Abejuela: llegar al sur del sur, un reto que solo se supera con buena música

Insertado literalmente en Valencia, el municipio más meridional de Aragón lamenta sus pésimos accesos y busca nuevas ilusiones gracias al poderoso influjo de la música clásica.

Apaños en los socavones de la carretera que une desde siempre Manzanera con Abejuela.
Apaños en los socavones de la carretera que une desde siempre Manzanera con Abejuela.
Laura Uranga

Lo de ser el municipio más meridional de Aragón podría ser una mera anécdota geográfica, pero la cosa va más para allá para Abejuela: está literalmente zambullido en la Comunidad Valenciana, con la que mantiene relaciones tan sólidas como los abastos principales, el médico, las recetas y la escuela –en Alpuente y La Yesa, a apenas unos kilómetros– y el flujo turístico. Su vía directa con Manzanera, 20 kilómetros al norte, es una carretera casi impracticable en la que no se aventuran los turismos de serie, ni siquiera los coches bajos. Mari Carmen Civera, alcaldesa desde hace dos años, recuerda que hay una pista en buen estado que une Abejuela al norte con Torrijas, y que se está acondicionando con riego asfáltico; es decir, que no está asfaltada. Al final, mucha gente acaba dando un rodeo de más de 40 kilómetros para entrar en Abejuela desde Teruel por Valencia, vía La Yesa.

Mari Carmen es de Villar del Arzobispo: casi 4.000 personas, a media hora de Abejuela, a 40 minutos de Valencia. A Teruel, por el atajo (en invierno, ni con todoterreno) se llega en una hora; por el rodeo en carretera, 20 minutos más.

"Van echando riego asfáltico, arreglan un kilómetro, luego dos, las quitanieves no pueden pasar, cuando llueve aquello se convierte en un barrizal imposible de superar... siempre así, que yo recuerde llevamos cincuenta años pidiendo la carretera, pero me consta que el caso es de mucho tiempo atrás. Así es complicado que se desarrolle este pueblo o cualquier otro en una situación similar. Si tienen que llegar aposta a ti porque estás en medio de un monte y encima lo pones difícil, pues apaga y vámonos".

En todas las salsas

El multiservicio La Ontina, que regenta la propia alcaldesa junto a su marido, Ángel Mateo, es el centro de reunión de los escasos vecinos y visitantes, parada técnica para la compra matutina del pan y las viandas básicas, seguida de un café o una deliciosa tosta. Mari Carmen es todo energía: también hace servicio local de taxi para los mayores que no disponen de vehículo o ya no pueden conducirlo. Además, cuida de la casa rural El Frontón en ausencia de sus dueños. "Vivimos un poco a golpe de circunstancias; vendemos un par de menús cuando nieva un poco, cuando hay caza, cuando hay excursionistas, cuando pasen dos motos... si no, estamos muy pocos. Aun así, le echamos humor".

Mari Carmen corrobora esa frase de forma gráfica, con fundamento y pruebas: luce en el polo una chapa hecha por los jóvenes del pueblo, que reza "En Abejuela te sientes como la flamenca del Whatsapp". La patrona es Santa Margarita y este año se celebra el 21 de julio (el día exacto es el 20), con romería a la ermita de la santa, misa y fideuá popular. Las fiestas grandes son tres días para San Agustín, a finales de agosto. Las asociaciones más activas son la de jubilados y la Sociedad Santa Margarita de Cazadores.

En cuanto al monte de Abejuela es muy bonito, con diferentes tonalidades de verdor, y los locales presumen de la cantidad y calidad de las setas de chaparra. Las sierras calcáreas que rodean el pueblo también llaman la atención: las cumbres, achatadas por superficies erosivas entre los 1.400 y los 1.600 metros, están pobladas de pinos, sabinas y enebros. Pura poesía, naturaleza en expresión multicolor que se beneficia de la escasa interacción con la mano del hombre, pero que al mismo tiempo parece ansiar alguna visita.

El Frontòn en la calle principal

El nuevo núcleo de población de Abejuela se organizó a lo largo de la calle principal, a los pies de la ladera donde se distribuye el caserío. En un extremo del pueblo, sobre un barranco, se alzó una torre de defensa, actualmente utilizada como vivienda y datada en el siglo XIII. La Casa Rural El Frontón es actualmente el único alojamiento para visitantes disponible en el pueblo, ya que otra iniciativa destinada al turismo rural está alquilada de manera permanente en estos momentos. El Frontón se divide en dos partes: la casa antigua, reformada pero que mantiene las vigas del techo y la columna de piedra que sirve de puntal, y la nueva. En la parte baja hay salón con chimenea, biblioteca y sala de televisión. Las habitaciones del piso de arriba son todas exteriores y muy amplias.

La gran ilusión musical del pueblo: Aleph Camerata

Uno de los mejores músicos clásicos españoles, el valenciano Vicente Huerta, es un enamorado de Abejuela, donde tiene casa propia. Cada año desde hace una década, en Navidad, ofrece un concierto gratuito con su ‘ensemble’ Aleph Camerata (violines, viola, cellos, contrabajo) en el pueblo con sus mejores alumnos: muchos de ellos están en grandes orquestas de toda Europa. Sobre esa iniciativa se ha alumbrado un ambicioso proyecto para levantar un pequeño auditorio y un albergue en Abejuela, con el fin de dar clases de música y seminarios especializados en el pueblo, además de conciertos por todo Aragón, haciendo de este municipio la sede oficial de Aleph Camerata. Para que el proyecto cobre vida, naturalmente, hace falta una implicación de las instituciones. "Que una idea cultural, tan bonita como ésta, pueda ser el motor que necesita Abejuela para consolidar su presente –apunta Mari Carmen– es un sueño. No tengo dinosaurios, no tengo río ni piscina ni castillo, de alguna manera hay que impulsar este pueblo".

LOS IMPRESCINDIBLES

El agua

Las considerables nevadas y lluvias caídas este año han hecho que el abastecimiento de agua de manantial en el casco urbano del pueblo haya sido suficiente; no ha sido necesario recurrir a camiones cisterna, como ocurriera en 2014.

Iglesia de San Agustín

La parroquia de Abejuela se encuentra situada en la plaza que se abre desde la calle principal. Sobre el caserío se construyó una amplia cisterna, cubierta mediante una bóveda y rebajada de sillería sin labrar.

Campeonato de calva

Esta tradición local se desarrolla en las fiestas mayores; se coloca una piedra grande y con otra pequeña, la ‘calva’, se trata de acertar en la punta de la piedra grande; una especie de bolos sin movimiento, un ejercicio de puntería.

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