaba en torno al televisor. Plan, en el corazón de la Bal de Chistau, andaba escaso de mujeres. En la pantalla se exhibía el filme ‘Caravana de mujeres’, estrenada en 1951; la dirigió William Wellman y la protagonizaron Robert Taylor y Denise Durcel. La película contaba el viaje de un grupo de mujeres hacia California, respuesta a la petición de un grupo de colonos que buscaban esposas para echar raíces en las nuevas tierras del Oeste. Trece solteros de Plan, los ‘tiones’, se preguntaron si no valdría la pena replicar la experiencia en el entorno local.

José Antonio López lleva Casa Ruché desde el principio junto a su esposa, Cristina Bruned. De aquella aventura recuerda cada detalle. "Era otro mundo, otra vida. Estaba nevando la noche en la que vimos la película; en jornadas así era típico pasar las veladas en nuestro local o en el bar de enfrente, antes lo teníamos en la planta de abajo de casa, en el centro del pueblo. Empezamos a bromear al ver la película… y aunque luego se ha ‘peliculizado’ la historia, la verdad es que simplemente hubo quien dijo que en Plan existía el mismo problema, que había muy pocas mujeres".

El grupo decidió poner un anuncio clasificado en HERALDO para invitar a las chicas a los carnavales de aquél año. "El texto lo yo escribí en la barra, aunque la idea fue del grupo. Llamábamos a chicas de entre 20 y 40 años, la convocatoria era para conocerse, con fines matrimoniales. No había teléfonos en todas las casas, así que se puso el fijo del bar, una cabina de las antiguas; en cuanto salió, empezaron a llamar sin parar, pronto hubo que hacer guardias par atender todas las llamadas. De las cartas, ni te cuento, montones y montones... y se contestaron todas". La historia comenzó a impactar en los medios, con el periodista de HERALDO José Luis Solanilla como primer multiplicador de la noticia.

Plan: de aquella caravana a la actual envidia sana

A la hora de la verdad no vinieron tantas mujeres como se esperaba, pero aun así se llenaron tres autobuses. "La fiesta –recuerda José Antonio– fue muy bonita, y desde luego tuvo repercusión en el pueblo, más allá de las historias en los medios de comunicación. Hubo unos cuantos matrimonios, el de Mariano y María Ángeles fue el primero, aquí siguen, otros no prosperaron, pero de seis chavales en el cole se pasó a treinta en pocos años. También vinieron madres solteras con su hijos. De esos seis, dos eran los míos, que ahora andan en los cuarenta".

Mariano y María Ángeles se prometieron a los dos días de llegar ella, y tienen tres hijos; dos vinieron con María Ángeles desde Madrid en el inicio de la aventura, y el tercero es de ambos. "Uno ha trabajado de bibliotecario en Corea del Sur –apunta Mariano, orgulloso– y ahora se marcha a Bombay, en la India; otro es conductor de ambulancias... son buenos chicos; no quisieron seguir con las vacas, que era el negocio familiar, y han salido adelante". Ya en la setentena, Mariano se dedica hoy a cuidar las patatas, judías y tomates de su huerto. Su primo José Baila también fue parte de la aventura caravanera.

Emprender sin desmayo

José Antonio es de Zaragoza, pero lleva 45 años en Plan; bromea con que él hizo la caravana al revés, porque su esposa Cristina es de Plan. "Ella viene de una familia de ganaderos, pero trabajó en hostelería de joven, y yo también. Abrimos un bar en casa nada más llegar, y simultaneé 15 años con la ganadería, pero cuando empezamos a dar muchísimas comidas hubo que centrarse en Casa Ruché".

José Antonio y su hijo Nacho echaron adelante un proyecto paralelo: La Cocina del Pirineo. "Hacíamos platos elaborados para vender en tiendas, cien por cien naturales, conservados al vacío y abatidos de temperatura nada más cocinarse, para no utilizar conservantes: pensábamos en surtir a gente que no suele cocinar platos de cuchara en el valle, pero no funcionó. Sin embargo, conservamos el nombre y lo usamos para dar servicio de catering, que marcha muy bien; trabajamos con dos proveedores más para bodas en Murillo de Tou, y nos llaman de muchos puntos de la Ribagorza. En el pueblo han abierto otro restaurante, la Capillita, donde también se come muy bien. Estamos bien cubiertos".

Reflote turístico sin masificación y un entorno natural que invita a descubrir todos los rincones

En Plan está ubicada la Asociación de Iniciativas Turísticas de la Bal de Chistau, con 60 socios. Funciona como guía de servicios y terreno abonado para tormentas de ideas entre los municipios de la zona, desde alternativas de alojamiento y nuevas rutas al refuerzo de servicios. El cercano valle francés del Louron maneja una serie de referencias que se han valorado en el entorno chistabino: se va por Bielsa y Arro, y tienen dos pequeñas pistas de esquí. «Aquí igual ya no es momento para pensar en pistas de esquí, pero no es por falta de ganas ni de previsión –aclara José Antonio– porque no hay ninguna en el Sobrarbe, y siempre se habló de las posibilidades de Punta Suelza, aquí en Serveto, entidad local menor de Plan. Ahí se podrían acondicionar pistas muy bonitas y altas. La carretera para conectar con el valle de Benasque es otra vieja aspiración: ahora se puede pasar por una pista apta para turismos, pero no para autobuses».

La Basa de la Mora (el ibón de Plan) es una joya del municipio, y se trata sin duda de uno de los lagos más visitados del Pirineo. En estos días fue noticia por la incursión irregular de un practicante de kitesurf, por cierto. Se llega desde Saravillo por una pista y se pagan tres euros por vehículo (reinvertidos para acondicionar la vía) para subir hasta el aparcamiento: luego es media hora de caminata hasta el lago, pero su magnificencia vale la pena. En Saravillo, por cierto, se hace uno de los mejores quesos del Pirineo, con una excelente salida en los mercados locales y en tiendas especializadas de todo Aragón.

LOS IMPRESCINDIBLES

Iglesia de San Esteban

El Obispado de Barbastro-Monzón y el Ayuntamiento se han disputado en los tribunales estos últimos meses la titularidad de este templo de base románica que ha sufrido sucesivas remodelaciones hasta el siglo XIX.

Famosos de la tele

Por Casa Ruché suelen pasar rostros conocidos, y en los últimos meses han tenido un par de visitas llamativas: Jordi Évole, que vino de visita, y Ana Pastor, que llegó con el equipo del programa ‘¿Dónde estabas entonces?’.

Hotel Mediodía

Regentado por Ana María Puy, es un coqueto negocio familiar con 32 años de trayectoria. Alberga a amantes de la naturaleza, deportistas y familias; tiene un ‘honesty bar’, donde se confía en que cada cual pague lo que consume.

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