El cambio de Gobierno complica retos como la financiación autonómica y la despoblación

La DGA urge a abordar el debate, pero es consciente de su dificultad con un gabinete en minoría. Aragón también se juega la licitación de cinco tramos de autovía repartidas entre  Huesca y Zaragoza.

El desdoblamiento de la carretera de Castellón. El Ministerio de Fomento se comprometió a licitar el tramo entre El Burgo de Ebro-Fuentes de Ebro a lo largo de la primavera, pero aún no ha publicado la convocatoria en el boletín oficial pese a disponer de una partida de 1,5 millones.
El desdoblamiento de la carretera de Castellón. El Ministerio de Fomento se comprometió a licitar el tramo entre El Burgo de Ebro-Fuentes de Ebro a lo largo de la primavera, pero aún no ha publicado la convocatoria en el boletín oficial pese a disponer de
Raquel Labodía

El cambio de Gobierno central complicará aún más si cabe dar respuesta a retos fundamentales y urgentes para los intereses de Aragón, como son la negociación de un nuevo sistema de financiación autonómica y de una estrategia de lucha contra la despoblación. Ambas cuestiones fueron comprometidas por Mariano Rajoy en la VI Conferencia de Presidentes, celebra hace un año y medio, pero ha sido desalojado de la Moncloa sin haber dejado siquiera enfocada una solución a este debate político.

La llegada del socialista Pedro Sánchez al frente de un gabinete en franca minoría dificulta las posibilidades de un pacto nacional, habida cuenta de las diferentes sensibilidades a la hora de abordar las necesidades de financiación de los distintos territorios. De ahí la importancia de la alianza de Aragón con las autonomías que sufren los efectos de la despoblación, acumulados a los de la dispersión y envejecimiento de sus habitantes.

Rajoy llegó a prometer que cerraría un pacto sobre el nuevo reparto de dinero antes de finalizar 2017, pero lo único que ha dejado como herencia es una dictamen de expertos sobre la cuestión que a este paso no servirá ni de base para la discusión.

El propio presidente aragonés, Javier Lambán, aseguró el sábado en una entrevista a este diario que la actual composición del Parlamento no invita a ser optimista. "Ni con esto ni con nada. Para qué nos vamos a engañar", apostilló.

Eso sí, dejó bien claro que Aragón seguirá firme en el frente común con Castilla y León, Asturias y Galicia para exigir un nuevo modelo de reparto que tenga en cuenta el sobrecoste que asumen al prestar servicios en unas comunidades que sufren problemas de despoblación, envejecimiento y dispersión.

Tampoco tiene mejores visos la puesta en marcha de una estrategia contra la despoblación, cuya puesta en marcha asumió Rajoy en la citada Conferencia de Presidentes y que igualmente no se conoce.

El comisionado aragonés contra la despoblación, Javier Allué, lamentó que no se haya dado a conocer siquiera un borrador y que las tres cuestiones presentadas carezcan de financiación suficiente o de una mínima base. Allué apuntó el plan de extensión de la fibra óptica que Rajoy presentó en Teruel hace unas semanas y que, para Aragón, "carece de los fondos necesarios". También aludió a la tarifa plana para telefonía móvil en el ámbito rural y a los 100 millones que recientemente comprometió el expresidente. "Lo dijo sin concretar y la cifra era a todas luces insuficiente", dijo.

Compromiso inversor en juego

En lo que sí se tendrá que examinar a corto plazo el nuevo gabinete socialista es en el cumplimiento de las inversiones recogidas en los presupuestos que heredan, por un importe de 337 millones de euros. El PP solo ha adjudicado el tramo de la autovía A-21 entre Sigüés y Tiermas en lo que va de año, por lo que el PSOE deberá demostrar ahora que sus críticas a la inacción de Fomento se tornan en gestión.

En el caso de la última actuación pendiente para finalizar la A-22, entre Huesca y Siétamo, solo se requiere la adjudicación formal, pero tampoco tiene fecha. Otros cuatro tramos de autovía repartidos entre Huesca (A-21 y A-23) y Zaragoza (N-232)_están en juego, además de la mejora de la N-260 entre el congosto del Ventamillo.

Aunque sus partidas son irrisorias y en el mejor de los casos llegan a los 1,5 millones de euros, caso del desdoblamiento de la carretera de Castellón entre El Burgo de Ebro y Fuentes de Ebro (N-232), su licitación supondría un paso casi irreversible para garantizar su ejecución. En la misma situación están los dos tramos pendientes de la A-23 para circunvalar Sabiñánigo y empalmar esta localidad con Lanave y otros tantos en la A-21, de Puente la Reina a Fago y la variante de Jaca.

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